30 noviembre 2005


Cartel verídico

“A ver, deme 700 bolas rojas, 250 de esas doradas que al rozarlas sueltan una brillantina que no hay vaporeta que aspire, 312 metros de espumillón rosa, 12 pinos majos, seis estrellas normales y seis de cheriff, 14 kilos de turrón de El Mierdoso y un disfraz pa Nochevieja de la hija de Romina y Al Bano”. “Turrón no vendemos y el disfraz de la hija de Romina y Al Bano se nos ha acabado. Nos queda uno de Lydia Lozano vestida de Inspector Gadget”. “Quite, quite. ¿Y cómo que no tienen turrón? En el cartel que hay fuera de la tienda pone Aproveche ahora. Artículos navideños a mitad de precio. Más navideño que el turrón ya me dirá”. “Lo siento, soy una mandada. Son 1.327 euros”. “¿Qué, por cuatro puñeteras bolas y un triste arbolucho?” “Aquí tiene la cuenta señor”. “Oiga, señorita, ya sé que es usted una mandada, no me malinterprete, pero podría hacer el favor de decirme ¿dónde está aquí lo de a mitad de precio? Porque veo en la factura que la estrella de cheriff me la cobra a 1,50, igual que hace un mes, que me compré una bien barbis de cheriff de Wisconsin”. “No me malinterprete, pero usted es de los que se cree todo lo que lee en los periódicos, ¿no? Pinta tiene. Pues el cartel es lo mismo. Nos lo ha preparado un académico de la lengua que además de ser actor porno nos lleva los mensajes publicitarios y éste está bien claro: a mitad de precio de lo que lo estarán dentro de una semana. Ya sabe, la Navidad, tiempo de robar. Son 1.327 euros”. “Tenga, pero esto no va a quedar así”. “Pues puede usted ir a Irache si quiere”. “Si, como pa rezar estoy yo”. “No, hombre, a los consumidores”. “Pues entonces prefiero rezar. Pero no se preocupe, tendrá noticias mías”. “¿Y eso?” “No, que me pasaré en unos días a ver si les ha llegao lo de la hija de Al Bano”.

27 noviembre 2005


Y olé y olé

Ybarra olé-olé, Ybarra olé-olé-olé-olé-olé-olé, Ybarra olé-olé. Gran mayonesa, lástima que cuando la tienes un par de días abierta se te pudre. Por eso es bueno cerrarla bien, como ha hecho Ybarra, Emilio, a la vista de que si la dejaba abierta se le iba a poner una peste en el frigo que me río de la que emana del caso de los fondos de pensiones que él ha protagonizado. Por eso, en su momento, y según parece para que así nadie más tuviera que acabar en la cárcel, Ybarra decidió coger el espárrago por la yema y asumió él solito toda la responsabilidad delictiva del tema de despistar 19 millones de euros tras la fusión del BBV con Argentaria. Es que hay gente muy despistada, en los bancos sobre todo. Y no hablo de los currelas, no, que esos a lo sumo rozan sin querer con el codo el enter y te silban seis euros por el mantenimiento de la tarjeta. Hablo de esos señores que si ustedes se han fijado parece que en lugar de cortarles el pelo se lo esculpieran y que se dedican a robarse los unos a los otros todo lo que pueden toda vez que a nosotros ya nos han robado todo lo que les interesaba. Ya lo dice El Maestro: “Y toda la gente guapa bebiendo y pensando que lo tienen todo hecho”. Ya, y en cuanto se despistan un segundo, sale uno del salón con 19 millones en el bolsillo la chupa. “¿Quién se ha llevao el fondo, que hay que pagar estas cañas?”. “Seguro que Emilio, que vive en la inopia, todas las noches igual. Se empeña en llevar el fondo, se le va el santo al cielo y se las pira. Mañana mismo que lo devuelva”. No, si devolverlo lo devolvió y con todos los atenuantes, los eximentes y los gallifantes se le ha quedao la broma en seis meses de reja. Ahora, a recurrir, pis-pas, pis-pas y si te he visto no me acuerdo. Manda huevos con mayonesa y olé.

26 noviembre 2005


Mariano

Veo en Tele 5 al compañero Lorenzo Sanz, que no es el suegro de Michel Salgado, con la cabeza blanca. Bienvenido al club, Lorenzo, majetón. Pero enseguida me doy cuenta que no, que no son canas, que son copos. Anda Lorenzo con la alcachofa en la mano contándonos cómo está el tiempo en Roncesvalles. ¡Ahhh, quién pudiera estar en Roncesvalles echando un caldo en la Sabina con María Elena, Miguel, Arturo y Mayte, aúpa esos aezkoanos! Nieva en Roncesvalles, pero no aquí, en la Gran Ubre. Al menos a la hora en la que escribo, ni llueve, ni nieva, ni hace frío. Un fiasco. No sé ustedes, pero a servidor eso de nos avisen de que viene la nieve y que va a nevar seguro y que tengamos cuidadín que va a hacer más frío que en la cima del Kangchenjunga no me gusta na, que luego pasa lo que pasa, que nieva en todas partes menos aquí. Ya he mirado por la ventana 30 veces –31, acabo de mirar otra vez-, a ver cómo andamos de estratocúmulos, pero no veo la cosa nada clara y la verdad, tengo verdaderas ganas de que caigan 12 metros de nieve, que granice, que haya vientos huracanados, no sé, algo. Antes, cuando el parte lo daba Mariano Medina, te decía: “Abríguense”. Y te levantabas una mañana de febrero con un nevadón espectacular e inesperado que te hacía llorar de felicidad y le dabas las gracias al gran Mariano por no avisarnos. Ahora no, ahora, con tanta tecnología, te dicen que va a nevar a partir de los 406 metros y que empezará alrededor de las cuatro de la tarde. Te calientan, te calientan y ¿pa qué? Sí, supongo que al final nevará algo, pero seguro que me pilla dormido y además no cuaja, que esa es otra, que no sé de qué material hacen la nieve aquí que, pa cuando cuaja, en Boston ya andan por el medio metro. Pa mí que es el antideslizante de la Barcina.

25 noviembre 2005


Ahorro

Salgo de casa y ahí están ya, pa pegarse un tiro. No se les olvidarán algún año no, qué va, hay que aguantar las dichosas luces desde el 24 de noviembre hasta al menos el 10 de enero, 45 días de Navidad. ¿Cuelgo yo luces cuando se celebra el año nuevo chino? ¿O cuando viene El Maestro de gira? ¿Acaso no estamos en un estado laico? ¿Me da usted fuego? Ésas, las oficiales, que luego las ponen las tiendas, los centros comerciales, los bancos y el sursum corda, que aquí si no felicitas la Navidad eres un bicho raro y un degenerao comeniños. Ya, ya sé que es muy viejo eso de odiar la Navidad, pero, qué quieren que les diga, lo ponen a huevo, cooperando con la contaminación lumínica nada menos que el 12% de los días del año, que ahí es nada la pelmada que dan con el dichoso invento este, y consiguiendo su propósito, que no, que no es alegrar la vista a los que le gusta: es tocarnos la moral a los que no nos gusta. Si no, no se entiende semejante ensañamiento. Y ese estrés que le entra a la gente, vamos, ese correr a todas partes con siete bolsas colgadas de un brazo, del otro un par de niños-patada y gritando ¡Borja Koldo, que te he dicho cienes de veces que no vas a comer una castaña más! Eso sí, todo bien iluminao, arriba el ahorro energético, el resto del año no ves un higo pero ahora distingues a un colega al otro lao de la calle Mayor: “Vamos por Eslava, que por allá viene el brasas de Iker, que como me cuente otra vez lo de su oposición, entro a la Ferretería Sanz, pillo un cuchillo jamonero y la lio”. Yo, la verdad, creo que a la mayoría de la gente no le va el tema, que simplemente se resigna, pero como están los niños de por medio... Dichosos niños. Deberían encerrarlos a todos en El Sadar, como en Nueva Orleans. Y que se vean el Navarra-China.

24 noviembre 2005


Heras

Que Heras haya sido acusado de dopaje en la última Vuelta es como si nos enteraramos de que el Padre Mundina era en realidad una cabaretera de El Molino o peor, del Bagdad, con lo caro que es. Ayer le hicieron el contraanálisis y, no sé sabe muy bien por qué, tienen que repetirlo para corroborar o no si consumió EPO. Si se confirma, Heras perderá la Vuelta después de ganarla, como le paso al gran Arroyo. Es un palo. Que uno de los grandes ídolos del ciclismo de la última década pueda ser un tramposo da que pensar y más en el caso de Heras, con esa cara de buena gente. Los aficionados al ciclismo, que no a Indurain, que no tiene nada que ver, llevan ya años sufriendo decepción tras decepción, casi tanto como los aficionados al atletismo. Que los dos deportes más auténticos estén permanentemente bajo sospecha y que los casos de dopaje ocupen más espacio que la propia actividad en sí supone una gran lacra que casi nadie sabe cómo atajar, toda vez que dejar impune el dopaje no significa sino que sólo los más poderosos podrían acceder a los productos más novedosos y así perpetuar la milenaria desigualdad social. Personalmente, no le veo ninguna salida y ya hace años que me conformo con lo que hay. Uno de los grandes placeres de la vida es levantarse un día cualquiera de julio, encender la tele a las 10 de la mañana y tragarse una etapa de ocho horas sin desviar la mirada. Eso, se mire por donde se mire, no es humano y no lo es desde que el ciclismo es ciclismo. Si inhumaran los cadáveres del 99% de los ciclistas, nos encontraríamos con casos de dopaje y eso es algo que hay que tener bien claro. Aún con ello, seguirá sin haber nada más hermoso que ver a un ciclista subir la Marie Blanque o ver a Bekele hacer la última vuelta de un 10.000 en 50 segundos.

23 noviembre 2005


Por fin

“Haz la estatua cabrón, haz la estatua”, le gritaba al borde del colapso mi primo Miguel a Zubizarreta cuando el yugoslavo Stojkovic le metió a España el segundo gol en el Mundial del 90. Hacía buenas estatuas el Zubi, eso es cierto. No tanto como las que supongo que hace Faustino Aizkorbe, pero, en su género, Zubi era un adelantado. Como nuestro Concejal de Cultura, que ha dicho que, ya que “la ciudad no está especialmente bien dotada de esculturas”, pues nos van a endilgar una de Aizkorbe de siete metros de San Francisco Javier en el Parque de Tamagochi por 18 millones de las añoradas pesetas, a dos kilos y medio el metro. Este concejal de los monolitos debe de estar ciego, con lo bonita que es la escultura de Carlos III en plena Plaza del Castillo. Yo es de lo más bonito que he visto, en serio. Cuando vuelvo de mambo, me paro, la beso y le digo: “Qué fea eres, jodía, pero tienes algo”. Una demolición. Para mí que los concejales de cultura tienen una enfermiza obsesión por lo de las esculturas, más por unas que por otras, que les pone el pensar que, dentro de 20 años, pasearán por allá con el nieto y le dirán: “Cuando yo era concejal, levantamos esa estatua”. “Abuelo, ¿me llevas a los culumpios?”. “No hay, los quitamos, está la estatua de San Cucufato”. “Los cojon.. te ato, si no me los devuelves no te los desato”. El concejal ha ido más allá, ha dicho que “a San Francisco Javier le faltan reconocimientos a pie de calle: es una deuda que los pamploneses tenemos con nuestro patrono”. Mentira. Yo, bar que entro, bar en el que no se habla de otra cosa: “Ya era hora. Era una vergüenza que esta ciudad no se acordara de los que realmente nos han transportado a la felicidad más absoluta”. “¿Qué, que por fin le van a hacer una estatua a Aloisi?”.

20 noviembre 2005


Respiración

No conocí a Franco. Él a mí tampoco. No sé cuál de los dos se pierde más. Sí, coincidimos en el tiempo, pero un rato corto, así que su influencia directa es bastante escasa y ver al personal celebrar los 30 años de su muerte como si hubiera marcao gol Webó me deja indiferente. Otra cosa es que cuando leo, veo y me cuentan las formas de vida que se impuso a la generación de mis padres y me asombro de que, a pesar de todo aquello, mi padre y mi madre sean personas medio normales, vamos, sin taras especialmente significativas. No sé si de la ingente cantidad de libros que se han escrito sobre el invicto, que da de comer aún después de muerto a una numerosa cantidad de gente, y no sólo de su familia, hay uno solo que analice eso, lo que pudo ser y no fue de una generación. Y no hablo de escritores, poetas o médicos, ni de los que lo sufrieron con su vida, el exilio o el olvido, si no de los que, como mis padres y supongo que millones más, tuvieron que afrontar un presente tedioso y gris y un futuro aburrido e incierto. Sólo de pensarlo se me ponen los pelos como escarpias. Eso sí, me aburre que cada dos por tres se le desentierre bajo pretextos políticos de unos que acusan a los otros de ser “franquistas”. Ya , franquistas de Franco Battiato. El otro día, por ejemplo, ví un pograma presentado por la Milá sobre el asunto. Ver al elemento aquel hablar acerca de las virtudes del difunto y contemplar cómo chavales de 14 años iban allá a recibir doctrina era cuando menos surrealista, si no alejado por completo de la realidad. Espero, por supuesto, que también inofensivo, toda vez que no deja de ser gente que cubre los lógicos porcentajes de chalaos que debe de haber en toda sociedad. Pues eso, que siga el buen hombre manteniendo la respiración.

19 noviembre 2005


Y trino

Me sugieren dos estupendas lectoras que aborde el tema de la religión, el humanismo, el machismo en la religión. Hijas, cómo sois, eso no es una sugerencia, es un marrón. A ver, a mí la religión me parece importante, no hay más que ver que los que la consumen están encantaos y, los que no, están todo el día despotricando. Pero no creo que deba ser obligatoria en los colegios. Ése es un error curil notable, cuando todos sabemos que basta para que a los niños se les cebe con una cosa como a las ocas para que tomen precisamente el camino contrario. No la deis, no la deis y ya vendrán después pidiendo una solución cuando estén hartos de endrograrse y de fornicar, los que vivan fuera de Pamplona. Les cobráis los intereses de demora. Ahí está vuestro mercao, más recogido si queréis, pero de mucha mayor calidad, por el ímpetu lógico de los novatos. Ya si se permite que las mujeres den misa, un puntazo. Y con el Padre Johnny dale que pego a la guitarra, sería como la Rolling Thunder Revue que montó El Maestro. Porque luego el humanismo, que como bien saben significa un hue... colgando y el otro lo mismo, lo podemos encontrar en muchas partes, normalmente donde menos se predica, y no hay por qué mezclarlo con la epopeya que significa aprenderse, por ejemplo, lo de Dios es uno y trino. Sé que me repito, pero ustedes vosotros no se han pegao cuatro horas leyendo una y otra vez aquellas escasas 10 líneas en las que venía explicado. Cuando mi abuela entró en el cuarto parecía yo la niña de El exorcista. “¿Qué te pasa michico?”. “¿Qué le has metido a la acelga, abuelita? Sal de aquí, chiu-chiu”. Por eso digo que sería mucho mejor que la religión se diera vía los cursos de CEAC. O por líneas 902. Diga o pulse tres para hablar con San Juan evangelista.

18 noviembre 2005


La LOE

Para manejar internés no hace falta ser hábil. Yo, sin ir más lejos, hasta veo los partidos de la NBA en directo en el ordenador por tres euros al mes, con una calidad del patín, que se joda Digital Plus (no pirateo, que conste, llega vía televisiones extranjeras). Pero para hacer el bandarra en internés sí, hombre, hace falta por lo menos tener el cerebro algo mayor que el de un pistacho. La cosa es que el otro día abro mi correo electrónico, que se puede consultar desde el blog pero al que no se puede entrar, que pa eso es mío, y veo un mensaje de la sección de foros de la web de Diario de Noticias, una sección donde la gente opina sobre lo que le apetece. El mensaje me avisa de que me acabo de registrar en el foro con el nombre Jorge Nagore y la contraseña no sé cual. Coño, pienso, si llevo media mañana peleándome con la receta del pollo con arroz, qué leches de registrarme yo en nada. Entonces pongo en marcha mi máquina de pensar, que consiste en ir de A a B, estar un par de horas en B sudando como un perro y llegar a C jurando que nunca más lo volveré a hacer. Deducción: alguien ha intentando registrarse con mi nombre en el foro para meter cizaña y dejarme a la altura del barro. Ya estoy a la altura del barro compadre, pásate por mi calle cuando quieras. Con katiuskas. Las reglas del foro no le dejan escribir porque ha dado mi correo electrónico y sólo desde el mensaje que yo he recibido se puede validar para empezar a escribir. Me preocupo, no crean, me preocupo de que haya gente así. Y no porque quiera suplantar mi identidad, qué va, si no porque no le hace falta mi correo electrónico para registrarse, le basta con dar uno que haya abierto él (o ella), validarlo y hacer todo el mal que quiera. ¡Albardao, bandarra! Que cambien la LOE ya.

17 noviembre 2005


Silencio

Se sienta durante horas con las rodillas juntas, la cara mirando al suelo y las manos sosteniendo un pequeño canastillo. Hace frío y llueve y la he visto ahí cuando hace más que frío y nieva. Si bajas la mirada, debajo del pañuelo que le cubre la cabeza, se pueden ver unos ojos tristes como hace tiempo que no veo. En todo este tiempo, nunca le he oído decir una sola palabra, ni agitar el canastillo, ni ejecutar un solo movimiento brusco. Yo se lo agradezco y, cuando la veo o me acuerdo, me acerco y le lanzo una moneda desde mi pedestal, como decía El Maestro. No sé si será una estrategia de marketing como otra cualquiera, pero lo cierto es que es la única que a mi me convence. Hace ya años que obvio a los limpiacristales, a los pañueleros, a los que van con muletas, a los que usan gatitos, perritos o espantosas heridas. Sé que es cruel y que cada uno es como es, en la riqueza o en la pobreza, pero la verdad es que cada vez valoro más el silencio, la ausencia total de artificios y detesto el ruido gratuito, incluido el mío. Frente a toda una recua de parlanchines, telepredicadores y locutores de pago, políticos pelmas y ruido de sables, su presencia, lo tengo que decir aunque sea triste, me reconforta con el ser humano, aunque sea en particular, y me reafirma en algo que le dije hace ya años a un amigo que trabaja en una ONG cuando me aseguró, después de verme lanzar una moneda, que con aquello no se arreglaba el hambre en el mundo: “Tienes razón, pero mientras lo intentas arreglar tú, que se coma un bocata de mortadela, ¿te parece?”. Y es que, aunque seguramente tenga todas las razones del mundo para meter el ruido que le dé la gana, nada me resulta más digno que su compromiso con el silencio. Me da remordimientos. Lance o no lance moneda.

16 noviembre 2005


El lápiz

Me encontraba recibiendo a cargo de mi masajista una hermosa tunda, que aún no me puedo girar a ver pasar la vida a ver pasar las chicas que cantaba Albert Pla, y de repente oigo una canción que me suena, ésa que ya les conté y que dice: “Pasen, pasen, que mi casa es vuestra casa, si es que hay casas de alguien”. Le digo a la masajista: “Anda, Adriana, no sabía que te gustara Sisa”. “No es un cd Jorge, es la emisora del ayuntamiento. Muerde este lápiz, que va a doler”. Jodó, de lo que se entera uno, un diluvio de años viviendo aquí y primera noticia de que el ayuntamiento tiene una emisora y mucho menos de que el ayuntamiento se está volviendo de la CNT, emitiendo a Sisa. Entonces pensé: esto debe ser un mensaje subliminal, ponen lo de que no hay casas de alguien pa lavarse las manos. Porque tener delante del naso durante 8 años la espectral silueta de la casa que se levanta encima de lo que fuera la mercería Oronoz y no haber hecho nada es no sé ya si sólo sospechoso o directamente una dejación de obligaciones. En la plaza que debería ser cuando menos un lugar digno, a menos de 30 metros de uno de los balcones más famosos del mundo junto con los de Sofía Loren y Pamela Anderson, tenemos una casa y, sobre todo, un comercio cerrado a cal y canto que más parecen sacados de Mostar o de Sebrenika, como mi calle. Me acordaba de cuando hice obra en casa y la técnico municipal medía hasta la distancia entre el water y el lavabo, que no sabía yo si había venido una de rehabilitación o de CSI. O de cuando puse una tienda y como la puerta abierta hacia fuera sobresalía centímetro y medio de la vertical de la fachada casi no me dan la licencia. Me acordaba de cómo habla la alcaldesa de revitalizar el comercio del Casco Viejo. Y mordí muy fuerte el lápiz.

13 noviembre 2005


Mascarada

A saber: en la peluquería, en la carnicería, en el bar del café, en la oficina, con la cuadrilla, en el ultramarinos, en la ferretería, en el sex-shop, en el bar del pueblo, donde hago la porra. Un pastón me dejaba en participaciones, todo por que no fuera a ser que tocara donde pasto y me quedara a dos velas. Pero me planté. Hasta aquí ha llegao el Arga. Y no por una postura de rechazo al capitalismo, nah, por un chivatazo, porque me lo sopló un amigo que es limpia en San Ildefonso, vamos, que les deja los cristales niquelaos. El asunto es que ya me sospechaba algo, que los del cuarto premio del 93 eran clavaos a los del segundo del 2001 y al del gordo del 97 lo tenía yo visto de algo. “Son extras, Jorge, todas esas gentes que ves en la tele descorchando champán son figurantes. Los van rotando. Un año les llevan a Sort, otro a Valencia, al siguiente a Don Benito. Unas veces les ponen orilleres, otras traje, son albañiles, de una asesoría. Hay unas 30 o 40 cuadrillas rulando. Alquilan un bar y allí hacen el show”. Si ya decía yo que no era normal que no conociese a nadie al que le hubiese tocao. Y esas declaraciones: “Pa tapar aujeros”. El Cañón del Colorado tapaba yo con lo que te ha tocao, mangarrán. ¿Y los niños?: “¿Has visto tú a algún niño de San Ildefonso de mayor? Ninguno. Cantan su año, como mucho dos, y los recluyen en el gimnasio del colegio. Hasta que crecen. Entonces los convierten en parte de una cuadrilla”. “¿Y los periodistas?”. “Nada, no ves que son ellos los que les mandan a donde dicen que ha tocao. Para cuando llegan allá, que suele ser un bar de un polígono donde no haya vecinos, ya está la mascarada en marcha. Luego van llegando más premiados para dar sensación de improvisación”. “¿Y esto no se puede denunciar?” “¿A quién?”

12 noviembre 2005


Adoquín

Leo en internet: “No admito poner losa en la plaza del Baluarte: en todo caso, adoquín serrado”. Espero que lo sierres tú en persona Mangado, con una sierra de esas de rizo que usábamos en Pretecnología con el chapa ocumen y que saltaban como las cuerdas de la guitarra de Jimi Hendrix. Te pones un puestico ahí en la plaza, cubierto por si no te quieres mojar, no como los que bajamos al parking por la entrada de peatones, y hala, dale que te pego, ritmo y alegría. Ya te llevaremos unos sugus de vez en cuando pa que no te baje la tensión. No admite, no admite y yo que pensaba que el Mangado era arquitecto y no el Concejal de Urbanismo, pero va a ser que no, que a aquí a uno le encargan una obra y enseguida se le va la cabeza. “No admito poner losa porque realmente se produce un contraste entre la escala y la tersura del edificio y el pavimento”. Eso de la tersura está muy bien, muy bonito, eso se lo dices a tus alumnos de clase de la Facu. Al resto, como que no nos torees compadre, que ya tenemos el culo pa otros menesteres y que un arquitecto, por muy principal que sea, o que se crea, nos venga con mandangas de estas y tenga el morro de decir que la gente entra “confortablemente” al edificio o no ve o no quiere ver o sufre delirios de grandeza o todo junto. Yo aún no he oído a un ingeniero decir: “No, la carretera la hemos hecho con bien de curvas porque así se integra mejor con el paisaje ondulado y zigzagueante del Baztán. Las rectas, en Tudela”. Éstos no, éstos sueltan lo que les viene en gana y además seguro que van a los foros donde se dan palmadas en la espalda y les ríen la gracia. Yo tengo un primo al que quiero mucho que está a punto de acabar arquitectura. Voy a empezar a darle guaskazos desde ya, no vaya a ser que acabe como este.

11 noviembre 2005


Cemento

Juas, juas, lo de quejarse en el blog está muy bien oigan, aunque echo en falta sugerencias, a ver si nos ponemos las pilas. No sé quien envió el artículo sobre Ismael Serrano a un foro de fans y me montaron un cisco que pa qué. Eso es lealtad, con un par. Donde no hay gusto, que por lo menos haya constancia. Algo similar pasó con lo del Athletic y ya había uno acusándome de navarrista, da gusto cómo reduce la gente las cosas. Ese no sabe, por ejemplo, qué opino de la selección navarra de fútbol. Pues, como decía el gran Eskroto, se lo voy a principiar. Pasa por ser una de las mayores juladas que se han inventado en los últimos tiempos, bastante por delante del Día de Navarra y Coti, ese mal clon de Calamaro, y María Isabel –antes muerto que al concierto- llevándose el erario público. Lo de montar una selección no recuerdo ya si fue idea de José Luis Díez, del propio Sanz o de quien, pero están a tiempo de no seguir haciendo el ridículo única y exclusivamente por tocarle las pelotas a la selección de Euskadi. Y es que no se dan cuenta que a la masa nos resbala que haya un equipo tal, que, como somos bien pocos, nos vemos el 99% reflejados en Osasuna y punto pelota. Dirán que están en su perfecto derecho. Sí, pero confundir derecho legal con mero oportunismo y rabieta es bien diferente. El que se sienta navarro-español, genial, el que se sienta vasco-navarro, estupendo, el que se sienta en su sofá, como yo, pues también, pero lo cierto es que la capacidad de convocatoria de semejante bodrio hasta la fecha da para que dimitan unos cuantos. La siguiente cita es ante China. Si al menos lo hicieran en Marcelo Celayeta, que como decía Cañita Brava “está infestao de chinos”, aún lo vería alguien. Pero no, al Sadar. Resultao: Navarra 0–Cemento 1.

10 noviembre 2005


Turbopija

Serían sobre las seis de la mañana. Tenía los ojos del revés, después de toda una noche de empalmada. Entonces Jennifer López abrió el sobre y lo dijo: “And the Oscar goes to ...”. Pal Maestro, el Oscar fue pal Maestro, que entraba en la ceremonia vía satélite desde Sydney, donde tenía unos quehaceres. Fue cuando iba a empezar a dar su discurso de agradecimiento que la comentarista cometió su gran desliz, ponerse a rajar del vestido de la López, en plan turbopija, que es lo que es, la comentarista. Y la otra, obvio. Yo, claro, esas cosas no las perdono, ni las olvido, amén de que lo tengo grabao y por muchas veces que lo haya visto sigo haciendo mala sangre. Regla fundamental para comentar los Oscar: cerrar la puñetera boca cuando los premiados hablan. Pues no, la turbopija, a cascar, que se note que se lo está pasando chupi y qué mona va la López. Que le den por saco a la López. Ahora es una de las estrellas de Cuatro, compartiendo micro y glamour con el Boris y uno con cara de triste. Ya nos torturaba con su presencia en Lo más plus, que tuve que dejar de verlo cuando entró ella, y ahora toda la tarde en el Cuatro éste, señor, señor. La solución, no verlo, pero no es manera, que seguro que el programa tendrá buenas cosas, pero es la única solución, antes de que se me ponga la hernia de hiato como un balón medicinal. El primer día probé para comprobar si lo había superao. Venga Nagore, vamos, que no es nada, que la chica es maja, que no lo hace queriendo, si es pija pues es pija, hay cosas peores. Imposible. Duré 15 minutos. Es que cada vez que la veo no puedo remediar acordarme de aquello, de cómo dudaba El Maestro antes de empezar a hablar. Igual alguno le silbaba por detrás: “Ahora, que la turbopija de la Siñeriz ya se ha callao”.

09 noviembre 2005


Athletic

Me indigna que haya aficionados de Osasuna que deseen que el Athletic baje a Segunda. Es algo que no comprendo, pudiendo bajar a Tercera, no sé, por impago, y a jugar contra el Indautxu. La gente no tiene amplitud de miras. El otro día estuve cenando con unos amigos y ella se llevo un disgusto tremendo con el postrero empate del Espanyol. Yo me agarraba al sofá para no levitar y le dije: “No pasa nada mujer, un año en Segunda no hace daño a nadie”. Ella me dijo: “No seas así, si somos todos vascos”. Ya, los del Indautxu, también. Me puede eso de confundir culos con témporas, escenarios semicomunes con sentimientos y, bajo el discutible pretexto de que todos vemos la ETB, pues no deseemos el descenso del vecino. A ver, el Athletic de Bilbado representa a la perfección el papel de ese macarrilla de patio de colegio que todos nos hemos encontrado alguna vez y que reparte collejas a los más débiles, pincha balones y mira por encima del hombro como si estuviera por encima del bien y el mal. Recuerdo como si fuera ayer, porque estaba justo encima de la caseta del banquillo visitante, cómo se descojonaban de risa Clemente y Meléndez tras una cantada de nuestro Barandika en un partido de Copa de la Liga en El Sadar, como diciendo mira esta pobre gente qué taruga es. Pues nada, ahora toca pagar excesos, que los rojos seremos pobres, pero la memoria la tenemos bien larga. Y no es una cuestión de elegancia o no, es una cuestión de que, de vez en cuando, no está de más que al macarrilla del patio le peguen un toque y las pase canutas. Además, no estaría mal, así igual no nos teníamos que tragar resúmenes de 45 minutos del Athletic antes de poder ver uno de dos minutos de Osasuna, que para la ETB somos vascos cuando vamos bien y cuando no, de Calahorra.

06 noviembre 2005


Navajas

Es un placer especial. Afeitarse es un suplicio para los que tenemos la cara tan suave como el culo de un niño, sin raya en medio, pero, desde que descubrí a mi barbero, soy otro (parece esto un anuncio de compresas) y me la dejo crecer, la barba, varias semanas, sólo por el gusto de pensar los navajazos traperos que me va a meter Pedro Navaja por el módico precio de 8 euros. Porque a mí la barba me sale como las ideas, cada una pa donde le place, y así que algún día frente al espejo me hacía unos esguinces cervicales de collons. Pedro en cambio me sienta en la silla y aquello va como la seda, me da un masajito facial (mal pensaos) y me subo a casa de un relajo que parece que regalan los tripis. Y me se escandaliza la gente y me dice: “Tú lo que eres es un sibarita”. Yo les pregunto si me meto con esos pantalones de a 120 euros que se han comprao, que me dan a mí pa un año barbas, que la gente gasta en ropa que alucinas, que es una de las cosas que menos entiendo, junto a lo de Dios es uno y trino y quién es el artista que les pone el nombre a las calles. Y esos Interviús atrasaos que tiene Pedro en la mesa, eso no lo tienen en Zara. A mí me llevaron esposao una vez a Zara y a los cinco minutos tenía la tensión tan alta que Iberdrola me hizo una oferta. No he vuelto y la ropa me la compra mi rival, cuando le dejo, que tenemos unos consejos de administración que nos duran varios días. Como dijo en la tele aquella señora que iba en el coche con el pariente y se les apareció un ovni: “Yo era muy recíproca a salir del automóvil”. Igualico que yo con la ropa, recíproco puto. De ahí que imposible que me vayan a ver a mí el pelo en el Tajo Británico ése que han estrenao. ¡Puahh, si no hay barbero! Y pa escaleras mecánicas, pues me voy a Unzu.

05 noviembre 2005


Taburete

Uno de mis múltiples motes en la cuadrilla es tabu, todo porque una noche de farra pillé un taburete de un contenedor en mitad de Calderería y me marqué un remix de Camarón que me quedó estupendo. Yo es que tuve una temporada en la que fregaba los platos con una vieja cinta de Camarón y Tomatito en directo en París y se me quedó grabao. La cinta se la quedó mi hermano y hasta hoy, ¡paga lo que debes Nagore! Así que no me quedará más remedio que, después de ver la última de Woody, comerme er biopic (¿se dice asín no?) de Camarón, que se estrenó ayer. Y me jode, con perdón, porque yo tengo al protagonista en mi amplia lista de invisibles, no tanto como kevincosnedejesús, pero bien colocao. El susodicho Oscar Jaenada, que dicen que lo borda, cometió uno de los peores pecaos que puede cometer alguien, vamos, o por lo menos a mí me dejó tieso. Hizo una película que se llamaba XXL, que seguro que era una aberración, y no tuvo el menor reparo en asegurar que era malísima y que la había hecho por dinero. Que iba del intelectual el muchacho, cuando no había empatao aún ni con el Alesves. Es habitual esto, ir de elevao por la vida y decir: “No, yo pongo copas sólo por necesidad”. Como si poner copas fuera de degeneraos. A ver, no se muerde la mano que te da de comer y, si lo piensas, pues se lo cuentas a tu novia. El inmenso Walter Matthau dijo una vez que había rechazado muy pocos papeles en su vida, que cuando era niño soñaba con salir en pantalla y que el mero hecho de ser una leyenda no le daba permiso a rechazar lo que miles de actores en paro soñaban con aceptar. Nunca criticó públicamente nada de lo que hizo y menos a nadie de con quien lo hizo. No se habla mal de las ex, Jaenada, que nunca se sabe en qué taburete te va a tocar sentarte.

04 noviembre 2005


Papelitos

“Tuve que llamar señor agente, tuve que llamar, usted lo comprenderá, que tendrá mujer e hijos, señor autoridad, que me urgía”. “Na de eso chaval, llamar a un teléfono y mentir sobre la personalidad propia de uno es delito de cuerpo presente. Personalmente en persona lo pienso empapelar si no me da una explicación a luces todas aclaratoria del incidente relativo”. “Mire, señor agente. Pues se lo explico con instrucciones. Esto empieza cuando al buzón de mi casa empiezan a llegar unos papeles pequeños escritos con letras de colegial que dicen que compran piso por esa zona o que venden piso por esa zona y que llamemos al... ¿Esto va a salir por televisión, que yo no quiero problemas”. “No”. “Da igual, no me arriesgo, que llamemos al piiiii y 670 los tres últimos números y preguntemos por un tal piiiii. Y así, día tras otro. Y en la calle y en los comercios, siempre los mismos mensajes con distintas letras pero el mismo teléfono. Yo, que estudios no tengo pero si economato y que no me chupo la viga maestra porque no me llego, me pienso pa mi: ¡ahh, perillán, tunante, pocafe, tú eres de una inmobiliaria, tú eres un forajido enmascarado, tú no has oído a El Maestro cuando dice que incluso para vivir fuera de la ley hay que ser honesto! Y me encendí, señor pistolas, lo asumo”. “Abunde, abunde”. “Pues eso, que pasaos seis meses y 100 papelitos, pues que tuve que llamar y preguntar por el tal piiiii, que me compraba un piso, decía, el tío mentiras”. “Y le mintió”. “Los dos, señor placas, los dos. Que yo quedé con él al día siguiente en un bar equis pero él no me dijo que era de una inmobiliaria que esparcía los papelitos pa pillar incautos y llevarse las comisiones alicuotas”. “¿Y?” “Pues que aún estará esperando”. “Le invito a una caña”.

03 noviembre 2005


Líquido, Pablo

Serrano, jamón. Perdón, Ismael, Ismael Serrano, en qué pensaría yo. Mañana y pasado pueden asistir a dos formas diferentes de afrontar la vida y la música. Mañana, en la Escuela Navarra de Teatro, por 10 euros, Pablo Líquido. Pasado, en Baluarte, por 26, Ismael Serrano. Ubicación y precio, así tomados de uno de uno, como decía Celaya, no son nada, pero, si se rasca, se ve la diferencia. Vaya por delante que Pablo es colega, y bien antiguo, pero no escribo esto por eso, que se defiende solo y que además qué falta le hago yo, que mañana cumple su concierto 500. Y vaya que Ismael Serrano me parece un horror como cantante, compositor y personaje, un niñato de esos surgidos en la época de cuando “contra el PP vivíamos mejor” y que a la vera de Prisa, donde trabajaba papá, y de las discográficas, creció como respuesta progre y tópica para solaz de otros niñatos de chupa de pana y té en el Vienés leyendo a Proust. Escribo esto porque la duda ofende, la diferencia se marca y el camino ha sido el que ha sido, al margen de que asistir a un concierto de un tío que celebra la vida en cada nota y a otro de un deprimido antes de haber tenido tiempo a deprimirse, pues no tiene color. Pablo se ha pateado todo el país en los garitos que tocaban, no por gusto, aunque a gusto, y el otro se ha pateado los estudios de las radios, de las teles y todos los manifiestos que le cayeran. Pablo saca un güisqui y después de marcarse un espeluznante versión de Angie y decirle hijaputa a la cuerda de la guitarra, grita: “¡Alegría de vivir!”. Y brindamos todos esperando al Wild World del gato Stevens. El otro va vestido de Paco Ibáñez. Ustedes vayan al que les dé la gana. Mi madre me ha dao de paga 26 euros pal fin de semana. 10 pa la entrada y 16 en birras. Alegría de vivir.

02 noviembre 2005


Carrusel

Qué nervios hija, que a pocas no debuto, aunque total, pa lo que hay que ver, que ya lo dice El Maestro: “Hay un millón de rostros a mis pies, pero todo lo que veo son ojos oscuros”. Dos días y ya dan ganas de volverse pa dentro, con tanto festejador, como si me conocieran de algo. Pero ya me conocerán, ya, que les avisé. El caso es que estaba tan tranquila en casa, pin-pan, pin-pan, a mi bola, y a mi padre no se le ocurre otra cosa que poner El Carrusel. Y me puse atacada. Es que a mí El Carrusel me ataca. ¡¡¡Goooool en El Sadar!!!! Eso no hay feto que lo aguante. No dijo gol de Osasuna, no, sino en El Sadar, que son unos torturadores. ¿Qué pasó?, que pegué un zurriagazo al aire cuando confirmaron que el gol era nuestro que a pocas se va mamá escaleras abajo encima de la San Basilio, que estaba de visita, supongo. Pero no quitó papá la radio y pasó lo que tenía que pasar, que me puse cardiaca, empecé a hiperventilar y digo, pues nada, a ver si dándome la vuelta consigo no oír, pero ni queriendo. Y cada vez que atacaba el Espanyol, toma patada. Hasta despejé un par de oportunidades de ellos. Entonces metimos el segundo y debió ser algo así como lo que cuenta Fontanarrosa que le pasó al viejo Basile, porque pegué tal brinco como pa habernos matao. Nos fuimos a la Ruber quemando ruedas, mamá con la tripa como el punching-ball de Tyson, yo del revés y papá yéndose pata abajo. Pero con tres puntos más y de líderes. Y nací, por error al no distinguir patadas de contracciones, pero nací. Y ya que estoy aquí y que me han puesto el nombre de la canción La Perversa Leonor de Krahe pues les voy a hacer aprecio y se van a enterar. El primer paquete les va a caer a los de la SER, que no se han coscao de que con la salud de los rojos no se juega.