Nada nuevo

Le leo al nuevo mando de la CEN declarar que hay “recuperar los valores laicos”. Entre otros cita el esfuerzo, la satisfacción del trabajo bien hecho y querer ser el mejor. Pues lo tiene usted fácil, monte una reunión con brokers, directores de bancos y cajas, gestores de fondos de inversión radioactivos, asesores de Sicavs y alguna que otra especie animal más y les explica esos dos primeros valores. Digo a esos porque si va usted al turno de noche de las fábricas a hablarles de que recuperen el concepto de esfuerzo le van a aplicar con razón el extintor en la cabeza. Lo mismo hará el profesional que mete 12 o 13 horas ya sea en una oficina pequeña, en la calle o de reunión en reunión. El tercer valor no hace falta que se lo explique a esos piezas porque ha sido precisamente el tercer valor que usted presupone laico –cuánto daño han hecho los libros de éxito empresarial- el que nos ha traído hasta aquí, porque ese concepto chorra de “el mejor” es muy amplío y para muchos, la gran mayoría, ha consistido y consiste en ganar 12 trabajando 1 aunque eso suponga tanto una injusticia social y laica flagrante como un peligro descomunal. Ya, ya sé que hay empresarios buenos, sensatos y normales. Pero de los buenos no hay que preocuparse, sí ocuparse, porque para eso son buenos, ¿no? Hay que ir a los otros, compañero Sarriá. También dice usted que a los niños hay que volver a enseñarles la importancia de querer ser el mejor. La misma mierda de siempre. La vida no es una carrera de 60 vallas. Es otra de 3.000 obstáculos y uno de los principales que antes o después se acaba saltando es precisamente el de darse cuenta de que “querer ser el mejor” es la mayor bobada de la historia, un puto regalo envenenado que una generación deja a la siguiente para frustrarla. El mejor, anda ya.

Víctima

Estoy convencido de que la esposa de Matas es inocente, que ella no estaba aquella mañana en Dallas. Lo que pasa es que la gente no sabe lo cara que se está poniendo la vida, que se lo pregunten a Lomana y a Lezi-Tía. Antes con un billete de 5.000 te alcanzaba para toda la semana y el domingo a la tarde aún te estabas dando el gran farrón a kases y ahora pegas medio segundo la nariz a una joyería y te cobran 70.000 euros. La tecnología, que ha progresado una barbaridad. Pegas el naso a la joyería, piensas eso ya me lo pillaba yo, el lector de lerdas se pone en marcha, te escanea el bolso, te lee el código de barras y el número secreto que llevas anotao en un papel cuadriculao dentro de la cartera de Hermes y en el que pone número secreto no enseñar a nadie y al instante ya están los 70.000 en Taipei. O más lejos. Esto el juez lo debería de saber. Pasa lo mismo con las tiendas de muebles, de menaje del hogar o con las constructoras, que se han modernizado, a la fuerza, la crisis. Pensamiento impuro que tiene uno, ¡zaska!, la tarjeta achicharrada. Y además está el postventa, que te lo traen a casa. Y claro, somos débiles. Seguro que a la esposa de Matas le subían al piso las cosas alguno de esos transportistas con un plexo solar hecho a cincel y ella por mucho que quisiera no les podía decir que no, que aquello es verlo y sucumbir. Esto también lo debería de saber el juez, que tendrá pechojuez, metido pa dentro. Y el mundo es de los que tienen el pecho para fuera y la cartera biónica y a poder ser de Hermes o de Tous o del que esté de moda ahora. Matas, obviamente, en todo este embrollo es una víctima más, ya sea de la incompetencia de sus “subordinados” o de la manía de su esposa de acercarse tanto a los escaparates, que los carga el Vanity Fair. Se le ve en la cara.

Qué placer

Cervera me recuerda a mí. No me malinterpretes Cervera, tú eres más viejo. Y, por tanto, más sabio, a la vista está, tú tienes Twitter y yo el otro día me enteré de que no es un modelo de helado. Digo que me recuerda porque yo también me crié rodeado de mujeres y pasé miles de horas en diversas cocinas con mi madre, mi abuela, mi tía, mi hermana, la Eugenia, enredando. Cervera casi lo mismo, porque yo creo que le salieron los primeros pelos del bigotillo cuando ya llevaba un tiempo de concejal. Y ha visto pasar por la cocina de UPN a todas las madames, las señoras de verdad y a todos los parientes o autonombrados parientes. Y ya se sabe cómo son los parientes y el cuñao plasta o el amigo petardo, que no ves la hora de que se ahuequen y te dejen seguir haciendo canelones y no abran sus bocazas justo cuando Radio Nacional da el parte de las dos de la tarde con la etapa del día. Cervera ha visto todo el catálogo o casi todo el catálogo de lo mejor y de lo peor que genera el poder y como chaval espabilao que es hay algunos a los que no soporta, como debe de ser. El otro día le dejó tirao a Javier Taberna en una reunión. Dicen que fue porque Taberna se rebotó porque el PPN criticó la filfa esa de estoloarreglamosentretodos, impulsada por las cámaras de comercio, que viven del sableo y el buenrollismo. Yo creo que no, que ésa fue la excusa, buena excusa, por cierto, pero que, en el fondo, Cervera, como le pasa a cualquiera que se divorcia, tiene más ganas a algunos parientes o satélites que a su anterior pareja, Sanz en este caso. No sé si desde el punto de vista político es o no un acierto o una estrategia para salir en los papeles, pero como niño pequeño que fui disfruto imaginando lo que disfrutó Cervera mandando a tomar por culo a algún que otro plasta aprovechao.

Kasparov

Dios, qué país, a mí me divierte mucho, pero qué país, no me extraña que haya gente que haga la maleta y diga: ahí te quedas, Higa de Monreal, cuando te llegue la caspa a la antena ya te acordarás de mi. Un museo del carlismo, lo último es un museo del carlismo, es que es de no creer, que no sólo en su tiempo hubiera que aguantar al Fernando, a la Isabel, al Carlos, a toda esa puta parentela chupatintas y bebesangres que metieron al personal en tres guerras, en cruzadas para limpiarles el culo, en ideologías reaccionarias, trasnochadas incluso entonces y falsas a más no poder y ahora además nos tengamos que gastar los cuatro cuartos que quedan en levantarles un museo, como si el simple hecho de que una cosa haya sucedido y por tanto merezca una línea en la historia o dos o tres obligue a que también merezca recordarla como algo de lo que se puede extraer alguna enseñanza positiva y esa línea se convierta ni más ni menos que en un museo, que parece que más que un departamento de Cultura tenemos un departamento de Historia, con su consejero fósil, su director general fósil y su todo fósil. Porque, a ver: ¿qué tiene de positivo, así para la sociedad en general y la evolución del ser humano y el entretenimiento y el conocimiento, que un tipo quisiera hacer reina a su hija y su hermano como entonces no pillaba cacho se mosqueara y la liara parda a costa de los demás?, ¿qué coño nos importa, no bastó con aguantarle la gracia y el sable entonces? Por mi como si le prenden fuego al museo con todas las vainas que tenga dentro –es que echo de menos a Pepe Rubianes- y reviente de una vez tanta idiocia. ¿Qué marcó Navarra durante décadas? ¿Y qué? Corpas, qué ganas de perderte de vista, de verdad, qué pena que no te piraras fuera, como dijiste que hacían los artistas buenos.

Anestesia

Todos sabemos que los políticos, como los dentistas, son tan necesarios como insufribles, porque además de joderte hablan. Pero hay que convivir con ellos. De la misma manera que el esmalte es un bien escaso y a proteger, también son escasas la honestidad y el sentido común y de ahí que se encargue a unos cuantos que pongan un poco de orden para que siga habiendo honestidad y sentido común, bienes muy preciados. El problema es que en el caso de los políticos hemos puesto a cuidar de nuestro esmalte a fabricantes de gominolas. Y nos duelen los dientes. También sabemos que, por definición –al menos de medio siglo a esta parte-, un político es un farsante que de vez en cuando dice alguna verdad. El asunto es que ya no sabemos distinguir cuándo dice la verdad, cuando la carie existía realmente o ha sido provocada. Miren si no a Roberto Cara de Piedra Jiménez, también conocido como el Señor Cangrejo. Porque cuesta creer que todo el proceso de firma-no firma del TAV no sea una estrategia de quítate, ponte, ahora diseñada para que dicha firma le caiga al PSN en el que PSN y PSOE crean que es el mejor momento para Jiménez y los suyos. Vamos, creer lo contrario es de bobos, con perdón. Y, como pésimo político que es -hoy esto, mañana lo otro, venir, no vengáis, cambio pero no cambio-, ante dicho acontecimiento, ¿cómo reacciona el cangrejo? Enseñándonos sus pinzas, sacando pechito, mirar qué larga la tengo y qué dineritos nos trae mi primo gallego. Y no sólo eso, si no que, además, en una nueva demostración de que hay genomas que hay que secuenciar si o si, salta: los socialistas no estamos para fotos. Él, que lleva tres años como un vulgar cazaautógrafos y que tendrá el cuarto lleno de pósters de las firmas que hace con Sanz. Los dentistas al menos te anestesian.

Por saber

El domingo leí un titular inquietante. No era Osasuna gana o Camacho dice algo nuevo o Roberto Jiménez sale de la narcolepsia. No, era éste: el pozo sin fondo de la sanidad navarra. No era El pozo sin fondo del TAV o de la Policía Foral o de las carreteras para ir a 240 pero donde sólo se puede ir a 120 o del Circuito de Los Arcos, el Museo de los Sanfermines o de las empresas públicas o semipúblicas –por cierto, ¿sigue Sodena enterrando pasta por octavo año en eso de Fondetur, Hoteles con Encantados de Perder Dinero?- o de las subvenciones a sindicatos y patronal. No, era el pozo sin fondo de la sanidad navarra. Los titulares dicen mucho sobre el tono de lo que nos vamos a encontrar después, por eso yo titulo tan mal y si por mi fuera numeraría los artículos y a cascarla. Cuando se titula así, con una expresión como pozo sin fondo, se quiere dar a entender o se da a entender aunque no se pretenda que la sanidad representa un gasto exagerado, absolutamente desorbitado. Atiendan: gasto, no inversión. Invertir se invierte en forales que se tocan el haba en despachos, en trenes para llegar media hora antes a Madrid para ver Mamma Mia o en asfalto para que las hijas de algún constructor estén contentas. Gastar se gasta en sanidad, jódete. Qué dispendio, qué horror, qué sociedad más retrasada, que gasta en su salud y además lo paga ella. Dicen que Salud nos va a extender facturas donde ver el gasto real que suponen determinados actos médicos. Me parece bien. Quiero que eso se extienda a todo lo demás. Todo es todo. Quiero ver pegatinas grandes con su precio en los coches oficiales, en los uniformes, en los consejos de administración, en cada metro de vía o circuito, en cada mojón de carretera, en cada viaje, en cada estudio, en cada último puto papel. Por saber.

Tirofijo

Miguel Bosé ya es colombiano. No tengo palabras. Creo que aguanté a Miguel Bosé del 77 al 84. Llegado a ese punto, le dije a mi hermana: María, o él o yo, yo soy un niño, los niños somos muy impresionables, pase que me intentéis ahogar con la almohada porque soy el pequeño y me sacáis seis y cinco años, pase que vosotros os piréis por ahí el fin de semana y yo me quede en casa o de prestao a mi bola, pase que de pequeño me llevaseis de paseo en verano con el pasamontañas puesto, pero lo de Bosé ya es un acto de crueldad extrema. Mi hermana me miró, ahorró y se compró unos cascos. En justa contrapartida, yo puse a los Dire Strais –en concreto el Alchemy- de manera ininterrumpida desde 1984 hasta 1992, año en el que se casó y se fue de casa y en el que Knopfler y los suyos vinieron a Donosti y a Pamplona. Donde las dan las toman. Mi hermana y mi hermano oyen You get a shiver in the dark… y se llenan de ronchas. Miguel Bosé ya es colombiano. Se ha ofrecido a mediar con las FARC. Se me ocurren tal cantidad de maldades que no me caben en esta columna. Confío en que las FARC sean sensatas por una vez y escuchen el ofrecimiento de Bosé. Tonto un rato ya es el Bosé, porque se ha pegao un esfuerzo terrible para adelgazar 30 kilos y con las FARC eso le hubiese salido casi gratis. Una pena. Aunque aún podría adelgazar un poco más y le cabrían las mallas con las que bailaba Superman. Bosé bailando Superman delante de las FARC en la selva sería un documento por el que daría por bien empleados los siete años de tortura a los que me sometió mi hermana. La esperanza y los intereses de la hipoteca son lo último que se pierde, así que quién sabe, lo mismo el vendehumos éste que no escribe una canción decente desde 1984 hace algo digno. Lástima que ya no viva Tirofijo.

Nivel

Como ya se veía venir desde hace mucho tiempo, la primera edición de Gran Hermano se ha convertido con la perspectiva de los años en un documental de National Geographic de esos en los que se invierten dos años filmando en Namibia para 60 minutos en comparación con el catálogo de cosas que se emiten hoy en día. Cosas, no programas. Empezando porque Sálvame parece casi Documentos TV, se observa cómo en Antena 3 una mente preclara decidió que Paquirrín, El Yoyas y Nuria Bermúdez podían sostener una audiencia, algo que obviamente no ha sucedido y ya han bajado la persiana. Mientras, no sé en qué otro canal una recua de horteras con mechas se disputan a un tal Escassi. Cuando le conté a mi abuela que el tal Escassi fue el maromo castigador de la hija de Laurita Valenzuela se le cayeron a la sopa a un tiempo los rulos, la dentadura postiza y el sonotone y aquel plato parecían los cajones de las rebajas del Galerías Preciados. Luego está la en otro tiempo ser humano Emma García presentando algo de una máquina de la verdad cuyas preguntas hacen sonrojarse a las vedettes punkis del Bagdag. En la cadena más progresista del mundo mundial, la que dirige el maestro pastelero Emilio Aragón, un par de fieras en celo le pasan el aparejo por la espalda a una concursante en Generación Ni-Ni y aquí no pasa nada, todo sea por la pasta y por homenajear venga a cuento o no a La Parada de los Monstruos. Ya digo, la primera edición de Gran Hermano, con sus nominaciones y sus cosas, era el séptimo arte si la relacionamos con la bazofia que las productoras llevan generando en los últimos cinco o seis años. Con decir que el programa ése de chistes contados por cinco elementos con escasa gracia está aguantando de sobra está casi todo dicho. Los empresarios televisivos demuestran día a día su nivel.

Turismo emocional

¡Arriba el turismo emocional! Joder, viendo las afotos de la visita jabarra al Sáhara uno se pregunta si había comida para todos, porque tenía que haber más visitantes que visitados, espero que al menos llevaran unas cloquetas de Findus o unos tuppers. Oye, entre funcionarios, parlamentarios, concejales y gente de la Mancomunidad aquello parecía la repetición del desplazamiento a la final de la Copa del Rey. Se ve que es decirle a un parlamentario que hay un viaje a alguna parte y que además se va a sentir mejor persona y útil y esas cosas y le falta tiempo para hacerse la maleta y pirarse a donde haga falta, por supuesto a billete pagao y “no sabes las condiciones en las que están esas gentes, tía”. Es lo que tenemos, debería valer con que fueran los profesionales de la cosa y que los políticos se leyeran los informes, pero vete y diles tú a los políticos que gastar aunque sea 100 euros es un despilfarro: se enfadan, te acusan de demagogia y lo mismo te amenazan con que van a hacer de escudo humano o algo peor, que van a montar una corriente interna. Es casi mejor que vayan, la verdad. Está muy de moda últimamente el turismo emocional, en cualquier momento van a empezar las agencias de viajes a ofertarlo sin cortapisa de ninguna clase: ¡véngase a Tinduf, trague la verdadera arena del desierto y cómase el yogur con crujir de dientes. Aún quedan plazas, precio especial parlamentos y ayuntamientos! ¡Venga a Cuba antes de que se muera Fidel. Sienta el sabor de la verdadera revolución. Pensión completa y complot con disidentes incluidos, huelgas de hambre día sí día no! ¡Conozca el Himalaya en foto y pase la mano por las cabezas de nuestros sonrientes niños. Oraciones gratis, sólo grupos, incluye libro de mantras y cintas de los Grateful Dead! Todo llegará.

Fusión fría

Recordemos que también Del Burgo, cuando era presidente de la CAN en su condición de presidente de Diputación, se retiró de la deliberación en el momento en el que el consejo de la CAN debatía si dar o no dar un nuevo crédito a FASA, de la que Del Burgo había sido accionista aunque muy minoritario y de la que por entonces aún era avalista, aspecto éste último que no reveló, le estalló y supuso su impuesto adiós a la presidencia, que luego recuperó legalmente. De Sanz también dicen que se retiró cuando el consejo de la CAN, que preside como presidente del Gobierno, estudió la operación por la cual se ofrecía un crédito compartido a AC Hoteles y por la cual también CAN, a través de Corporación Caja Navarra, se hizo con una opción de compra del 5% de AC Hoteles. Todo muy curioso, no me digan, muy curioso. Catalán –según se cuenta uno de los principales motivadores para el acercamiento de Sanz al PSOE y todo lo que ha traído tras de sí- las está pasando prietas –como el 95% de los empresarios de este país- y tiene –como el 95% de los empresarios de este país- el derecho de buscar ayudas o apoyos donde le plazca. La diferencia es que CAN no trata al 95% de los empresarios de este país con la misma aquiescencia con la que ha tratado a Catalán, si no bastante al contrario. A eso le llamo yo fusión fría: ha habido empresas y clientes de décadas que se han sentido tratados peor que en una morgue. Ni siquiera el marketing puede con la realidad de las cosas, porque la realidad de las cosas está en la calle hace tiempo y no hay aparato de propaganda que convierta la mentira en verdad y la verdad en mentira. Una cosa es que la gente no ponga carteles y otra muy distinta que las cosas no sucedan. Qué no veremos de aquí a que el Kaiser de Corella se retire a sus aposentos.

Punto G

Sanz tiene un problema. Su médico de cabecera –gerente del SNS- no se habla con su Consejera de Salud. Mal arreglo. A su vez, su sucesora de él, Yolandamari –que pasa más tiempo en Madrid que Cervera, aunque esto Sanz sólo se lo eche en cara a Cervera-, tampoco traga a la consejera, aunque esto no es noticia: Yolandamari es así, cualquier política que más o menos esté cerca de su altura o a la misma o por encima y que se encuentre en su camino hacia alguna parte será triturada sin remisión por el rodillo burgalés. A este respecto José Ignacio Labiano –su mano derecha en sus comienzos- podría escribir un best-seller. Por otra parte, Yolandamari sí que aspira a volver a la casa del padre, junto a Cervera, JaimeIñaki y el padre Viñes. Ni JaimeIñaki, ni Cervera ni el padre Viñes soportan tampoco a Kutz, asediada desde dentro, desde fuera y desde el propio departamento de Economía, que no duda en gastar en ladrillos, parquets flotantes, peraltes, pedestales donde colocar disecada alguna vaca de Macua y en, por ejemplo, decenas y decenas de líneas presupuestarias para mantener el tinglado de los Goyen y cía pero se niega a dar un euro más para Salud. Esto viene de muy lejos, de lejísimos, de cuando Salud año a año iba perdiendo peso porcentual en el reparto de los presupuestos y doña Kutz a aquello no decía ni tús ni mús y lo importante no es que sea perro o gato “si no que cace ratones”. La teoría boba de segundo de EGB: a la gente le da igual quien le opere, mientra le operen. A la gente una por una claro que nos da igual, pero a la sociedad entera no le da igual, nunca le tendría que dar igual. Antes o después Kutz pasará al desván y, aunque parezca mentira y como decía Sánchez Ferlosio, “vendrán más años malos y nos harán más ciegos”. Atención al Comando Copago.

'Teledeporte'

Lo que más me gustaba de Delibes es que le gustaba el ciclismo y, por encima incluso del ciclismo, el Tour. Las filias se establecen así, por tonterías o no tanto. Yo a alguien que no sepa cuáles fueron los dos corredores que se fueron rectos sin tomar la curva en el 88 el día que ganó Ghirotto ni le dirijo la palabra, ja-ja. Luego ya si encima le habías leído algún libro de los que te obligaban a leer en el colegio y a pesar de eso te gustaban estaba todo hecho. Recuerdo que cuando abrí la librería coincidió con la salida a la calle de El Hereje y no hace falta decir que aunque vendí pocos libros tal vez El Hereje fue el que se llevó la palma, especialmente entre el público femenino, que era pronunciar Delibes y les brillaban los ojos. Llevarse a casa un Delibes es como verte una Wilder: se aprovecha todo, como el cerdo. Mi santa madre tiene las estanterías a rebosar de Delibes, así de poco original fui con sus cumpleaños. El caso es que además Delibes era todo lo contrario a Cela y no quererle era imposible, del mismo modo que nadie podía ver a Cela y a la petarda de su rémora. Esto siempre ha pasado, ahí tienen a Cortazar frente a Borges, a Camus frente a Sartre, hay mil ejemplos. Pero ése es un debate que contamina, como todo, porque no tiene nada que ver que uno quiera llevarse a su casa al Delibes persona para que el Delibes escritor te tenga que gustar más por ese vano motivo, sólo no vano para los que le trataron. Aunque así también entiendo lo que Delibes dijo del ciclismo: se acabó cuando se retiró Indurain. No sé si diré tanto, pero sí que es verdad que repasar a Rijs, Pantani, Ullrich, Armstrong o al propio Contador y sus pistolas y sus frases de chulito –vengo sin entrenar- le da la razón al viejo escritor. Espero que haya Teledeporte donde ha ido.

En algún sitio

Hoy debería estar comiendo con mi rival, Vassily y Meryeini en Villanueva, en el Alaitze, comprobando una vez más que por 20 euros uno puede comer como ya hubiesen querido los obispos de los 40, pero fue M y se murió. Como M se murió y Meryeini tenía y tiene que llorar como hay que llorar cuando se te parte el alma y ya no sabes si la volverás a encontrar hoy no veremos Berrendi y Meryenini no nos podrá contar en presente cómo es M, que seguro que era como la luz y el sol y el hielo y el fuego, porque uno al final se acaba pareciendo aunque no quiera a los que le quieren. Y tendré que hacer lo que hice ayer al ver que Vassily había puesto en su blog el Hey That’s No Way To Say Goodbye -¡hey, no es modo éste de decir adiós!- de Cohen: meterme en la cama y llorar, ayudado por el catarro, que reduce las prisas y siempre consigue que sientas más reales las únicas cosas de la vida. Y maldecir, porque, se mire como se mire y venga escrito lo contrario en el libro que venga y lo diga quien lo diga y haya preparadas al efecto en la resignación popular miles de frases llenas de mentiras, que alguien se vaya a los treinta y pico va contra todo. Todo es todo. Los amigos no se deberían morir nunca o al menos tendrían que tener la puta educación de morirse después tuya, porque tú seguro que los esperarías en algún sitio sin prisa alguna y para cuando llegasen ya estaría todo montado y no tendrían que preocuparse de nada y todo sería como tiene que ser cuando se tienen treinta y pico y aún no se te ha partido el alma porque los amigos no se deberían morir nunca y mucho menos antes que tú. Pero algún día veremos Berrendi y mientras nos ponemos como obispos iremos haciendo tiempo hasta que llegue el día en el que ya no haya que llorar por ninguno más de los que nos mantuvieron en pie.

O peor

Aprovechando que tengo un catarro de ésos que se cogen de glaciación en glaciación y la nariz como el nacedero del Urederra, el miércoles me leí Treinta años no es nada, a ver si me despejaba. Bueno, entero no, me dejé para otro día las entrevistas a Otano y Sanz, por si unidas a la Couldina me daba un perrenque. Llegué a varias conclusiones: 1ª los precios de algunos libros se ponen al vuelo. 2ª Del Burgo forma parte de ese 1% de la población masculina a la que no le hace falta quitarse un par de costillas para llegarse. Ya, ya sé que la sola idea da repelús, pero tras la enésima brasa histórica que suelta no se puede decir otra cosa. Qué pereza de hombre. 3ª Arza dice poco pero lo poco que dice le cunde. Le suelta dos mandobles a Del Burgo que ya los hubiese pillao Foreman en Zaire. 4º Alli ama profundamente al señor que dirigió durante años el periódico que no es éste y que escribe con eses y ces en lugar de zetas y kas. Además, Alli hubiese sido un inconmensurable vendedor de crecepelos. 4ª Urralburu no tiene vergüenza. Esto último ya se sabía, pero lo ha confirmado tras 15 años de silencio. El Urral –como le conocía la progresía arribista que luego pasó a las filas de UPN o se quedó en el PSN con la cabeza metida en una topera- suelta un discurso entre explicador del universo todo y un Willy Brandt neocatecumenal y libro de autoayuda pasando por el redescubrimiento de la naturaleza como fuente de energía que te dan calambres. Eso sí, en la única pregunta –toma entrevistador incisivo- que el autor le hace sobre El Tema -¿de qué se arrepiente Gabriel Urralburu?-, el Urral se persigna y se disculpa, dice que es de sobra conocido aquello y obvia que aquello no vino por generación espontánea. Vamos, de cárcel. 24 euros menos y la nariz igual o peor.

Mucho listo

Mentir está feo. Por mucho que uno diga 99 verdades, si dice una mentira o algo que no es una mentira total pero que ni mucho menos es la verdad no deja de ser un tipo a poner en cuarentena. Miranda afirmó ayer que la decisión del Gobierno de invertir en el Circuito de Los Arcos se debió a dos razones: porque creían en el proyecto y porque, como con todas las obras del Plan 2012 y a causa de la crisis, “la propia actividad inversora –por tanto gasto directo- la consideramos positiva y generadora de riqueza”. Si miramos que los señores Lehman guardaron sus cosas en cajas en septiembre de 2008, que el propio Miranda hasta enero de 2009 hablaba de que “la inmensa mayoría de los navarros no se verá afectada por la crisis” y que el acuerdo entre Sprin y Construcciones Samaniego -por el que Samaniego se hacía con el 55% de la empresa gestora del circuito y el Gobierno a través de Sprin se quedaba con un 45%; con un presupuesto inicial de 22 millones de euros en total- se firmó -¡ojo!- el 24 de mayo de 2007 aquí hay algo que no cuadra: si el acuerdo de semejante obrón que no pasó por el Parlamento ni por concurso público alguno tuvo lugar año y medio antes de estallar la crisis, ¿significa eso que ya sabían que iba a caer la que cayó?, ¿por qué no avisaron a los municipales?: hay un niño que se ha perdido de sus padres, en 2009 os vais a cagar. De una inversión de 9,9 millones –el 45% de 22- se ha pasado a otra de 52,25 –el 95% para Sprin, el 5% para Samaniego-: ¡un 427% de incremento! Liggonet dijo hace un mes que se ingresarían entre 10 o 20 millones anuales. Ayer se habló de entre 4 o 5 millones en 2013. Aquí hay o mucho pirata o mucho fantasma o excesivo pastel. Miranda, si no sabes controlar ni a tu gente ni tus propias incongruencias, ya sabes, quemando ruedas.

‘El Nota’

Millones de personas repartidas por el mundo celebramos el lunes por la mañana –casi noche en Australia- que El Nota, su notísima o el notarino subiese al estrado para recibir la cosa ésa del Oscar. Su notísima lo merecía desde hace cantidad de años, antes incluso de elevar a la categoría de obra maestra el pasotismo fumao. Ahora ya tiene el Oscar para que haga juego con su alfombra meada, que “daba ambiente”. Jeff Bridges es un grande, hace mucho ya. Recuerdo que la primera vez que ví La última película pensé: joder qué tío más guapo. Pero luego salió Cybill Shepherd y al instante recuperé mi condición sexual. Hoy día me da la sensación de que los guapos y guapas los hacen en cadena e incluso como Penélope tienen detrás a un batallón de tipos de marketing. Y así es imposible enamorarse como antes. Bueno, el caso es que El Nota es un firme defensor del cannabis, aunque dice que no lo utilizó durante la filmación de El Gran Lebowski. Con semejante guión, a quién le hacía falta fumar, hubiese sido una redundancia. En los últimos tiempos me estoy acordando bastante del cannabis, no para consumo personal, porque a mi me sienta fatal, si no como recuerdo. La semana pasada, sin ir más lejos, Txentxo Jiménez le daba a NaBai un 25% de opciones de presentarse a las próximas forales. Recuerdo que hace tres años a los del partido canábico les cayó de todo por presentarse, fundamentalmente desde las filas de partidos que creían poseer a esos posibles votantes. La realidad, que es muy tozuda, va poniendo a cada uno en su sitio y tal vez muchos de los que se lanzaban al cuello de los canábicos sean los primeros en votarles si finalmente NaBai sigue sin aclararse si va o si viene. Porque tener una alfombra que dé ambiente está muy bien, pero a un partido hay que pedirle algo más.

Obligaciones

Estoy viendo a El Maestro cantando Like a Rolling Stone con Mick Jagger en 1998. Parecen mi abuela y mi sobrino el mediano. Mi sobrino el mediano es politoxicómano. Le explicas un deporte cualquiera, le das las herramientas necesarias y a las dos horas ya está entre los 100 mejores jugadores de todos los tiempos. No es amor de tío, tiene un problema de habilidad: es demasiado hábil. Su cuarto parece el Decathlon. Sólo falta el gerente echando gente. Cuando lo vean en bikini en la portada del Sports Illustrated ya se acordarán de esto: mira, ése debe de ser aquel que decía ese chalao. Se ha pasao con los implantes. Cuando vean a mi sobrino, me refiero. Al gerente del Decathlon no tengo el gusto de conocerle. Tampoco sé si echa gente. Supongo que lo hará cuando le toque. Como los de Gamesa, les toque o no. Los de Gamesa me parece que están haciendo lo que hacía y ya no sé si hace la Volkswagen. Llegaban a las reuniones con las fotos de los hijos de los 5.000 empleados y las tiraban encima de la mesa: vosotros sabréis las subvenciones que nos vais a dar para las nuevas inversiones. Y se rascaban un huevo. Una delicia de gente. Bueno, eso exactamente no hacían, pero era lo que venían a decir oralmente. Oralmente hablando estamos en una época muy perra, porque hay mucho hijo de las quincemil putas suelto. Mi abuela dice: cómo está el mundo. Lo lleva diciendo desde el 63. Le dio por ahí. No le falta razón. Si mi abuela tuviese una reunión con los de Gamesa les diría: antes que trabajar para vosotros preferiría beber agua. Porque hasta la maldad tiene niveles. Afortunadamente, ya no le hace falta trabajar. Come al año lo que mi sobrino en una semana. Cuando mi sobrino salga en el Sports Illustrated espero que haya menos cerdos por el mundo. Es nuestra obligación.

Unos gojis

No sé tía, me encanta, métele algo más de cian. Vale, ¿a qué hora te han dicho que hay que enviarlo? ¿El briefing? No, el mailing. No sé, Yago sabe. Comentó que antes del mailing teníamos que preparar el claiming. Puede ser, pero ahora lo que corre prisa es esto. Ya, tía, yo que me había preparado para esta tarde un cruising. Yo tuve uno ayer. ¿Y? Donde esté el pomo la puerta. Qué basta eres tía, donde esté un fucking que se quite el pomo. ¿Por lo menos usarás Sidol? ¿Para qué? Para el pomo, boba. Tengo los pomos más limpios que el Sultán de Brunei. Me dejas más tranquila. Ah, dijo Queca que esto lo facturásemos a yomeloguisoyomelocomo.org. ¿A la sobrina del hijo del de la Cámara de Comercio? A ésa. ¿Y ella luego se lo pasa a estoloarreglamosentretodos.org? Así es. Y en el camino le mete un 15% más. Como poco. Pásame los gojis. Vas a reventar. Y tú que lo veas. Me parece que en el storming nos dijo que para las cuñas de radio rebajemos un 20%, que así nos saltamos la cosa esta de la ley o como se llame. ¿Ya están hechas las cuñas? Y el spoc. Qué fuerte. ¿Es guay verdad? ¿Lo cualo? No sé, tía, todo. Tendrá. Estuvo Martus ayer con la productora y que genial. ¿El qué? El spoc. No me digas: rollo argentino con toque casa de la pradera y Solidarnosc. ¿Solidarcómo? Déjalo, pásame los gojis. Rebeca, tía. Ni Rebeca ni pollas, ya lo he mandao a la impresora. Voy. Ve. Por cierto Rebe, tía, que no me dijo Yago otra cosa que llamemos a los del catering para la presentación. ¿También nos encargamos del catering? Guay, así habrá comida japonesa. Esto más que una puta empresa parece un puto todo a 100. Un poco como super negro el anuncio, ¿no? Negro que te cagas. Rollo Seal. Rollo estolofacturamosnosotros.ostias. ¡Qué fuerte! ¡Qué fuerte!, ¿unos gojis?

Panero

No sabía que se le había encargado a Leopoldo María Panero la redacción de las enmiendas a la Ley de Vivienda, en concreto la que se refiere a las cooperativas. Es lo que tiene la UGT y Plazaola, que el personal lee mucho, tiempo hay. Creo que a Lepoldo María, tras fumarse 63 cigarros y beberse 12 Coca-Colas –más o menos en una hora de redacción, porque el tío es rápido para todo- le quedó así: podrán, si Rilke lo permite, constituirse cooperativas entre los beneficiarios, porque a ninguna clase ni de demonio ni de dios debo mi ruina. Las cooperativas, cuando cansado desde el lecho me levanto a mirarte, no tendrán ánimo de lucro, Sitting Bull vigilante a las vacías cuencas de tus ojos, y podrán estar vinculadas a entidades de carácter social o sindical, porque escribir en España es tener hasta el borde en la sangre este alcohol de locura que ya no justifica ni nada ni nadie porque los locos yerran pero no mienten. Clarísimo, transparente como agua de glaciar. Pero, como somos todos unos gafosos, no debimos de leer bien la enmienda e incluso el Gobierno dijo que “quizás la redacción no es la mejor”. Quita, quita, para lo que querían la UGT y el PSN y el propio UPN la redacción era perfecta, meses se pegó el tipo retorciendo el lenguaje para tratar de dejar abierto todo dejando la impresión de que queda cerrado. El problema es que para los que no tenemos estudios ni economato o nos hablan en castellano de tasca, que es el que vale, o dudamos. Somos así, como dijo aquel otro, “dudas que caminan”. El Señor Cangrejo salió una vez más –va la tercera- a defender la compatibilidad de cooperativas y censo único, pero sirve de poco, porque cuando algo nace viciao es que va viciao, por muchas explicaciones que se le quieran dar y mucho trabajo se le pase al gran Panero.

De arder

Como sabrán los que anden por aquí de habitual, a servidor NaBai se la pela, en igual medida que el resto. Vamos, que si cogen la Mugiroarra y se largan un par de meses a Salou a jugar al dominó y beber Biosolan voy a dormir igual. Pero, dicho esto, comprendo que para muchos esto no sea así y que NaBai sea la única opción – o la más potente- con la que cuentan para que les quepa la posibilidad de que no manden siempre los que llevan media vida haciéndolo, al margen del porcentaje de vasquismo o navarrismo vasco o como le quieran llamar ustedes que cada uno guarde en su interior. Se quiera o no se quiera, miles de personas están hasta los empastes de UPSN y, creyéndose mucho o poco el tema éste de NaBai y sintiéndose mucho o poco de alguno de los cuatro partidos que lo componen o del global, NaBai es el clavo al que se agarran. Y, de un tiempo a esta parte -¿o tal vez siempre?-, el clavo está ardiendo constantemente. Ya sea unas veces porque hay mucha gente interesada en dar esa impresión, ya sea otras porque los protagonistas avivan ese fuego, ya sea lo que sea, no hay semana que el votante del NaBai no inmerso en los círculos cercanos a los partidos no quiera darse de arder. Leyendo hace un tiempo la biografía no autorizada de Keith Richards esto se explicaba muy bien, cuando a Mick Jagger le dio un ataque de importancia en los 80 y se lanzó en solitario, entre otros con David Bowie. Richards fue clarito: mira, chaval, tú eres muy bueno, yo soy muy bueno, Charlie es muy bueno, Woody es muy bueno, pero juntos somos mucho más que la suma de nosotros mismos, así que tú sabrás, pero no esperes ni por asomo acercarte siquiera a lo que hemos hecho y a lo que podemos hacer. Claro que comparar a NaBai con los Stones es de cárcel, pero me he acordao de eso.

Ni un ápice

La madrugada del 23 al 24 de mayo de 2008 hablé, en nombre de la familia y amigos de Iñaki Ochoa de Olza -tal y como habíamos hecho esos días repartiéndonos las peticiones, tal y como hacemos desde entonces y tal y como haremos exclusivamente por un buen fin-, con un periodista. En aquel caso, con Joseba Larrañaga, de El Larguero de la SER. Tras 15 minutos en antena y con las últimas fuerzas que quedaban, aproveché para hacer lo que Iñaki y yo habíamos hablado muchas veces, hartos –sobre todo yo, aunque a Iñaki también le molestaba por Lorpen, uno de sus patrocinadores- de que sus escaladas tan celebradas hoy no tuviesen reflejo o lo tuviesen mínimo: quejarme. Joseba, muy educado y atento, aguantó como un campeón cuando le dije muchísimas gracias por todo de corazón pero con mi hilito de voz le recriminé -en general- el tratamiento al alpinismo y que ojalá periódicos nacionales, radios y televisiones comenzasen a informar de alpinismo tal y como merecían sus protagonistas cuando hacían cosas brillantes. Dos años después, la situación no ha variado un ápice y gentes como Jorge Egocheaga y su excepcional ascenso en solitario al K2 este verano o las apuestas de Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza no han pasado de la prensa regional. Junto a la familia y amigos de Iñaki, celebro como el que más que su historia haya calado en el vestuario del Barcelona y agradezco a Guardiola su sensibilidad y el enorme y emocionante empujón que ha dado a SOS Himalaya, la cuerda fija y común por la que subimos desde entonces, pero no puedo remediar maldecir que tenga ser precisamente a través del fútbol como adquiera difusión nacional en los medios. Me conformo con saber que Iñaki estaría ahora al lado del teclado diciéndome lo que dijo muchas veces: que les porculicen.