30 abril 2006


Lambchop

Utrecht (Holanda), junio de 1996. “¡Hey, Lambchop, no te vi por Cincinatti! Este hombre ha estado en más conciertos míos que yo” dice Bob Dylan a la audiencia. Efectivamente, Lambchop (chuleta de cordero) ha estado, como muchos otros, en centenares de conciertos de Dylan y, cansado de oír cómo la gente pide canciones, siempre grita: “¡Gracias por venir, Bob, gracias por venir. Eres el hombre, siempre lo has sido y siempre lo serás. Toca lo que tú quieras!”. Bolonia (Italia), septiembre de 1997. 300.000 personas escuchan a Dylan, que ha cobrado 70 millones de pesetas por tocar tres canciones en el Congreso Eucarístico Mundial. La curia vaticana le ha pedido que toque Blowin´ in the wind, para algunos canción símbolo de la paz, y Juan Pablo II está en el escenario mientras Dylan, con sombrero vaquero, toca sus tres temas. No toca Blowin´ in the wind. Si el Papa hubiera conocido a Lambchop, sabría que Dylan no acepta peticiones. Kilkenny (Irlanda), julio de 2001. Mi primo Israel me pregunta por qué estoy llorando. Le podría decir que lloro porque me acabo de enterar de que han asesinado a José Javier Múgica en Leitza, pero le estaría mintiendo, aunque lo sienta terriblemente. Lloro porque delante nuestra Dylan está atacando los primeros versos de Visions of Johanna, cuando dice “estamos aquí desamparados, aunque pongamos lo mejor de nosotros mismos para negarlo”, y ésa es razón más que suficiente. Dylan va a tocar por la paz en Donosti el 11 de julio, aunque él ya ha solicitado que no haya ni una sola consigna política. Duro lo vas a tener, Bob, te van a hacer peticiones, a ti, que hace tres años que no tocas Blowin´ in the wind y del que algunos sabemos que la petición concedida eres tú mismo. Gracias por venir, Bob, gracias por venir. Toca lo que tú quieras.

29 abril 2006


Me niego

Me niego en círculo a que un Municipal (o quien sea) me husmeé por vídeo cuando voy por la calle, sea la hora que sea, así la ausencia de cámaras se traduzca en que si alguien me asalta luego no se le pueda identificar. ¿Qué pasa, que no te pueden asaltar también en las Bardenas? Esto se sabe cómo empieza pero no cómo acaba. Que el Ayuntamiento de Pamplona se planteé poner cámaras en el Portal Nuevo porque en 6 meses han tirado dos tapas de alcantarilla barandilla abajo clama al cielo. ¿No hay otras opciones para que las personas normales (es un decir) no tengamos que compartir nuestra intimidad con los mercedes milá del ayunta porque existan cafres con el cerebro de un pistacho? Claro, entiendo que el pobre al que le cayó la tapa encima estará de acuerdo (yo también lo estaría), pero seguramente también hubiera preferido que a esa hora, si es un punto peligroso (como es y como se sabe desde hace tiempo que lo es, porque los que vuelven de mambo de lo Viejo a San Juan por ahí son legión y algunos, por mera estadística, unos fiemos), hubiera policías de paisano pegándole al katxi o liándose un porro para dar el pego. Porque aquí venga de salir hornadas de munipas y forales, que me parece muy bien, que cada uno se gana la vida como le peta, pero luego, en cuanto se hace de noche, se la da en el vídeo al play desde el despacho (que fuera hace frío) con los pies cruzados encima de la mesa y rascándose un huevo y “mira ésa qué tajada lleva” (¿a ti qué te importa la tajada que lleva?). Que los organicen mejor, que alucino cada vez que alguno me dice que tiene toda la semana fiesta porque la pasada curró tres noches (bajo techo). Me alegro por él, pero así no va el tema, así, con las camaritas, pagamos todos la incompetencia de algunos y la locura de otros.

28 abril 2006


Descarga

Si del eMule –como antes del Napster- se descargara petróleo, vestidos, chuletones o langostas, el eMule habría durado menos que Aitana Sánchez Gijón en jolibud. Si en el top manta se vendieran certificados notariales, títulos nobiliarios, subvenciones gubernamentales o coches, el top manta sería perseguido y apedreado en plaza pública. Y, sobre todo, si la gente tuviera algo de respeto no sólo para lo suyo y para el robo clásico –entendido como aquel en el que uno se juega algo y se arriesga a estar peor de lo que estaba- y dejara de hacer el forajido con la música, yo podría seguir comprando discos en la tienda en la que casi siempre los he comprado, que mucho me temo que no podré, y a un precio ridículo si analizo que el disco es sencillamente magnífico y que tal vez lo vaya a oír más de 1.000 veces (a 1,8 céntimos la escucha, a 0,03 céntimos el minuto). Y no podré porque la gente –jóvenes y adultos, cachondos ante el hurto que queda impune- se cree que pirateando cosas oficiales, que están en las tiendas –que nada tiene que ver con descargarse cosas que ni están ni estarán en las tiendas, como conciertos, recopilaciones privadas, etc-, piensa que el daño se lo hace a las discográficas –que ganan lo mismo o más con los móviles y esas historias- o a los cuatro músicos millonarios de turno, cuando lo único que consigue –gratis, eso sí- es que las tiendas de discos siguen concentrándose en grandes superficies que tienen música por que hay que tenerla y que muchos músicos con talento no puedan publicar nada porque la discográfica sólo apuesta por Alex lumbago o por La oreja de tu vieja. Muy bien, vosotros lo habéis querido. Que os aproveche mientras seguís robando a los pequeños, a vuestros propios vecinos. Así pilléis la rubéola en la siguiente descarga.

27 abril 2006


Tapones

Vaya nochecita la del viernes, ¡cómo caía eh! Caía tanto que, a fuerza de oír las gotas estamparse contra las tejas que tengo medio metro por encima de la cama, abrí el ojo a eso de las tres de la mañana, me lo quité, lo dejé dentro del vaso junto a la dentadura postiza y fui a hacerme un café (es que si hago el café con el ojo puto puesto se me empaña, por el vapor. Y me llora. Es una mierda de cristal, pero muy sensible). Y así, todo uniojo, me hice un café que levantaba la txapela y me desvelé del todo. Opciones: a) pillarme otra batidora en la teletienda. Descartado. Finales de mes. b) leer algo. Descartado. Ojo en el cuarto, rival durmiendo, mucho ruido, no tentar a la suerte. c) ponerme las katiuskas, irme a la calle, saltar en todos los charcos que vea y cantar el así gana Indurain. Aceptado por unanimidad. Salgo y, al poco, por delante de mí pasan tres jambos a todo gas con tres antorchas empapadas en bencina. Los Juegos Olímpicos no pueden ser, así que a alguien se le ha debido ir la luz, pienso. Normal, con la que cae. Tras ellos, ya a trote más cochinero, pasan otros tres maromos llevando una tapa de alcantarilla de ésas con forma de yunque. No le encuentro uso, pero mejor que andar drogándose. Acto seguido pasan como exhalaciones otros tres elementos con sprays de pintura en las manos. Definitivamente, intuyo, tiene que ser el Circo Ringling, si no no me lo explico. Me voy de nuevo a casa y llevo desde entonces leyendo y oyendo las declaraciones de unos y otros sobre los hechos, especialmente sobre el lamentable de las antorchas. Sí, es el Circo Ringling. Y parece que ha venido para quedarse, una larga temporada. Tendré que volver a dormir con los tapones puestos. También el resto del día. Y ahora el ojo me tica solo. Normal, con la que cae.

26 abril 2006


A por ellos

La cosa se calienta. Y no me refiero a la caída del abrigo, esa estación que ya ha llegado y en la que los hombres, mayormente, nos vamos chocando contra las señales y los postes pero que nos quiten lo mirao. Hablo del partido del domingo. Si el gran Pedrag Mari acuñó la famosa si nos confiamos somos muy malos habrá que convenir que cuando nos calentamos y nos pasamos de frenada nos ponemos asquerositos y, por el efecto boomerang, nos pega nuestra propia ira en la jeta y qué más quieren en Madrid que que pase lo que ellos quieren que pase, que no es otra que que algún zangolotino la líe en forma de petardo, de tornillo o de lo que sea, nos descentremos, nos ganen y además nos chapen el campo –con las ganas que tienen- y el día del Valencia tengamos que jugar en Donosti. Porque para eso ellos son unos maestros desde los tiempos de Buyo, Gallego, Michel, Hugo Sánchez y Valdano, y nosotros, pues unos cenizos. Y el personal, entre los primeros calores y el sexto pacharán –que lo carga el diablo- llega al campo muy inflamable y se nos va la mano. Y por ahí no. Miedo, mofa y cachondeo que pasen todo el necesario, pero a ver si tenemos el suficiente talento de perjudicarles lo más posible sin ni siquiera acercarnos a ningún límite y, por supuesto, sin perjudicar a los nuestros ni un palmo. Porque andan ya los foros y las gentes preparando cánticos y eso está muy bien, que cantando somos bastante ases, pero miedo me da que de ahí pasemos al nivel 5 del huracán. Y eso que ya llevamos bastantes años demostrando que somos capaces, pero este año no es lo mismo, en un partido en el que te juegas lo que nos jugamos en este. A ver si es verdad. Por mi parte, cuando no anime a los nuestros, no pienso parar de gritarle “guapa” a Guti en todo el partido. ¡Qué fuerte, Nube, tía!

23 abril 2006


San Yo

Hoy es San Yo. En San Yo (Gloria Fuertes, cuando le preguntaban por qué escribía tanto de ella, si no era eso una forma de egoísmo, contestaba que no, “que era una forma de yoismo”) a ellos se les regala a un libro y a ellas, al comprarlo para regalarlo, una rosa, al menos en Cataluña. Un año, por San Yo, me quedé con unas 130 rosas en una librería que tuve, que más que librería era una copistería, aunque de vez en cuando alguno –más bien alguna- se despistaba y compraba un libro. Yo le tomaba la temperatura y pensaba: “Mira, aún hay gente que lee y que no hace fotocopias”. Tuve que cerrar aquel negocio –aunque el negocio lo hizo al que le alquilé el local, que posteriormente yo remocé a base de bien. El banco también hizo negocio- porque me llegó una oferta que no pude –ni me apeteció- rechazar (el que no toma decisiones no se equivoca. Recuerdo las palabras del maestro Iturri, que me quitaron todas las dudas y que siempre le agradecí: “¡Jordi, estas cosas pasan una vez en la vida!”). El caso es que aquel San Yo, el único que viví al frente de mi librería, me quedé con 130 rosas rojas, preciosas, y eso que, como mucho, habría comprado 150. Obviamente, la broma me salió a doblón, así que, para rematar, como era viernes to el día, me fui con mis amigos a vivir la noche, otra vez. Y, en mitad del jolgorio, me acordé de las rosas, me acerqué a mi tienda –que estaba en plena Zona Cero- y aquella noche hubo rosas para todos y para todas, aunque la mayoría sirvieran para remover el gin-kas. Han pasado muchos años de aquello y sigo pagando la reforma del local, pero me acuerdo con gratitud de casi todos y cada uno de los que compraron un libro en aquella humilde tienda. En vuestro honor, lectores, levanto hoy mi gin-kas con rosa. Salud y que dure.

22 abril 2006


A no ser

Recuerdo las insistentes y proféticas palabras de un experto –que lo era y es, creo- en comercio y consumo antes de que llegara el euro: “Los consumidores no se tienen que preocupar por el redondeo”. Dio en el clavo, pero se olvidó del resto de la ferretería. El redondeo nos importa una higa de Monreal. Lo aterrador, algo que no tenía previsto el experto, ha resultado ser el alzeo. El alzeo por todos conocido ha consistido en que lo que costaba 100 ahora cuesta 1, lo que costaba 500, 5, y que un billete de 10 euros sea difícilmente equiparable a uno de 1.000 o uno de 50 a uno de 5.000. En esta muy próspera ciudad, la del PIB por encima de la media, la de la menor tasa de paro y unas cuantas macroeconomías cojonudas, siempre según fuentes gubernamentales –que en esto es lo mismo que decir según los convocantes de la manifestación-, sales de casa con un billete de 20, te compras medio moco, a ser posible no muy maduro, y con las vueltas te pillas unas pipas para ti y tus palomas de cabecera. Y sólo han pasado poco más de 4 años, un ciclo olímpico. Y sólo me refiero a los productos básicos, esos por los cuales agricultores y ganaderos siguen cobrando lo mismo que cuando veíamos Falcon Crest, mientras los diversos intermediarios –que eso sí que es una red mafiosa y no la de Marbella- siguen inflando el globo y el gobierno nos quiere quitar de fumar, cuando está más que demostrado que fumar quita el hambre. Y no es que yo sea materialista, más bien a la contra –je-je-, pero mis padres me malacostumbraron de pequeño a hacer al menos tres comidas diarias y ahora pues como que no me apetece cambiar de rutinas. Pero bueno, tendremos que ser optimistas y, como decía aquel otro, pensar: “Tengo suficiente dinero para el resto de mi vida. A no ser que compre algo”.

21 abril 2006


Apuestitas

“Buenas, venía por lo del depósito de Osasuna que han sacado ustedes”. “Muy bien. El mínimo de inversión son 600 euros y el máximo, 6.000. ¿Cuánto desea invertir?”. “No, si no voy a invertir. Como para invertir estoy, que no sé si me va a llegar para ir a ver el partido que jugamos en Santander. Lo que vengo es a quejarme y a cancelar mis cuentas hasta que no dejen de tratar esto como un cachondeo o un entretenimiento”. “¿Y eso? Si lo hacemos con cariño, si patrocinamos al equipo”. “Como si quieren patrocinar a la trainera de Getaria. ¿Ustedes qué se han creído que son, betandwin, miapuesta.com, el hipódromo de Lasarte? ¿Por qué no sacan depósitos con interés variable según los resultados de las elecciones del 2007? ¿O según el precio del barril de Brent en Navidad? ¿O por quién tirará el chupinazo?” “¿Qué problema le ve?”. “Pues que me parece soez que un banco navarro gane más dinero si Osasuna se clasifica peor, ¿le parece poco problema? Si Osasuna queda segundo, ganan. Si queda sexto, ganan más. Son como esos que en las porras de los bares ponen a Osasuna a perder y así se cubren el bolsillo en caso de derrota y la ilusión en caso de victoria. Sólo que peor”. “Usted es libre de invertir y además esto no influye en la clasificación que vaya a obtener el equipo”. “Hombre, faltaría más, que yo no dudo ni un metro de la honradez de la plantilla. Vamos, es que ya sería el colmo”. “Entonces no le entiendo”. “A ver, ¿una cosa a la que el Gobierno, que forma parte de la CAN, le da 1,5 millones de euros al año sólo por cambiarse el nombre del campo es importante o no es importante?” “Sí”. “Claro, porque si el Gobierno creyera que no es importante no le daría el dinero ¿no?” “Evidente”. “Pues con las cosas importantes no se hacen apuestitas, a ver si se enteran”.

20 abril 2006


Y miles y miles más

“Me di cuenta de que podría muy bien perdonarles que hubieran estado tan cerca y que sin embargo no lo consiguieran: eran jóvenes, habían hecho una temporada excepcional, y un hincha en realidad no puede pedir más”. Esto mismo lo podría asegurar yo, y miles y miles más, el día del último partido ante el Valencia, tal y como lo aseguraba Nick Hornby justo antes del Liverpool-Arsenal que cerraba la Liga 88-89. Pero para ello necesito, necesitamos, que nuestros jugadores, que hoy están aquí y mañana no se sabe, a diferencia de nosotros, que hoy estamos aquí y mañana y al otro y antes de antesdeayer –porque en esto no hay elección, es incurable-, se sacudan el miedo y, ante todo y más fácil, esa empanada tropical que ya existía en algunos mucho antes de que Aguirre empezara con los cambios. Porque yo, y miles y miles más, podemos entender que la presión te impida centrar la vista y que el mismo Puñal le hubiera pegado a una topera en el penalti, pero lo que no soportamos es la abulia, la apatía, la astenia primaveral de unos cuantos en la presión defensiva. Porque, si no pueden físicamente (y no me refiero a Milosevic), que salgan otros. El que no esté dispuesto a pasarlo la mitad de putas que lo pasé yo (por la actitud, no por el resultado), y miles y miles más, viendos en el campo, en la tele del bar, oyendo la radio (la forma más cruel de masoquismo, de ahí que muchos prefiramos ir al campo), pues que se coja la cesta, los emparedados y se vaya a Sorogain. Y no dispuestos por mí, ni por miles y miles más, sino por vosotros. Que hoy estáis aquí y mañana no se sabe (aunque algunos seáis tan rojos como el que más), pero que, a buen seguro y pase lo que pase, querréis dormir con la conciencia tranquila. Como haremos yo y miles y miles más. Gracias por adelantado.


19 abril 2006


Pacto

Evidentemente, ahora mismo cambiaría todo lo que tengo y lo poco que soy por volver a echarme una cerveza con mi amigo Txutxin. Como estaría yo sin blanca, ya pagaría él. Hoy por ti, mañana por mí. Y él me vacilaría y me diría que me había mirado la morena al entrar y yo le diría que le había mirado a él, como hacíamos siempre, mientras el resto de la cuadrilla discutía si pedir o no otra ronda de chupitos o cualquier otro asunto importante de verdad. Supongo que ustedes, a los que seguro que se les han muerto muchas gentes queridas, estarán pensando que son mi juventud, o lo que eso sea, y el aún escaso paso del tiempo lo que me llevan a pensar así y a querer driblar la realidad, que es un signo de inmadurez. Puede ser, pero entonces seguiré siendo inmaduro a los 80, porque me llevo muy mal con la muerte y más con la de alguien del que apenas 12 horas antes te has despedido en un bar y te ha dicho que “a ver cuándo ese artículo en contra de Sete Gibernau” y que fue el primero que me escribió un comentario en el blog y con el que has compartido todo lo que dos heterosexuales pueden compartir en la vida. Intuyo que ustedes también lo cambiarían todo. Estoy seguro. Pero me gustaría preguntarles si también lo harían si supieran que de su cerebro se iba a borrar para siempre este pacto realizado, con lo cual ustedes sabrían antes lo qué iba a pasar pero una vez que pasara no recordarían nada de lo pactado y estarían poco menos que en la indigencia material, que no moral, aunque con su ser querido delante. Piénselo, si les apetece, mientras yo trato de driblar este mal rato de debilidad del que me disculpo ya mismo pero que también forma parte de la vida como aquellos magníficos en los que te echas una cerveza con un amigo del alma y el sol sale y es tuyo.

16 abril 2006


Váteres

Artemio Bermejo le instaló unos cuantos inodoros a la administración, pero, como las cosas de palacio van despacio, no los cobra. De ahí que se presente un día en la cárcel a ver si pilla al Ministro encargado del asunto, que pasa por allí a un evento, y éste le puede resolver la falta de liquidez en la que le han metido los inodoros, porque se ha quedao cagando y sin papel. Bermejo, que bien podría apellidarse Roca, se ha ido arrimando al poder desde que tiene uso de razón y con su mente preclara ha pensado que, ya que es en algunas administraciones donde más mierda hay, qué mejor que fabricar unos buenos váteres y ganarse unos durillos con los alivios ajenos, sin pasar por un concurso público pero sí por la casilla de salida y cobrando las 20.000 pesetas. Artemio Bermejo, que bien podría apellidarse Roca, medra y medra y se arrima al Ministro más que Jesulín al toro y que su señora a las puertas traseras de la Seguridad Social, pero la casa de lenocinio en la que se va convirtiendo la cárcel le va alejando de su objetivo y, a pesar de que por un momento ve abrirse las puertas del cielo, finalmente la avaricia de unos y otros y, más propiamente, la general incompetencia hasta para robar y llevar adelante un plan con su principio y su final, hacen que le estalle el pastel en la cara. Han pasado 13 años desde que José Sazatornil Saza interpretara a Artemio Bermejo en Todos a la cárcel, de Berlanga. Han cambiado las costumbres y los más listos de su clase ya no venden cagaderos -o porteros automáticos como en La Escopeta Nacional-. Ahora recalifican lo recalificado y venden lo comprado, pero la esencia sigue siendo la misma y el resultado parecido. Y el olor. Y Roca, aunque no sea el de los váteres y que bien podría llamarse Artemio Bermejo, en la cárcel.

14 abril 2006


Rubio o negro

Ahora ustedes creen que porque es 14 de abril y voy de enrollao va y me voy a marcar un panegírico a favor la República ¿no? Pues no. Cómprense El País. O miren en las páginas de dentro de éste, que seguro que hay gentes, buenas gentes, que se han puesto a ello. A mí la República me importa menos que el futuro de Javier Aguirre, siempre y cuando mientras esté esté a lo que hay que estar. Vamos, como que no tenemos suficiente con las elecciones locales, las autonómicas, las europeas, las generales y encima una más para elegir presidente de la República. Como los franceses, que hace años que no sé quién es el presidente, quién el primer ministro y quién el maillot amarillo del Tour. Un cisco. Lo que sí estoy es a favor de abolir la Monarquía. O de demolerla, pero avisando ¡eh!, no como a esa pareja que casi les tiran la casa con ellos dentro en la Rotxa. Y eso que este Rey también me cae bien, pero me pasa como con los profesores progres que teníamos en el Opus, que tenían los que más peligro. Así se los gana a todos, con la simpatía. Y no digo que haga mal lo que haga, aunque no sé lo qué es, pero ya me dirán qué sentido tiene que por haber nacido de una determinada señora vaya a tener que saludarle yo o cualquiera con una reverencia como si fuera Milosevic (el nuestro, el bueno, no aquel al que no encontraron sangre en veneno). Pues ninguno. Por que si naces hijo de Paquirri y Carmina pues normal que salgas guapo y torero, no vas a salir segalari y con el pelo de Anasagasti, pero a ésos al menos no hay que reverenciarles. Pues no. Él, Rey. Ella, Reina. El otro, alfil. No hay por dónde cogerlo. ¿Y qué ponemos entonces? Pues lo que cantaba Manolo Kabezabolo: “Dame también un zigarro/ rubio o negro me da igual/ no estamos para elegir/ los ke lo llevamos mal”.

13 abril 2006


Sin convenio

Pese a las reuniones, no se ha llegado aún a un acuerdo, a pesar de que una de las partes asegura que los puntos de encuentro que se van logrando son negados taxativamente en la siguiente reunión por la otra parte, lo que no es nuevo, lo de negar lo acordado y a río revuelto... El caso es que no hay convenio. Y la sociedad no se ha enterado. El presidente del Gobierno no dice nada acerca de que se esté jugando el futuro de Navarra, porque tal vez esté en lo cierto. Y tal vez tampoco se haya enterado. Tan sólo se está jugando el futuro de las personas que trabajan en ese sector que está sin convenio y que, por el mero hecho de ser, la gran mayoría, mujeres y dependientas, en este orden o a la inversa, no suelen salir en los papeles ni en las televisiones. Ellas asisten con rabia al despliegue que desde hace meses se viene produciendo en una conocida empresa y, aunque asumen que todos los trabajadores están en su derecho de pedir lo que creen suyo, no entienden que parezca ser que todos los esfuerzos –gubernamentales, sindicales, sociales- y preocupaciones sean unidireccionales, mientras a ellas les siguen pidiendo más flexibilidad y un aumento salarial menor al del IPC. La inexistencia de convenio en el sector del comercio de la piel lleva indefectiblemente a que cada trabajador-a negocie con su jefe, que no suele tener problemas en coger a personas jóvenes sin experiencia pero, eso sí, una estupenda facha, aunque no sepa distinguir entre el sky, la felpa, el cuero o la piel vuelta. No digo que todos sean así, pero hay veces en que una realidad tapa a otras muchas y por las sombras se cuelan los escapistas. Y, sin ánimo de comparar, vender un bolso –y lo digo por experiencia propia- es más duro que ajustar un tornillo. Se te mancha mucho el cerebro.

12 abril 2006


¡Go Gunners!

Históricamente, los rojos hemos sido del Liverpool. Hasta los vimos una vez en directo cuando vinieron al homenaje a Sammy Lee (mientras aún están por homenajear rojos de verdad como Castañeda, Roberto, Bustin, etc). Luego, algunos nos pasamos al Manchester, por Cantona, pero duró poco, un amor de verano. Ahora todos somos del Arsenal, rival del Villarreal en semis de la Champions. Obligados, claro. Porque la UEFA y la Federación dicen que si el Villarreal gana la Champions, el segundo y el tercero de la Liga jugarán la fase previa y, el cuarto, que se la envaine. Todo eso, a un mes para acabar la Liga. Por mucho menos colgaban a la gente en el Oeste, que sería salvaje pero al menos tenía unas reglas (“¿Se ha vuelto el mundo loco? ¿Es que soy el único aquí que no se caga en las putas reglas? ¡Apúntate un cero!”, John Goodman en El Gran Lebowski.) Bien, como a veces me aburro de que a los hinchas se nos tache poco menos que de cabezas huecas, que los hay en similar proporción al resto de la sociedad, y toda vez que no les queda a ustedes, rojos, más remedio que hacerse del Arsenal, les recomiendo que se lean el maravilloso libro de Nick Hornby Fiebre en las Gradas, porque así se harán del Arsenal para siempre y sin interés, como me pasó a mí hace ya 10 años. Les dejo una sola frase del, de lejos, mejor retrato de la relación enfermiza del hincha con su equipo: “Aquel triunfo en Wembley me perteneció a mí tanto como a Charlie Nicholas o a George Graham, y me lo trabajé tan a fondo como ellos. La única diferencia que hay entre ellos y yo estriba en que yo he invertido más horas, más años, más décadas que ellos, y por eso comprendo mejor qué sucedió aquella tarde. Por eso aprecio con más dulzura por qué sigue brillando el sol cada vez que la recuerdo”. ¡Go Gunners!


09 abril 2006


Que no

Ayer cogí el autobús pa Donosti. El revisor de La Roncalesa me miraba fijamente. Apoyé el culo contra la pared, pero se vino hacia mí, decidido. Me dije: “Así se debía sentir Brad Davis en esa peli de Fassbinder”. “Usted no puede ir así, lo siento”, me dijo. “Si es por la tapicería, he comprao el Marca”, le contesté. Se lo pensó. Podía oír crujir su maquinaria interna. Hasta que me comentó: “Está bien, pero póngase al fondo del todo, no me joda”. “Nada más lejos de mi intención”. Y subí, dejando tras de mí un halo, como si fuera Michelle Pfeiffer. O George Clooney. O un limaco. Me senté, encima del Marca. Y esperé. A mi lado se sentó una abuela encantadora, de las que ya lo han visto todo. “¿Por qué vas desnudo, mi chico”. “Voy a la foto ésa que va a hacer Spencer Tunick en Donosti, con toda la gente en cueros”. “¡Ahh! ¿Pero no es el día 22”. “Sí, pero es para ir cogiendo color, ¿sabe?”. “Mejor, el que no tiene tamaño que al menos tenga color”. “¡Señora!”. “Hijo, no te enfades. ¿Sabes qué decía mi difunto Saturnino? Pues decía que si todos fuéramos desnudos otro pelo nos luciría, que la de complejos que se iban a quitar y la de bien que lo íbamos a pasar. ¿No crees?”. “Ni idea señora, yo voy porque me llamó Odón Elorza y una oferta es una oferta”. “¿Y para qué te quiere?” “Para elevar el listón”. “Bajo tiene que estar pues”. “¿Ve, señora, como no podemos ir desnudos, que en seguida la gente te falta?” “Yo no falto, doy datos. Vamos, mi Saturnino hubiese elevao el listón hasta Igueldo. Iba a velar la foto”. “Así que quería que fuéramos todos en pelotas, no se joderá el Saturnino. ¡Revisor, que me están violando!”. “Mamá, deja al chaval en paz. Y usted, se baja en Urnieta”. “¿Y qué hago yo en Urnieta?” “Coger color, porque otra cosa ...”. Elorza, que no voy.

08 abril 2006


Al exilio

Con alborozo, la concejala de juventud del Ayuntamiento de Pamplona explicó que el 23 y el 25 de junio van a actuar en la plaza de toros El Canto del Loco y Shakira, eventos ambos organizados por un empresa que me merece todos los respetos (ya he echao las cuentas troncos, con unos 10.000 en Shakira y 7.000 en los otros, más subvenciones, patrocinios y bar, cuentas hechas. Buen negocio, si no llueve). Pero a los que ya no somos juventud, al menos musical, y tampoco nos ponen lo más mínimo los gorgoritos del Baluarte (que de todo tiene que haber, el problema es que no hay de todo) estas noticias nos demuestran lo poco que le importamos no ya sólo a las empresas, que al fin y al cabo velan por sus cuentas, sino a los ayuntamientos y gobiernos de turno, porque el Canto del Loco tiene el público que tiene y Shakira, también (y es casi el mismo), y más a 44 euros, que cobra casi como los Stones la niña ésta que mueve el ombligo. El Ayuntamiento de Pamplona, por poner, se gastará un pastón en traer a unos cuantos elementos para San Fermín, cuando el 98,3% de la ciudad está tajada hasta los ojos y se entretiene feliz rascando una botella de Anís del mono con una cuchara y un pimiento rojo colgando de la oreja. He visto a Bob Dylan, sin contar conciertos a distancias de más de dos horas, en Huesca, Zaragoza, San Sebastián, Bilbao y Vitoria. Lo mismo, sin Huesca, a Van Morrison. Aquí traen a Shakira. Si se repasa la lista de conciertos internacionales medianamente atractivos para más de 5.000 personas de los últimos 30 años, Pamplona y Navarra ocuparán seguramente el último lugar del país. O muy cerca (El Ejido nos pasa ya, que este verano tocan allá los Stones). Fíjense lo mal que ando que estoy por pedir a José Luis Úriz que se presente a consejero de Cultura.

07 abril 2006


¿Verdad?

Hoy vienen los Reyes. Sin el aguinaldo, pero muy sencillos (mil a uno a que mañana leemos que el Rey rompió el protocolo y que saludó a la niña x, que a su vez le regaló unas flores, sin polen, a la Reina. Y que comieron alguna cosa rara con muchos nombres y apellidos. Iros a Casa Paco, Juancar, coño, que hay un menú pimpanudo a 9,50. Con “ensaladica de verano”. Y te echas luego en el Katatxu el carajillo de Soberano, que es lo tuyo. El triple te ibas a divertir). Lo que a mí me preocupa es que, con esto de que en Noáin hay días que no se puede dejar el avión por la niebla, y con lo mal que están últimamente los helicópteros, que les dan unos vahídos tremendos, se vengan en coche y no pillen plaza pa aparcar, que está la cosa muy negra con esto de la zona azul. Yo de ellos me pillaba una plaza de garaje en la futura Estación de Autobuses, que salen baratas. O en la Plaza del Castillo, que a estos ya les da igual para 50 años que para 75, a no ser que la clonación avance mucho. Porque no vaya a ser que por no poder aparcar lleguen tarde a lo de Javier y estos curas, que son muy suyos, empiecen sin ellos, como hizo una vez Van Morrison en Mallorca, que empezó el concierto sin que hubiese llegao Felipe, el hijo de estos señores, y entonces una conocida y según ella progresista periodista llamó cerdo al bueno de Van. Gustoso os dejaba yo la plaza de mi rival en el parking del Baluarte pero entre que a veces no rula la tarjeta y ibais a formar un atasco del tres y que si llueve la escaleras se convierten en armas letales y tú muy hábil para las caídas no es que nos hayas salido, Juancar, pues que prefiero que pilléis plaza fija. Que si encima que el Papa no viene vosotros llegáis tarde, lo de Javier se queda en na, en puro gasto. Y gastar por gastar no, ¿verdad?

06 abril 2006


La puntica

Hummm, qué entretenido es este pueblo. El Gobierno va a investigar la concesión de VPO en Orkoien, porque ve “indicios de fraude”. Plas-plas-plas, aplausos eta vuelta al ruedo. La oreja y el rabo se la daremos cuando investiguen lo demás, porque supongo que estarán conmigo en que, por pura lógica, tiene que haber demás, que no me creo yo que el mal en su máxima expresión, la prevaricación urbanística absoluta y este piso pa mi sobrina, que no le alcanza, sean sólo cosa de Orkoien, que anda que no se han construido pisos de VPO en los últimos años. A espuertas. Y no crean que con esto quiero que la sombra de duda se extienda a todos los que han tenido algo que ver con las concesiones, qué va, pero es que me da la risa que por el hecho, por supuesto investigable, de que un alcalde haya cometido una canelada verbal que merece una revisión a fondo el único objetivo sea él, cuando todavía, por ejemplo, me resuenan en los oídos las palabras de un conocido que trabajaba en un sindicato y que, como su sindicato promocionaba 150 pisos, soltó: “Yo ya la tengo asegurada”. Y vive Dios que la aseguró, con un par y la lengua bien larga. Porque aquí algunos tienen la lengua bien larga y otros las manos, que son menos espectaculares cuando manipulan pero que al final obtienen el mismo resultado. Y más silencioso. Por no hablar de los que apañan contratos de alquiler falsos, rentas, invalideces, etc, etc, y luego te salen del garaje de la VPO con un peazo coche en el que da para vivir a una familia de cuatro. O los que alquilan los pisos o habitaciones o hacen estupendas pasas. Y no es por malmeter, pero es que seguro que todos conocemos alguno, que igual a veces coincidirán. Y eso, que si van a levantar la alfombra que no sea sólo la puntica, que la puntica no vale para na.

05 abril 2006


Alegría

Venga, que no panda el cúnico, que mucho mejor un cero-cuatro que cuatro cero-unos. ¿O es que son ustedes de la corriente pesimista? No les culpo, que la historia es la que es. Además, ser pesimista es más inteligente, ya que otorga una gran ventaja sobre los que somos optimistas por naturaleza: se sufre mucho menos. Se miran los partidos como las vacas al tren y, si luego pasa lo según ellos inevitable, se suelta el clásico ya te lo había avisado yo y se sigue cocinando como si tal cosa, mientras que el optimista lleva los 90 minutos con las pulsaciones a 180 y con la hernia de hiato dando unos pinchazos de impresión, lo que, unido a toda una semana de tensa espera, hace que estés con un pie en la UVI. Pero en esta vida hay que elegir. Y algunos hemos nacido para sufrir. O lo hemos elegido. Si no, pues nos haríamos del Barça o del Madrid, ¿no les parece? Porque nadie dijo que esto fuera a ser fácil, que yo sepa. Claro, que hay maneras y maneras de que se vaya toda esta impresionante temporada y esta maravillosa ilusión a hacer gárgaras. Y la manera de los dos últimos partidos, pues que no es manera. Porque que nos ganen entra en cualquier cálculo, aunque nos salga un cálculo renal, pero que los nuestros salgan al campo como si no nos fuera la vida en ello, que nos va, porque la vida son estas cosas y las que cada cual elija, como que no tiene mucha explicación. Pero seamos serios: quedan 21 puntos y dependemos de nosotros mismos, algo que no pasaba hace apenas cinco jornadas (estábamos a 5 puntos del Madrid y a 4 del Valencia, ¿ no se acuerdan?). Así que, al menos yo, tengo bien claro que aquí no pasa nada y que ya tendré tiempo de ciscarme en lo más barrido cuando los pesimistas acierten, si aciertan. Mientras tanto, a muerte. Y alegría rojos, alegría.

02 abril 2006


Don Alfredo

Como La Sexta aún no llega a mi pueblo, el viernes me quedé sin ver el debut de Alfredo Urdaci como monologuista en El Club de Flo, ya saben, aquel que plagió a Chiquito y se hizo omnipresente hasta la aburrición. Urdaci también hubo unos años en los que era omnipresente y sus tentáculos eran casi tan largos como los de un ojeador de Lezama, que hasta una futura Reina nos fichó, casi ya como último servicio. Antes le había debido de entrar un siroco de esos raros que a causa del viento tanto proliferan en el Levante y él solito y motu proprio se erigió en azote de la oposición y en la voz de su amo, algo que se ha venido haciendo toda la vida salvo honrosas excepciones pero que el bueno de Urdaci ni quería maquillar ni mucho menos, que hasta hablaba letra a letra, como mi sobrino de seis meses. Y se quedó en el paro obrero, que es lo suyo y que tampoco se está tan mal. Escribió un libro con un montón de letras, dio un par de clases por aquí y por allá y ahora se estrena en esa profesión tan de moda en los últimos años a pesar de que ya hace más de cuatro décadas que nació en Nueva York de la mano de gente como Lenny Bruce o Woody Allen y que ha ido a parar a donde suelen ir las cosas cuando se las sobreutiliza: al hartazgo. Pero bueno, mejor, opinarán algunos, tenerlo por ahí con el Flo soltando partidas que soltándolas en el telediario. O minutando las noticias como le dé la real gana, que es la forma de manipulación más elegante y por tanto más cruel. No seré yo el que les lleve la contraria, aunque no veo tampoco los telediarios. Lo único que espero es que de ahí no pase a comentar el Mundial, por la derecha, que es lo suyo, avanza Oleguer (o, ele, ge, u, e, erre), independentista catalán. Prefiero a don Alfredo Di Stéfano, que es un monólogo en sí mismo.

01 abril 2006


Muy clarito

Como casi siempre, salimos perdiendo los animales de sofá, mientras unos y otros, con sus razones y sus justificaciones, se acusan mutuamente del destrozo. Y los animales de sofá, sin ver el Gran Premio Miguel Induráin, la única prueba ciclista profesional que se celebra en Navarra. Que TVE se ha comportado en este caso como una recua de forajidos no lo duda nadie, aunque al animal de sofá siempre le quedará la duda de qué hubiera pasado si aquí gobernara el PSOE o allá el PP. Que el Club Ciclista Estella no actúa de un modo lógico dejando en manos del Gobierno de Navarra la negociación televisiva pues también es cierto, aunque si ese sistema ha funcionado durante años y años, se supone que es porque el Club Ciclista Estella confía en que el Gobierno tenga la suficiente cintura como para que los aficionados veamos la carrera, que al fin y al cabo es lo que cuenta, ya sea por La 2, por ETB o por ciencia infusa. El caso es que se rompe la baraja con TVE, se llega a un acuerdo con ETB para que ofrezca la carrera –pagando como, tristemente, se hace con todas las carreras del calendario nacional e internacional- y llega el padre de la patria de turno y, sin explicación alguna, cierra también esa puerta, la última que quedaba abierta con suficientes medios técnicos como para retransmitir un evento complicado de esas características. Encantadora situación. De lo que no cabe ninguna duda es que cuando uno se autoadjudica una responsabilidad, que es que la carrera llegue a los televisores de los navarros, y no lo logra, algo se ha hecho pero que muy mal. Así que el Club Ciclista Estella lo tiene muy clarito para el año que viene, porque con esta Celestina que tiene últimamente negociando casi mejor el difunto Jesús Puente con el zumo de naranja y la caravana.