31 mayo 2007

Tinky-Winky
Menuda sorpresa que se llevó mi madre cuando le dije que Epi y Blas eran gays. “Ya, y ahora me dirás que Caponata es lesbiana”, contestó. “Y te digo más:” –proseguí- “ Chema, el panadero, es un topo del Vaticano”. Entonces mi madre cogió el mando y puso la Casa de la Pradera, pero le tuve que frenar: “Mamá, serán truchos o lo que sea, pero al menos son alegres y no te dan ganas de tirarte por la ventana”. Y volvió a ponerme Barrio Sésamo. Desde aquel día, su particular Día del Orgullo Gay, mi madre tolera cualquier cosa, que hasta le compró a su nieto mayor todos los capítulos de los Teletubbies. “Mamá, ¿pero sabes que se rumorea que Tinky-Winky también pierde aceite?”, le comentamos. Dijo que le daba igual, que si Jesús Vázquez había salido del armario por qué no iba a poder hacerlo un muñeco de peluche. Eso sí, a los que tienen mucha pluma –personas, no muñecos- no termina de digerirlos. En Polonia, en cambio, no quieren ver a Tinky-Winky, porque dicen que es un mal ejemplo para sus niños. Hombre, mal ejemplo para los niños es tener la tasa de paro más alta de la Eurozona, tanto en hombres como en mujeres. Eso sí que es un problema, y no que un muñeco lleve traje morado y en la cabeza la estrella que los nazis ponían a los gays. Es lo que tiene la catolicísima Polonia, que, como en otros muchos países, se la cogen con papel de fumar, como si fuera importante para dónde miran los niños en los baños comunitarios cuando mean o si los gays se casan o se divorcian o se cambian de sexo 17 veces y se ponen el culo en la frente. Lo que te tiene que ofrecer un país -y por tanto sus políticos- es un futuro por delante. ¿Y que luego también quieres tener un futuro por detrás?, pues cada con lo suyo que lo disfrute. Los demás, que se pongan La Casa de la Pradera.

30 mayo 2007

La realidad
A eso de las 11 del domingo me llamó Dani y me ofreció su abono para bajar a El Sadar, porque me aseguró que él no lo iba a poder soportar. Le dije que yo tampoco: “Como decía Walter Sobchak, para ver cómo a mis amigos les arrastran sus caras contra el fango, me voy al pueblo. Gracias”. Y eso hice, porque me conozco, y además suelo confundir la realidad con los sueños. Y porque soy incapaz de morder la mano que me da de soñar –o, si soy capaz, no me lo perdonaría-. Me fui y, apagando y encendiendo la radio como un psicótico, juré todo lo que pude contra la realidad, que se cruzaba en mis sueños, pero no se me ocurrió la asquerosa idea de insultar a los jugadores que me hacen soñar, porque entonces me parece que sobro, hasta oyendo la radio. Me cisqué en la realidad, pero no en mi equipo, que hizo lo que tenía que hacer, por su bien y por el nuestro. Porque si uno no es capaz de afrontar la realidad, es mejor no hacer acto de presencia, para no llegar incluso a protagonizar la aberrante situación de marcharte en mitad de un partido en el que tu equipo se juega la permanencia, algo que corroboraron el resto de resultados. Por ello, todo mi reconocimiento a los jugadores, a la afición que los respetó y animó y también a la que abandonó antes de tiempo por el comportamiento de unos cuantos, que además coincide que son los que suelen repartir el carné de osasunista. Así las cosas y sin ganas de hacer más sangre –una mala tarde la tiene cualquiera-, y aclarando que las palabras de Sanz al respecto son cuando menos lamentables por fuera de contexto, espero que esos cuantos se psicoanalicen un rato, porque es en las situaciones límite en la cuales hay que dar la talla y darse cuenta de que la realidad, por mucho que nos afecte, es la que es. ¡A por el Betis!

29 mayo 2007

¿Cuadrilla o pareja?
Cuenta que la leyenda que en el concierto que ofreció The Band como despedida, terminó su actuación Neil Diamond y, al bajar del escenario, le dijo a El Maestro, que actuaba después: “¡A ver cómo mejoras esto!”. Y El Maestro contestó: “¿Qué quieres, que me duerma?”. Yo aún no ha hecho sino empezar toda la pesadez de los pactos y ya me estoy durmiendo, por si no estaba ya lo bastante dormido hasta el domingo. Qué pesadez de pueblo, oyes, qué diversos son ustedes. Fíjense si son diversos que si sale adelante el pacto de coalición –el no constitucionalista, según Sanzeitor, que nos ha salido repartidor de constituciones a domicilio-, allí se van a juntar ni más ni menos que 6 partidos 6. Eso no es una coalición, es una cuadrilla en toda regla. Me recuerda a la cuadrilla de mi rival, que, según me dice, cruzan del orden de mil o dos mil mails para quedar a tomar un café, que si un día no puede una y otro no puede otra. Un maremagnum de mil pelotas se estará formando para ver quién da el primer paso, plantea cafetería, hora, día y demás, por no hablar de que luego se tienen que poner de acuerdo en qué pedir para consumir. La diferencia es que la cuadrilla de mi rival, una vez que se juntan, se lo pasan bomba y que tampoco ninguna puede recibir una hipotética llamada de su madre desde Madrid diciéndole: “Hija, mejor que no quedes ahora, déjalo para después de las elecciones generales”. Madres como ésa no hay en la cuadrilla de mi rival, afortunadamente, porque madres así piensan más en sí mismas que en sus hijas, a las que no les apetece irse –como siempre, como quiere su madre y como quiere su novio- de paseo Carlos III arriba Carlos III abajo toooooda la vida. Y no es que esté yo en contra del amor, pero es que hay parejas que aburren sólo de mirarlas.

27 mayo 2007

La espadita
Resulta que han pagado 270 millones de pesetas por la espada de El Cid. No quiero ni pensar qué pagarán por la de El Juli o por la de El Cordobés. Creo que me he liao, que la espada era de El Cid de hace casi 1.000 años, no del de ahora. Una pena, porque el de ahora con esa pasta seguro que se hubiera retirado y no tendría que andar por ahí acuchillando toros. Jodó, 270 millones pagados con dinero público de Castilla y León. Alucinante, aunque más alucinante es que luego ha llegado el Ministerio de Cultura y ha dicho que la espada no es del siglo XI, sino del XV, y que su precio es de entre 30 y 50 millones de pesetas, algo que avalan cuatro informes. Se ve que los de la Junta de Castilla y León no le miraron el código de barras, que es lo que cualquiera hacemos cuando vamos al super, mirarle a las cosas la fecha de producción y la de caducidad. Anda que para rato me compro yo un queso del siglo XI. Bueno, el caso es que los castellanos se han gastado ese pastón en artefacto semejante, lo que corrobora que estamos en un país perfectamente tercermundista, donde hay gente que se alegra de tener una espada de mierda –por mucho que fuera de El Cid o de Charlton Heston- en su pueblo aunque para ello haga falta sangrar las arcas con 270 millones. Lástima que no sea del S. XIX o de hace un par de años. Pero en Castilla parece que algunos están contentos de tener allí la espada, con esta cultura boba que tenemos mucho por aquí de que las cosas estén en propiedad pública, bien cerca del sillón de los políticos de turno, que no como no pagan ellos las compras y los traslados... Yo estoy deseando que cuando la expongan se la birle alguno, la funda y haga con ella 100.000 cuchillas de afeitar, que eso sí que es útil y no 270 millones en una vitrina.

26 mayo 2007

Los Mierdosos
El mejor concierto que he visto en mi vida –al margen de los de El Maestro, los de Van Morrison y uno de Shane McGowan en el que le costó cerca de dos minutos de reloj cruzar 10 metros de escenario antes de firmar una espectacular versión de Dirty old town- fue uno que vi con mi amigo Kiko en el mítico Katiuska, que ya no sé ni si existe. El caso es que me enteré y se lo dije. Mi amigo Kiko, que siempre se ha apuntado a un bombardeo, no tenía ni idea del grupo que actuaba, pero le convenció el nombre: Los Mierdosos. Lo pasamos de a metro, disfrutamos del rock, nos reímos como casi nunca y salimos de allá encantados de haber visto al bueno del Jujano –que en paz descanse- y a sus acompañantes, buenos músicos y buena gente. Entre los hits de la noche recuerdo el sorteo de un vibrador –no nos tocó- y una excelente interpretación del Vivir así es morir de amor de Camilo Sesto, mucho antes de que la hiciera archifamosa El Chaval de la Peca. Queda ya poca gente como el Jujano, pero sobre todo queda ya cada vez menos colaboración –más bien crecen los impedimentos- para que los bares ofrezcan divertimento a raudales y rock, sorteen o no un vibrador, lo que nunca está de más. Decía el otro día uno de los artistas que firma encima mía –un columnista, no como yo, que soy paridista- que la oferta músical no está entre las 10 cosas más importantes para ofrecer en unas elecciones, pero, pese a ello, se quejaba del páramo en el que nos encontramos. Tenía razón, pero no sé por qué algo tan importante como el ocio y la cultura –la de Los Mierdosos o la de la Coral de Cámara- jamás figuran en programa alguno, como si fuese algo de macarras, con rastas o sin ellas, pero macarras al fin y al cabo. Yo creo que es porque al final nos siguen considerando unos mierdosos.

25 mayo 2007

Sueños
Entiendo lo que dice Ziganda, pero espero que me entienda él a mí y, como a mí, a otros muchos, creo que bastantes más de lo que a algunos les gustaría: quiero que descienda el Bilbado. Y no por que le desee el mal –que sí se lo deseo, si por mal entendemos pasar un par de años en Segunda o lo que toque- sino porque, ya que tienen que bajar tres, ¿por qué uno de ellos no puede ser el Bilbado? No veo por qué tenga que desear yo más que baje el Betis o el Levante, si el Betis y el Levante no me chulean jugadores ni rastrean por las pilas bautismales de mi pueblo buscando craks ni me miran por encima del hombro y cuando ganan no tengo que esperar 20 minutos del Teleberri para ver los goles de Osasuna. ¿Por el puñetero rollo político que les va a algunos? Que le den por el saco al rollo político que les vaya, esto es fútbol y no hay amigos, salvo la Real Sociedad, a la que le debemos una bien gorda (aunque nuestra situación ahora no es comparable a la suya de hace unos años). ¿Que no estamos salvados aún y que hay que salir a ganar? Cierto, pero también puede suceder que pierdan Levante o Bilbado y aunque nosotros también perdamos ya estemos salvados al 99,99%. Esto es, se puede cuadrar el círculo, algo que yo –y otros muchos- llevamos deseando toda la temporada, con la calculadora en la mano, además: que nos mantengamos nosotros y la Real y que baje el Bilbado. ¿Es mucho pedir? Tal vez, pero de alguna ilusión hay que ir tirando y que baje el Bilbado es una tan respetable como otra cualquiera, que no implica que no quiera que los jugadores de mi equipo salgan a ganar y a asegurar la permanencia que debían de haber asegurado hace bastantes jornadas. Por que, puestos a pensar todos mal, ¿vamos a correr con más ahínco que si enfrente tuviéramos al Bilbado?

24 mayo 2007

¿Amigos?
Hoy cumple años El Maestro -¡felicidades compadre!- pero me veo en la obligación –más bien en la necesidad vital- de dar por zanjado el repaso a los cinco partidos principales, que ya es hora. Esto es, que, como dice mi mail, yconestoacabo. CDN. A mi CDN siempre me ha recordado –salvando muchas distancias y que me perdonen los afiliados y votantes, tan buena gente, inteligente y dispuesta como cualquiera otra- al GIL. Sí, es duro, pero a eso me ha recordado siempre, de igual manera que también me recordaba al CDS –mejor comparación-. Esto es, un partido unicéfalo montado a imagen y semejanza de un político tan brillante léxicamente hablando como peligroso a la hora de fiarse de él –desde el punto de vista político, ojo-. Un partido que es como ese amigo de tu cuadrilla de toda la vida que se echa una pandilla en clase de judo y al que llamas un día porque estás solo y te dice que se va a cenar con los otros, que están celebrando no sé qué de un cinturón amarillo-naranja. O como ese amigo que se ennovia y al que no ves el pelo en años pero en cuanto le deja la novia suena el teléfono y te cuenta lo mucho que te quiere. A eso me recuerda, hay que joderse. Mi abuela –ya te pagaré derechos de autor, aunque con lo que toca a repartir…- es de las que opina que CDN acabará devorado por su propio inventor, como le pasó a la saga de Porky’s –bueno, esto último lo digo yo, porque mi abuela de Porky’s 2 no pasó-. No sé, a lo mejor está en lo cierto. Lo realmente verdadero es que hasta aquí llegó la riada y que confiemos que el domingo pasemos un día cuando menos civilizado, qué menos. Así las cosas, voy a mirar el resto de papeletas. O me las piro a la Tómbola, que no sé si la han abierto ya o no, pero que al menos si no toca premio directo te ofrecen una esperanza.

23 mayo 2007

No creas
Hoy cumple años mi santo padre -¡felicidades compadre!-, pero me veo en la obligación de finalizar lo que comenzamos la semana pasada, con la confianza de que el viernes volveremos a la normalidad. Bueno, me veo en la obligación y en el disfrute, a qué engañarnos. Izquierda Unida de Navarra, IUN para los amigos, que los tiene. Bien, vamos allá. Desde fuera, si parece que estás media micra a la izquierda del PSN, que a su vez parece que está media micra a la izquierda de UPN, al final parece que estás a una micra de UPN, lo que –si tomamos un escalímetro- es más bien poco, siempre desde el punto de vista de querer sacar algún voto, y más cuando entre tus dogmas ni eres especialmente foralista ni básicamente vasquista, con lo cual en este pueblo y más hoy en día tienes más bien poco que rascar. Además, si sigues vendiendo términos semi-vacíos como izquierda, progreso, cambio pues poco hay que hacer. He de reconocer, no obstante, que ganas le ponen, pero necesitan un urgente cambio de ideario, al menos en lo lingüístico -y vete a saber si también en lo ideológico-, porque suena todo como muy antiguo y, la verdad, nada punky, que es lo que necesita alguna gente, el punk, volver a la barricada –que no al cóctel-, como partido y como sindicato –esto también vale para UGT-. Encima, nunca se sabe muy bien si lo que quieren es que progresen los trabajadores o que se jodan los empresarios, que en ocasiones parecen ideas que, en su magma programático, van unidas, pero que no tienen nada que ver –o que no deberían tener nada que ver-. Para no dejar en el olvido a mi abuela, he de decir que ella comenta que le parece que siempre “están de mal humor, como criticándolo todo por criticar”. Abu, motivos no les faltan, aunque también llevas algo de razón, no creas.

20 mayo 2007

Pija y tonta
Para mí que la candidata belga al Senado que ha prometido a sus votantes 40.000 felaciones –me he tenido que acercar hasta la estantería para mirar en el diccionario qué significa felación, porque yo siempre le he llamado mamada, sea femenina o masculina. Espero que llegue el día en el que a una mamada se le llame mamada, tal y como la gente va por la calle y dice “hace buen tiempo” y no dice “hace anticiclón”-, para mi, digo, que la candidata ha mentido. O que lo ha dicho, valga la redundancia, con la boca pequeña, como muchas promesas electorales. Me parece muy mal, porque si su objetivo era denunciar las falsas promesas, el único modo de que su campaña sea efectiva y sincera es cumplir las suyas, no vender otra imposible de cumplir, aunque no veo por qué deba de ser imposible, siempre que se disponga de tiempo y de unas buenas rodilleras. Además, ¿por qué recurrir siempre al sexo para destacar lo irrealizable, cuando es lo más natural hacer una mamada o no hacerla, que cada uno-a es muy libre? ¿Por qué no aseguraste, por ejemplo, que darías un 30% de subvención a fondo perdido a los autónomos? No, siempre con el sexo a cuestas, que al fin y al cabo se inventó hace muchos más años que los autónomos y las subvenciones. Por eso no me hace ninguna gracia que la moza ésta saque ni medio voto, por mucho que sea estudiante de marketing y haya querido hacer una demostración del poder de las falsas promesas, a costa de algo tan básico como es el placer. Eso sí, espero que, si te vota mucha gente –hombres y mujeres-, te reclamen el cobro de tu promesa, para que así te sientas tan mal como las innumerables personas –sobre todo mujeres- que, casi siempre obligadas, se ganan la vida con el noble arte sin necesidad de que una niña pija les denigre aún más su actividad.

18 mayo 2007

Adorable
Creo que mi abuela vota a UPN, aunque no lo sé a ciencia cierta, porque la mujer es una incógnita, que mientras rumia la dentadura postiza vete a saber qué se le pasa por la cabeza. A ver si este año en su cumpleaños la entajamos y le sacamos el voto, aunque cuando se pone un poco taja le da por cantar la Rosa Amarilla de Texas, una canción que le enseñó un vaquero que cayó una vez por el pueblo. No sé qué le ve la abuela a UPN, a no ser la amenaza, la fantasma, me refiero. Ya le suelo decir yo: “Abuela, ¿sabes por qué estos no convocan un referéndum?”. Y me mira con ganas de tirarme los guisantes a las gafas y me contesta: “A ver, ¿por qué, pelma?”. “Porque ganaría el No 80 a 20 y entonces se les acabaría el chollo”. Y entonces me tira los guisantes. No le entiendo a la abuela, con lo que le cuesta cocinarlos. Además, le digo, tú que eres mucho más roja que Marx y Engels juntos no sé qué haces votando a los que, así a priori, siguen favoreciendo a las elites frente a todos los demás. Eso a la abuela ya le sabe a cuerno quemao y entonces dice lo mismo que dice cuando pilla las cartas al txintxon: “¡Hala, más lío!”. En ese preciso instante sabes que va a cerrar o, en el caso que nos ocupa, va a tratar de tirarte la aguja del ganchillo. Creo que porque en el fondo sabe que eso es así, pero a ella me parece que le ganan por el lado religioso. Es que entre Navarra foral y española, los curas y cuatro mingueces más estas gentes que llevan mandando ya casi más años que mi abuela rumiando se han montao un emporio del copetín, que ya cansa, la verdad. Luego me dice una cosa: “Todo lo que me dices es cierto, pero ¿sabes por qué igual les voto? Porque a ver si te van a dejar meterte tanto con el poder si mandan otros, barullas, más que barullas”. La abuela es adorable.
Colarse
Leo a un destacado dirigente del PSN: “Quiero presentar el programa con el que vamos a ganar y llevar a Fernando Puras al Palacio de Navarra”. ¡Ya estamos! Otro que se quiere saltar la cola para las visitas guiadas a Diputación. Pues no, te esperas, como todos, que mi abuela llamó una vez y le dijeron que había una lista de espera de días. Y mi abuela días no espera ni loca, que hasta te cuelga el teléfono sin acabar la conversación –es lo que tiene el ganchillo, que si te despistas la cagas: “¡Ya he perdido el punto!”, suele gritar-. También le leí a Puras que decía que ellos no iban a ser apoyo de nadie ni la llave de nadie. Pues nada, ya os inventaréis algo, porque ganar lo que se dice ganar –esto es, ser los más votados- pues parece como que no, pero vamos, que no seré yo el que te quite la ilusión, ni el que te quite el color, que ése ya te lo quitó el que te hizo el cartel electoral, que parece que te han rellenao el alma de cuajada y te has comido un par de ésos helados Drácula que comíamos de pequeños y que no se te iba el morao de los morros en dos años. Hasta aquí la parte técnica. Pasemos a la ideológica. Aquí debería haber dejado yo un hermoso espacio en blanco, porque llevo un buen rato pensando y no se me ocurre nada qué decir acerca de la ideología del PSN, quizá porque la desconozco. Es que eso de progresía, social y tal y pascual pues como que me aturde, porque vamos, conozco yo a socialistas que me descojono de lo social y lo pascual y lo tal, fíjate. Que claro que los habrá que sí, pero no sé, no termino yo de verlos imponiendo sus preceptos frente al sistema económico y social ya existente. Dicho esto, el que sea socialista, ya sabe, a votar a Puras, para que le puedan llevar a Diputación sin necesidad de colársele a mi abuela.

17 mayo 2007

Pan y Dolca
El otro día me puse a pensar –entre comidas- y me pregunté a mi mismo –sólo me hago preguntas tipo test-: “¿Si voto a NaBai, a quién voto en realidad, quién mandará ahí? ¿Los del kalimotxo de los barrios o los del Cardhú 10 años del Segundo Ensanche?”. Ya ven qué pregunta más tonta, pero yo les prometí que mis cosas que se puedan contar yo se las cuento. Esa duda tuve, oigan. Menos mal que al instante me di cuenta de que no los puedo votar porque no soy nacionalista y entonces para qué, que una cosa es que no me parezca mal que se cambie de gobierno tras 16 años –más que nada por higiene democrática, siempre y cuando se nos respete, como le dijo Ciges a Resines en Amanece que no es poco- y otra bien distinta que vote en lo que no creo, sea el nacionalismo que sea. Eso sí, el que sea nacionalista, que lo disfrute mucho, que para eso supongo que se inventó, para disfrutarlo o –en nuestro caso- para tocar los huevos durante siglos –el navarro, el español, el vasco y así sucesivamente-. Dicho esto, la duda seguía ahí, pero bueno, tampoco es para volverse loco, porque enseguida se me hizo la hora de la merienda y me preparé un bocata de Dolca que se me saltaron las lágrimas. Más adelante ya me puse a pensar en asuntos que me asaltan de otros partidos, dudas que me reducen las opciones prácticamente a cero y que espero compartir con todos ustedes siempre y cuando no me coincidan con las horas de comer. Que, por cierto, ¿no les parece a ustedes que aquí entre los de un lado y los de otro se sigue hablando de lo de siempre y de lo de comer, tener techo y tiritas bien poco nos cuentan? Debe de ser porque son todos ustedes muy nacionalistas, de unos o de otros, y de ahí que a mi me aburran mucho. Pero bueno, mientras nos quede pan y Dolca, aguantaremos el tirón.

16 mayo 2007

De las grandes
Tener un amigo himalayista es algo, cuando menos, curioso. Ser familiar de uno supongo que también, con el lógico temor que tiene el amigo pero en muchísima mayor medida, porque a los himalayistas les puede aguardar el peor destino en varios momentos de cada expedición que afrontan. Normalmente, los familiares y amigos los queremos tal y como son y en verdad son pájaros. Los pájaros, salvo los que están enjaulados –y hay muchos-, rara vez repiten la misma rama, porque les gustan todas. Tienen un brillo en los ojos que se ve en pocas personas, mientras te explican qué ruta quieren seguir o te cuentan sus historias. También son adictos, no al riesgo, sino a las sensaciones. A las de cima y a las de superación, a las de soledad y compañía. Les gusta irse para volver y volver para irse y, durante el camino, o se hacen gigantes o se vuelven aún más pequeños si ya lo eran, pero todo lo hacen con la ilusión de un niño que no ha perdido la capacidad de asombrarse y compartirlo. Tengo un amigo himalayista. Como con todos los amigos, es una gran suerte haberle conocido, no por sus éxitos, que son muchos, sino por su optimismo permanente y su ilusión continua y contagiosa. Una noche de hace tres años me llamó al móvil: “¿Dónde estás?”, le pregunté. “En la cima del K2”, me contestó. Llamadas como ésa hacen que la vida merezca la pena. Nada les puedo decir a la mujer y a las hijas de Ricardo Valencia, que, por lo que me cuenta mi amigo, era un gran tipo. Le creo. Sólo que estoy seguro que Ricardo se comió la vida a mordiscos y que, aunque eso no anime –porque nada anima-, fue un pájaro, un gigante que les dio momentos maravillosos al alcance de muy pocos. Y por eso ellas tienen un enorme mérito, por permitirle volar libre. También son himalayistas. De las grandes.


13 mayo 2007

Madre célula
Ya me dice mi madre que no me crea tan especial, que no soy el único al que: 1) se enciende un cigarro y aparece el autobús. 2) se va al Levante y le cae la gota fría –máma, a mi me cae el cubo entero-. 3) va al cine y los de al lado se han tragado el altavoz, o acaban de descubrir el universo de las bolsas de plástico. 4) se compra un piso libre y sacan 12.000 de VPO. Ya, màma, ya, sé que no soy especial, pero me reconocerás que me nacisteis en mala época, o sin ganas , porque mira que llevo años esperando a que saquen un banco de dientes, para poder curarme de mis achaques con el diente de leche que guardo desde que tenía 10 años y va y lo que van a montar en mi pueblo es un banco de células madre, madre, precisamente ahora, que no tengo un triste cordón umbilical que llevarme a la boca, que el mío ya debe de estar en cualquier estuario, dando de comer a las lampreas. Porque yo guardé ese diente no con intenciones económicas, que ya sabes que en casa el Ratoncito Pérez tenía poco crédito, sino para un futuro, un futuro que ya está aquí. Para cuando me hubiera derrotado la nicotina, para cuando mi sistema nervioso central chirriara, para cuando me dolieran las encías sólo de mascar pan de molde. Para eso, madre, para eso tengo en una caja un diente, para cuando la ciencia tuviera a bien avanzar. Y resulta que la muy mamona avanza sólo por el lado de los cordones umbilicales, justo cuando no tengo ninguno así a mano. Siempre llego tarde, madre, siempre. O demasiado pronto. ¿Qué hago ahora con mi diente, si parece ser que el esmalte de los piños no es objeto de investigación científica? Madre, ¿qué hiciste con el cordón? Madre, ¿no sería posible que me volvieras a parir y así podríamos hacer las cosas como Dios manda, sobre todo yo? ¡Coño, el autobús!

11 mayo 2007

El okupa
A no ser que nuestro protagonista disponga de un clon con idéntico nombre y apellidos –lo que no es nada factible, dado que su nombre y sus apellidos no son muy comunes- me parece que tenemos un problema. O, cuando menos, un misterio. O, afinando, una desvergüenza. Porque, al Director del Instituto Navarro de Bienestar Social del Gobierno de Navarra de UPN –o a su clon- le acaban de conceder o bien una VPO o bien una VPT, que, para el caso, lo mismo da. A eso le llamo yo Bienestar Social, el suyo de él, claro. Desconocemos si el citado campeón posee pareja e innumerables hijos, pero sí conocemos su edad: 38 o 39 años. De estos, ya 14 de ellos en el mundo laboral y 11 en administraciones públicas. Los últimos seis años, como alto cargo –rango de Director General-, tanto en La Rioja como en Navarra. Su sueldo aproximado desde hace 4 años es de unos 57.000 euros brutos anuales, unos 4.100 al mes. Desconocemos si el mentado campeón dona sus ganancias para la cría de la rana bermeja o le pega al vino, pero podemos deducir que con ese sueldo un poco de ahorrar ya podría haber hecho, como todo hijo de vecino. A no ser que haya ahorrado tanto que pague la VPO o la VPT al contado y en mano, que también podría ser. Lo que sí sabemos, porque eso es evidente, es que hasta ahora carecía de vivienda en propiedad o, si la tenía, la quería cambiar. Es muy libre pero, si la quieres cambiar, con ese sueldo deberías estar obligado a ir al mercado libre, como todo hijo de vecino, que aquí algunos siguen las teorías económicas liberales cuando les sale de los cojones, pero, para pillar casa, a la VPO. Tal vez él no tenga la culpa –aunque un poco de ahorrar ya podías haber hecho, majo-, pero esto funciona muy mal si a él -o a su clon- le tenemos que subvencionar, entre todos, el piso.
Al balcón
Vuelve Bienvenido Mister Marshall. Lo anunció ayer en solemne rueda de prensa don José Isbert, perdón, don Álvaro Miranda, alcalde de Villar del Río, perdón, Consejero de Obras Públicas. Sin necesidad de subirse al balcón, don Áaaaaalvaro –dígase con el tono apocado de la protagonista de Yo soy la Bea- anunció que nos vamos a gastar 150 millones de pesetas en arreglar las carreteras por las que pasará el Tour de Francia, en otra nueva muestra de que vean los vecinos qué traje de domingo más majo me he comprao y mira qué cubertería más fina le voy a sacar a mi cuñada. Esto, lo que es hacerse, se ha hecho toda la vida de Dios, que en mi pueblo no veíamos casi ni la UHF hasta que pasó el Tour en el 96 y pusieron unas peazo antenas que vemos hasta Tele Miami –la Cuatro no vemos, eso sí. Ni la Sexta-. También desde entonces tenemos una rayita de cobertura en el móvil y un asfalto rechuli. Todo fuera por fardar. Pero una cosa es hacer y otra contarlo en rueda de prensa bien orgulloso de uno mismo, porque entonces nos entra la duda y no hay cosa peor que una duda, a no ser una certeza: ¿habríamos invertido esos valiosos dineros en idénticos tramos de carretera si tan prestigiosa vuelta no pasara por allá? Déjeme que lo dude, don Áaaaaalvaro, por no mentar la certeza, que es mucho peor. Te lo digo más que nada porque hace unos meses anunciaste 1,5 millones de euros para eliminar los quitamiedos y los has dejado en 600.000. Más que nada porque anunciaste que ibas a proteger 90 kilómetros y vas a proteger 30. Más que nada porque a medio metro de donde escribo esto hay una foto de un amigo muerto contra un quitamiedos y me da que me mira de mala ostia. Más que nada porque mentir es triste y vergonzoso, así que súbete al balcón, que nos debes una explicación. Bien explicada.


10 mayo 2007

Un mohicano
He hecho planes para ir este sábado a mearles las playas a los de Donosti. Empezaré por Ondarreta, seguiré por La Concha y acabaré en La Zurriola, donde me postraré en idéntica postura a la que adopté el año pasado cuando fui a escuchar a El Maestro. Espero que nadie aproveche para ponerme la sombrilla. Con esto quiero decirles que el sábado lloverá, porque cuando hago esa clase de planes llueve siempre. Da igual, nos meteremos en el Morgan de la calle Narrika a comernos toda la barra y parte del serrín del suelo. Es bonita Donosti, pija como ella sola pero bonita. Pamplona es menos pija, no mucho pero un poco sí. Ayer, por ejemplo, pasó por delante mía un tío al que he visto otras veces vestido de forma normal, con su familia y eso. Un tío normal, que se dice. Vale. Iba él con pantalón de chándal azul, zapatos de cuero negros y calcetines blancos. Llevaba una chaquetilla de táctel de esas florescentes y silbaba. Tiró una cosa en un contenedor y se fue. Reaccioné tarde, porque lo que tenía que haber hecho era abrazarle y decirle que olé sus pelotas por ir así, con zapatos y con vendas –que es como le llama mi rival al calcetín blanco sobre zapato negro-. Gente de ésa ya queda muy poca, porque lo que se lleva es la uniformidad –de Baja Navarra hacia arriba hay un tipo urbano determinado y hacia abajo hay otro, aunque lógicamente haya excepciones-, tanto en ropa, como en peinados, como en abalorios como en casi todo. Entonces cuando se ve a uno al que le importa un higo cómo va vestido es cuando hay que valorarlo en su justa medida, porque estás delante de alguien que, no es que no tenga gusto o sensibilidad, es que no le da importancia a lo que los demás piensan de él. Estoy por decirle que se venga a Donosti conmigo, a ver si nos echan monedas por la calle.

09 mayo 2007

Mala memoria
Ayer hice la lista de la compra. Me la anuló el Supremo. Elaboré una serie de reclamaciones para presentarlas al juez, pero al salir de casa me pararon dos hombres con gabardina -incluso tenían cara de gamba-. Dijeron que eran del Constitucional y que no la podía presentar. Les dije que no era una lista, que era una sucesión de quejas, pero ellos insistieron. Tuve que ir al súper a pelo. Vi a la gente muy mal, muy despistada, sin nada que tachar. Se había formado un tapón impresionante en el estante de las conservas, mientras que no había nadie en el de congelados. Una mujer llevaba 17 docenas de huevos y un solo paquete de pan rallado. Va a empanar lo que yo te diga. Yo me atasqué a partir del quinto producto -la gomina que uso para fijarme los pelos de la nariz-. No me pudieron dar factura. Llegué a casa con papel de baño -o pal culo-, lejía, papel de cocina, pasta de dientes y la gomina. No teníamos nada para cenar. Nos bajamos al bar. Habían quitado la carta de platos combinados: "Nos la acaban de impugnar. Creo recordar que había un plato que llevaba escalope, patatas y algo más. Si os apetece os lo saco", nos dijeron. Llevaba sólo escalope. Cuando subíamos a casa nos cruzamos con el vecino del tercero. Se iba de vacaciones, nos contó. "¿Y la maleta?", le preguntamos. "Estaba haciendo la lista de la ropa que tenía que meter cuando han entrado dos geos por la ventana y se la han llevado. Sólo me he acordado de coger el Trankimazin". Le dimos una palmada en la espalda. En la radio habían quitado la lista de los 40 Principales y en su lugar el pincha ponía constantemente Music Arcade de Neil Young, ésa que dice ¿Te has sentido perdido alguna vez? Me da que estamos perdiendo un montón de libertades. En cuanto me acuerde las pongo en una list… piiiiiiiiiiii.

06 mayo 2007

Estoy bien
Estaba hasta las pelotas de ir a ese hospital. Además, mi padre se piensa que soy tonta o algo así y el otro día estaba yo en la puerta y los fotógrafos sacándome fotos cuando vi a uno que conozco y fui a saludarle y pillé rampa abajo. El caso es que iba yo rampa abajo tan contenta porque iba a saludar a Dani, que trabaja en AP –Associated Press, no Alianza Popular- y llega por detrás mi viejillo y me para, como si yo me fuera a dar un guaskazo. Hombre, que ya tengo año y medio, joder. No me sirve ser la segunda en la línea de sucesión ni para ir a saludar a un colega. Bueno, lo siento Dani, nos vemos en Mallorca. Luego me llevaron otra vez, aunque para esta segunda me elegí yo la ropa, que me puse a ver las fotos de la primera visita y parecía un repollo. Fui más informal, más como soy. De rojo y con pantalones, tipo Gloria Fuertes, y no como el primer día, que con esa falda azul parecía Laura Ingalls. Al día siguiente me tragué todas las tonterías que decía de mi la prensa, como eso de que saludé divertida. ¡Qué coño divertida, lo que me estaba era meando de risa, con 100 tíos perdiendo todo su tiempo y talento sacándome fotos a mi, como si no hubiera cosas mejores que hacer! Jesús, qué país me va a tocar dirigir, no sé cómo vamos a encauzar esto. Por cierto, mi hermana la pequeña ya está en casa. No es ni fea ni guapa y tiene un gesto así algo neutro, como la tía Elena o Lee Marvin. De momento no da mucho la brasa, pero ya veremos. Menos mal que mi casa tiene 3.000 metros cuadrados y si la enana ésa llora no hay quien se entere, aunque por sea acaso el viernes me compré unos tapones. Esto la gente no lo vio, porque fui de incógnito. Por lo demás, estoy bien, con ganas de cumplir los 18 y a ver si pillo cacho con los de Mónaco, que están que se rompen.

05 mayo 2007

La Panto

La Pantoja ha estado detenida. Bueno, ya ha entrado en el Olimpo del rock, aunque la Pantoja de estrella del rock tenga poco, más bien de esterilla. No obstante, ella ya ha entrado, junto con Keith Richards, Chuck Berry, Jerry Lee Lewis, Merle Haggard, Phil Spector, James Brown y Joselito, entre otros, por este ordenn atural, al menos en el último de la fila. Pues bien, la Panto ya podrá contar a sus nietos que tiene una ficha policial y que también ha sentido el olor de los barrotes. Increíble, porque la mayoría de los mitos que fueron detenidos lo fueron precisamente por sus excesos, mientras que la Panto lo ha sido por sus carencias, monetarias, se supone. Los mitos del rock daban un concierto, se les subía la adrenalina hasta límites insanos y luego llegaban al hotel y para mantener aquel listón o le daban fuego a la habitación o se esnifaban medio felpudo y de ahí que llegara la pasma y les metiera un paquete. La Panto, en cambio, lo que ha echado en falta ha sido la liquidez o, si no, se ha juntado con uno que hacía de su capa un sayo y de su bigote una mopa recoge-pasta y a Isabel le ha podido la metástasis. Es lo que tiene el amor, que es ciego, y te pones a cobrar cheques como una loca y al final casi das los conciertos en el patio de Yeserías, si Yeserías aún existe. Eso sí, que nadie vea aquí una mofa a la Panto ni a su música, porque gustos los hay para todos los ídems y no seré yo quien los critique, aunque personalmente la hubiera metido en la cárcel hace mucho, por su tipo de música, pero eso ya es fascismo. No obstante, he de confesar que a mi la historia de esta mujer más que hilaridad lo que me produce es una enorme compasión, porque a veces uno se choca una vez y a partir de ahí todo lo que viene es una enorme bola de nieve, negra y triste.

03 mayo 2007

Aquella final
Lo contó maravillosamente bien la compañera Mª José Armendáriz el día después de la final de Copa ante el Betis. Venía a decir que sí, que tal vez jugásemos más adelante otra final, pero que ya nunca más íbamos a poder ganar aquella final, por mucho que se nos vendiera –no sin razón- que sólo haberla vivido había merecido la pena. Pero que no íbamos ya a ganar aquella final. Una verdad como un puño apretado. Hoy nos viene a pasar algo parecido, que, estando como estamos ya casi mal acostumbrados a llegar a zonas de la mente que desconocíamos que existían para un seguidor rojillo, seguro que más de uno menta el ya habrá otras veces en el hipotético caso de que caigamos esta noche, que no vamos a caer. Porque la sola mención de esa frase debería de ir acompañada de una pena de cárcel sin posibilidad de visitas, cuando en casos así lo único realmente válido es el silencio, el silencio y un poco más de silencio, porque cualquier palabra de ánimo provoca precisamente el efecto contrario. Tal vez, quizá, a lo sumo, pueda ser una coletilla que se puede deslizar con extremo cuidado en una conversación pasado un tiempo prudencial, no sé, un año o año y medio, pero nada más, porque si de algo estamos seguros es de que estos milagros no pueden durar mucho, porque entonces dejarían de ser milagros y no seríamos Osasuna, seríamos otro equipo. Una vez hechas estas consideraciones, habrá que convenir que estamos ante uno de esos días que, para bien o para mal, siempre recordaremos aquellos que consideramos que sí, que seguro que fútbol y futbolistas no merecen tanta atención y desvelo, pero qué se le va a hacer, el ser humano es así. Una de esas noches que levantan el ánimo para un año o te dejan un surco que sigue doliendo miles de noches después, que no será el caso. Amos.

02 mayo 2007

Medievo
Tuve una vecina del Opus. No me miró hasta que cumplió los 25 años, más o menos, aunque a mi lo que me preocupaba era si la ponía en un aprieto si le miraba a ella, no por interés, sino por mera educación cuando hablas con alguien: ¿A qué altura vas? ¿Hace frío, eh? Luego ya creo que le dieron rienda suelta, se pudo quitar la perenne falda mesa-camilla de cuadros y rayas y hasta se echó un novio con el que se sentaba en las escaleras del portal. Buena gente los dos, del siglo XII pero buena gente. Ahora otro colegio del Opus con sólo chicos quiere abrir un nuevo centro para que las alumnas que tienen cursando Preescolar e Infantil –hasta los 6 años- sigan allí sus estudios de Primaria, ESO y Bachillerato, pero sólo con chicas en el alumnado. Esto debería haber una ley que lo prohibiera o, si no se puede, que por lo menos ni un mísero céntimo de euro de mis impuestos fuera a parar a colaborar con un modelo educativo de este tipo, en el que ellas van por un lado y ellos por otro. Porque es una absoluta aberración dividir a las personas solamente por sus genitales y más si hacemos caso a ese que dice que la patria es la infancia. Y lo digo yo porque hasta los 14 años no tuvimos chicas en clase y cuando llegaron fue como el Big Bang, especialmente para ellas, las pobres, que tuvieron que soportar una cantidad de judiadas que con sólo recordarlas te pones rojo de vergüenza, aunque creo que para tercero de BUP ya éramos medio normales, supongo que porque el paso del tiempo y la costumbre hacen que aquello que hacía apenas dos años era un marciano se vaya pareciendo cada vez más a ti o tú a ella. Pero el mal trago no se lo quita nadie, por la mala suerte de haber caído en un gueto educativo del medievo que a mayo de 2007 algunos insisten en mantener y reforzar.