30 junio 2010

Invencible

Es bueno saber las cosas. Cuando era pequeño y leía los periódicos quería ser de mayor como Javier Eder. Pensaba: qué manera tan increíble de escribir. Luego, por esas cosas de la vida, le conocí y todavía quería ser como él, tan inteligente, discreto y, sin ningún género de dudas y con diferencia -mucho más allá de lo opinable-, el mejor columnista que ha manchado este periódico y su antecesor desde 1982. Éste y la gran mayoría. Ahora –siempre- ya tengo la certeza de que nunca seré inteligente, discreto y lo suficientemente buen columnista como para siquiera merecer el nombre de columnista. Es un alivio darse cuenta, aunque, si les digo la verdad, siempre lo supe. Desde hace cinco años, no obstante, tengo el inmenso honor de compartir con él la contraportada de los viernes. Quedaría bien decir que también admiro al resto de articulistas y realmente lo hago, pero me perdonarán si les digo la verdad de lo que siento: los viernes son días espléndidos. Los viernes bajo a por el periódico saltando las escaleras de cinco en cinco a leer lo que ha escrito, como de pequeño. Le leí el viernes pasado que se despedía de ustedes hasta septiembre y me di cuenta de que yo también tenía que hacerlo hoy. Y me dolió, lo prometo, no por mis tonterías, si no por sus columnas. Se me va a hacer muy largo el verano, sobre todo los viernes. A mi el descanso me viene bien, la verdad, pero, egoístamente, Eder no tendría que descansar, que se joda, si no le importa. Decía en su columna que les deseaba “un verano invencible”. No sé qué será un verano invencible, pero suena tan bien que yo les deseo, plagiándole, exactamente lo mismo. Espero verles aquí de nuevo al final de los veranos y que, como dijo aquel poeta, ojalá su vida sea tan dulce como la de manzanas bañadas en miel. Salud.

27 junio 2010

Vertedero

Mientras en España se negociaba el sistema por el cual nos van a dar un poco más de tas-tas sin anestesia ni mantequilla, en Suecia se casaba una tipa con una especie de clon de Clark Kent y se reunían allí centenares más de sinoficios a cada cual más moderno, actual y sencillo. Entre ellos, la nieta del taxista, que “deslumbró con sus trajes y su belleza, eclipsando incluso a la novia”. La nieta del taxista no tiene, al margen de principios, educación, ya que a las bodas, cuando no se casa una misma, hay que ir discreta. Incluso es mejor no ir, que es la plena discreción. Yo hace tiempo que no voy a ninguna, me niego ya, que sean muy felices y se coman entero el solomillo al Pedro Ximénez así les repita tres días, pero no tengo ya la paciencia económica para pagar cubiertos a 150 euros, que hubo épocas en las que curraba para poder pagar bodas de amigos, ni tampoco el tiempo necesario como para malgastarlo enterrando un fin de semana entero –juerga sábado y domingo reptando por el sofá-, así quiera a los contrayentes como si fuesen mis hermanos. Ya les dije: como os caséis uno más me envíais una foto. Quedamos dos en la cuadrilla sin pasar por tan magno evento y espero que ambos nos mantengamos en esta especie de limbo oficial, sin obligar a nadie a tener que pasarlo bien por cojones previa minuta de unos cuantos euros aunque sólo sea por mera educación. Las tipas que son hijas de tipas que era azafatas en los Juegos de Munich’72 y las que son nietas de taxistas a lo que se ve no cuentan con la libertad necesaria como para no tener que pasar por estos trances y por eso, y sufriendo mucho, se encajan el vestido a regañadientes y luego salen en las revistas “radiantes” y eso. El mundo es un vertedero lleno de trajes de novia y clones de Clark Kent.

26 junio 2010

Comparsa

Pues a mi no me gustan ni los Gigantes, ni los Cabezudos, ni los Kilikis, ni la Comparsa. Mi sobrino Adur, con tres años, le cantas no sé qué canción y se pone todo erguido y serio y baila como un gigante, pero a mi verlo me da terror, al margen de risa. Supongo que será que soy poco sanferminero, pero esos cacharros de cartón piedra es verlos y entrarme ganas de echar a correr. Y eso que mi primo Fermín bailaba un gigante y que de pequeño mis padres me ponían en el altillo de la tienda de la calle San Saturnino para verlos pasar, pero ni por ésas, unos trastos horribles, que te albardan a hostias y además huelen a puro y a carajillo. Pero bueno, es un gusto particular, tampoco pretendo –sería terrible- que lo que no me gusta a mi no les guste a los demás. Porque tampoco trago el concepto de peña, el de casta o al pesao ése que tiene que estar en todas partes y luego contártelo –esto es indispensable- para así intentar hacerte ver que es más de Pamplona que la muralla, así le esté a punto de reventar el hígado, el estómago y el sistema nervioso. Por eso, que vaya a lanzar el chupinazo el de la Comparsa no me dice nada, es una estrategia más de Herr Yolandamari para saltarse la farsa partidista que sí respetan cuando les toca al resto de partidos. Vamos, que la Comparsa estará allí de mera comparsa, porque si le tocara a UPN, PSN, NaBai o antes a IU o CDN no les llamarían en mil años, ya que sólo se acuerdan de la ciudad cuando el turno les toca a otros. Si yo fuera el de la Comparsa les mandaba a tomar viento, pero no lo hará, porque, al parecer, tirar el chupinazo es la ilusión de su vida para mucha gente y luego está el tema de la educación y blá blá. Bueno, de todo tiene que haber por debajo de San Cristóbal, incluidos esos muñecos tan horrendos.

25 junio 2010

Maravilloso

El lunes desayuné con Juan Martínez de Irujo. Él, cerveza, yo un cortao. Si al entrar a un bar ves a Juan desayunando cerveza es que ha hecho algo grande. No es día para decir, de nuevo, que ver jugar a Juan es maravilloso –ja-ja-, ni para engrosar más la lista de aduladores ocasionales, pero sí de certificar que sigue siendo el chaval encantador que era hace 20 años, cuando no levantaba un metro. Esto no se dice por que sea el mejor pelotari de la década, se diría lo mismo si fuese tornero. Es que es así, igualito que cuando jugábamos al punto en el frontón y se ponía a esperar los dos paredes con su camiseta de la Real con el resto de chavales de Ibero. También andaban desayunando Nerea, Ander y demás restos de la batalla iniciada la noche anterior. Maja gente, peligrosos, ja-ja. Le conté a Juan que había ganado la porra de La Montañesa -80 eurazos- y que, con el 20-10, me sentí mal, porque celebré los tantos de Xala hasta que llegó a 13. Si llegas a fallar la última pelota te capo, mamón. No era por los euros, era por la ilusión de que Koldo me dejase en el móvil el mensaje que me dejó: Txiskin, ¿a que no sabes quién ha ganado la porra? El mendas. Última vez que hago una porra con Juan de por medio, joder, qué mal rato a añadir al mal rato del partido. Por cierto, Juan, al respecto del tipo de la carta aquella. Te diré una cosa: hay tipos que exigen a los demás que sean un ejemplo para el resto. No hay que hacerles caso, porque tal vez su problema es que ellos mismos son ejemplo de poco y confunden el nervio con la mala educación. Es mejor obviarlos, aunque, si te sirve de referencia, éste desde 2001 no se ha subido a una banqueta. Pero da igual, con su pan se lo coma. Karranklas hubiese disfrutado mucho viéndote desayunar. Yo lo hice en su nombre. Salud.

24 junio 2010

Gracias

Todo es relativo, menos Bob Dylan. Para el 99% de ustedes no pasará de ser un cantante más, algo lógico, normal y hasta racional. Para el 1% restante quizá sea otra cosa, no sé, tal vez el hombre que cambió la música, el mejor letrista de la historia, un ser de otro planeta. Lo entiendo. Para mi es el autor de las canciones en las que me quedaría a vivir. De hecho, creo que vivo dentro de una, aunque no sé en cual. Me da igual, hay 100 maravillosas, otras 150 majestuosas, 125 sublimes y las restantes son tan sólo obras maestras. Dos o tres son regulares, lo admito. Los días que estoy triste, le escucho para entristecerme aún más. Los días que estoy contento, le escucho para agradecerle por haberme acompañado desde que me sonaba los mocos con los puños de la camisa. Los días que no pasa nada, le escucho para que pase algo. Nunca me ha fallado, nunca me ha dejado indiferente, nunca habrá otro como él, nunca nada ni nadie me podrá destrozar ni levantar tan alto como él lo ha hecho. Por eso hoy nos estamos metiendo 500 kilómetros, para decirle sin palabras y sólo con nuestra boba y absorta presencia que es lo más grande que ha pasado jamás por una colcha, para decirle que mientras él venga nosotros iremos, para que sea consciente de que nos ha hecho infinitamente felices desde hace tantos y tantos años que hemos olvidado prácticamente casi todo de este mundo de mierda y oro pero que jamás olvidaremos cada una de las muchas veces ya en las que lo hemos tenido a dos decenas de metros. Somos cuatro amigos, mayores, creo que sensatos y creo que hasta adultos, si es que eso existe. Cuando esta noche lo tengamos delante, daremos gracias, otra vez, por haber llegado hasta aquí. Yo se las doy, especialmente, a mi rival, por mantenerme en pie. Todo es relativo, menos Bob Dylan.

23 junio 2010

¡Tasis!

Llegaba tarde a comer a casa de mi abuela y, al cruzar hacia Merindades por plaza del Vínculo, pasó un taxi: ¡bah!, por un día llamo y bajo en taxi, como los reyes, que si no en Villavesa llegaré a merendar. Llegué a merendar. En taxi. Cinco euros menos diez céntimos tras, exactamente, 35 minutos de espera y seis llamadas, muy tranquilas, al teléfono. Cuando llegué a la parada del Vínculo, después de llamar para pedir uno –resulta que Mancomunidad no permite enviar taxis a paradas tras una llamada, sólo deja a Teletaxi informar de que hay personas esperando en la parada-, estaba solo. Pensé: son las tres y cinco, para las tres y cuarto en Burlada. Cuando salí de allá, a las cuatro menos 20, había ocho personas más detrás, en el mismísimo centro de Pamplona –ciudad cultural-, una tarde de junio de 2010. Le conté estas penas al taxista: tienes toda la razón, pero así es, Mancomunidad no deja a Teletaxi hacer otra cosa. Cobró 13 millones de euros de las licencias y se quitó de en medio. Los taxistas nos organizamos mal, pero es Mancomunidad la que tendría que, aunque fuera con guardias pagadas, exigir unos mínimos. Ni siquiera está el teléfono de reclamaciones en los postes de información. Le dije: lo mismo escribo algo. Me contestó: ¡bah, se meten las cartas al director por ahí! Le contesté: ya supongo, ya veré lo que hago, gracias majo. Así que, señor director, escribo esta carta, agradeciendo de antemano su publicación. Le ajunto en un sobre mi DNI para que compruebe mi existencia y eso y, en la medida de lo posible, que la coloque en un sitio destacado, porque, en teoría, se cogen taxis para ganar tiempo y no al revés. Dígale de mi parte al señor Torrens, ya que seguro que lo ve en algún festejo y tal, que es un puto desastre personalmente en persona.

20 junio 2010

Peligrosos

Como acostumbra, el PSN sigue jugando a 33 bandas. Critica la paralización momentánea de las partidas que Salud da a diversos colectivos que trabajan en la prevención y promoción de la salud pero el mismo día se niega a apoyar una moción para que dicha paralización no se haga efectiva. Nada nuevo, es un disparate tras otro. Estos colectivos, como sucede con Irache en Consumo u otros muchos en otros campos, llevan a la práctica lo que el Gobierno ni sabe ni puede ni le interesa hacer y hoy mismo están con todos sus programas en el aire, por obra y gracia de una política de ajuste que ni por asomo afecta a otras partidas u a otros departamentos cuando se trata de acción directa, porque hacen acción directa. Cualquiera que haya visto el trabajo de Hegoak, Sare, Comisión Ciudadana Anti-Sida o Médicos del Mundo –por citar a unos pocos- sabe que su labor es absolutamente fundamental, en la medida en la que hacen y además hacen sin el absurdo paternalismo de este Gobierno y su antigua y carca preocupación por, por ejemplo, los aspectos morales de lo que es exclusivamente una cuestión práctica: la gente folla y se droga y como de esas dos actividades pueden derivarse peligros para la salud hay que informar, asesorar y ayudar. Y punto, no hay ninguna vuelta moral que darle, ya vale de papanatadas. Ante esto, el PSN vuelve a ponerse el traje de “estamos negociando”, su habitual papel de salvador de las causas que, sobre el papel, UPN quiere perder o no le importa perder. Un coñazo, vamos, esto de tener que andar siempre pendientes de qué postura coital adoptan estos dos muermos para que la gente que de verdad se parte la cara pueda seguir haciendo su labor. Por cierto, CDN también se abstuvo, habituado como está a querer estar en misa y repicando. Lamentable.

19 junio 2010

El gremio

El debate no es si Carbonero pone nervioso a Casillas, si no si Casillas pone nerviosa a Carbonero. Yo es soy un poco gremial y me interesa que mis compañeros de profesión lo hagan bien, supongo que también pasa entre los albañiles, que ven mal acabada una junta y se ponen malos, porque soy de los que están convencidos de que generaciones enteras de periodistas estudiaron Periodismo después de abrirse las venas con los errores de Ramón Pizarro, por ejemplo. Yo veo las entrevistas que hace la Carbonero a pie de campo, oigo sus comentarios en mitad de los partidos, carentes por completo de gracia, sorpresa, información interesante y salero y pienso: ummmm, para cobrar 100.000 euros al año y ser subdirectora de deportes de Tele 5 muy malamente tiene que estar la profesión. Porque, a sus 25 años, Sara Carbonero está, diga ella lo que diga, a años luz de decenas, centenas y millares de compañeros y compañeras que le dan tres mil vueltas en cuanto a tablas, profesionalidad –entendida como la unión de conocimientos y capacidad de comunicación- y, por supuesto, méritos exclusivamente periodísticos. Ella, obviamente, aprovecha su agraciado físico y hace bien, pero negar que su sueldo no deriva sólo de su trabajo es inútil, porque salta a la vista. Y la gente preocupada por Casillas. Cojones, a mi me preocupa la profesión, me preocupa bastante más que una recién llegada –con todos los respetos- gane mucho más dinero que el 99% de los periodistas de este país con décadas de tajo a sus espaldas que la puñetera entrevista que le pueda hacer Carbonero a su novio y cómo se alisa el pelo y qué cara se ponen, así que si hace falta sacar a Valdés se le saca y nos olvidamos de esta historia, que se les está poniendo cara de John Lennon y Yoko Ono y aún no hemos metido un puto gol.

18 junio 2010

Más pobres

Mucha gente, hacia el final de sus días, pierde el oremus o el mecaguensos. Yo, sin ir muy lejos, ya les tengo dicho que cuando palme pongan esto debajo del árbol que he elegido para ver el Tour de 2136: ya os dije que estaba enfermo. Miguel Sanz es uno de estos que en sus últimos días –en la política- abre la boca y se le ven las meninges. Creo que él y Juanito Oiarzabal podrían competir sin problema por el título de Bocachancla del año. La otra tarde dijo: a todos nos toca ahora ser más pobres y puedo garantizar que no pasa nada. Lo dice por que como se ha bajado el sueldo cree que puede hablar con conocimiento de causa. ¿Pobres? Usted no tiene ni puta idea de lo que es ser pobre, ni siquiera algo aproximado, no sé, aquel que descontando todos los gastos fijos del mes le quedan en el bolsillo 80 euros para un pincho semanal y una revista. Usted debería callarse, por que, aunque ya he dicho varias veces que para mi los políticos cobran poco –los buenos o los posibles buenos, tal y como está montado ahora mismo esto el 90% cobran más de lo que merecen-, es indecente que alguien con más de 60.000 euros anuales –sin contar esas dietas de CAN que se ha negociado- hable de “ser más pobres”. Diga “menos rico”, pero no “más pobre”, no joda, haga el favor, que estamos en una sociedad civilizada y respetuosa, no nos obligue a tener que ir a buscarle y colgarle de los pulgares en Sarasate y pedir en algún puesto que nos den dos piedras lisas y una puntiaguda como en La Vida de Brian. También dijo que no iba a subir los impuestos a los ricos, entre otras cosas porque se corre el riesgo de que se deslocalicen rentas, vamos, que los ricos se vayan a Suiza. Por mi se pueden ir todos a Suiza ahora mismo, incluido usted y su posturita de privilegiado que ha perdido el norte.

17 junio 2010

Por probar

Ya sé que esto que voy a decir igual a alguien le parece mal, pero no se puede escribir pensando en nadie concreto: hay que suspender los Sanfermines. Vale, vale, mucha gente vive de ellos, para un montón de personas, empresas y grupos es parte primordial de su sustento anual, pero hay que suspenderlos. ¿El motivo? Por probar. Sería un acontecimiento ver nuestro estado de ánimo y nuestro humor durante todo un año sin saber que durante nueve días vamos a poder hacer más o menos lo que nos dé la gana. Bueno, se podrían dejar en el programa los encierros. Encierro a las ocho y a las ocho y cuarto todos a casa a echar la siesta del carnero. Al mediodía coges la toalla y a la piscina. Lo hacen en Cuenca y todavía no se ha muerto nadie. Ya digo, sólo un año, por ver cómo nos tomaríamos entonces asuntos así como importantes: ERES, despidos, obras faraónicas, impuestos, etc. No crean, yo también estoy dispuesto a aportar mi granito de arena y que no haya periódicos ni medios de comunicación en todo un año. Entero. Bueno, eso lo mismo está al caer, vete a saber. Vamos, cambiar un poco las rutinas. Es que a mí el junio navarro me parece insoportable, sobre todo éste, que ayer puse la calefacción. El junio navarro es como tres meses juntos a todo trapo sin parar de la mañana a la noche y todo porque el 6 de julio tiran un cohete y se para el mundo hasta primeros de septiembre. Es un caso digno de estudio, habría que investigar -si no se ha hecho ya- cómo sería nuestra sociedad sin Sanfermines o sin fiestas de los pueblos de nueve días con vaquillas los nueve días. ¿Y las fiestas? Una cena en el frontón y apañaos. Puedo mandaros cuatro acordeonistas rumanos que harían vuestras delicias. No sé, se lo voy a plantear al Defensor del Pueblo. Defensor del Pueblo, qué risa.

16 junio 2010

Muy razonable

Para vuvuzela el Circuito de Los Arcos, ése sí que nos va a pitar en los oídos hasta que debuten los nietos de Pedrosa y salga en la tele la sexta generación de Matías Prats –la tercera ya aparece en Veo 7-. Menos mal que su director, Michael Ligonnet, calificó ayer de “muy razonable” la inversión de 43 millones de euros –esta cifra, se supone, la dio con la misma alegría que aquella de 10 o 20 millones de euros de ingresos anuales. Como para que haga éste la compra en casa-. Muy razonable. Claro, para él, sí, al fin y al cabo él es un ave de paso, que repostará aquí una temporada con su buena minuta–¿para cuándo algún parlamentario de ésos que se extravían en las votaciones preguntará, uno por uno, los sueldos de los altos cargos de las empresas públicas? Temblaría el misterio- y hasta otra. No hace falta decir que espero que el circuito sea un exitazo y que se recuperen a la de ya no sólo esos 43 millones, sino los unos pocos más que seguro que ha costado –en rueda de prensa el pasado 11 de marzo, Álvaro Glup Glup Miranda habló de 55 millones. A Ligonnet le habrán dicho: tú habla de 43, total, una mentira más... Y Ligonnet, como le pagan, miente. Vamos, o miente el de 43 o el de 55. O los dos-. Pero no va a ser sencillo. Si fuese sencillo, el señor Samaniego hubiese seguido para adelante con su idea y su inversión pero no lo hizo. Así que nos vamos a jalar entre todos cada metro de asfalto para que, como dice la publicidad que ha instalado el Gobierno, algunos puedan ir “a 300”. Ayer estuvo Sanz inaugurando la gasolinera que hay al lado del circuito. Hace poco su gobierno hablaba de impulsar el coche eléctrico. No es muy eléctrico lo que va a rodar por Los Arcos, más bien es gasofa a espuertas. Qué más da, aquí son todos aves de paso. Pájaros, mejor dicho.

13 junio 2010

‘Nuevo Estilo’

El Ayuntamiento de Pamplona dice que va a construir un lago artificial donde aún está la fábrica de El Pamplonica. Así tendremos nuestra Cibeles particular para cuando tengamos que festejar que le hemos ganado 2-1 al Getafe en el minuto 93 de remate de coxis. La obra de demolición costará un millón de euros, más 16 que hay que añadir para que Pamplonica se vaya de ahí y lo que cueste la urbanización, el lago y los patitos, por que habrá patitos, carpas, árboles -¿sauces llorones?- y todos los complementos necesarios que se pueden encontrar en cualquier caja mediana de Legoland, incluida la familia de padre rubio, madre rubia, niño rubio y niña rubia para las fotos de los calendarios de la Banca Cívica. Los cuatro con los dientes perfectamente alineados, claro. La factura total no se sabe finalmente a cuánto ascenderá, pero es lo de menos, por dinero va a ser, quia. Lo importante es que habrá una lengua verde entre universidades y que el lago contará con una lámina superior de agua y otra inferior. Vamos, que caerá agua de un sitio a otro. Precioso, no me jodan que no es precioso. Avisado de esta circunstancia, el pastor alemán que durante décadas corría de un lado a otro de la cadena en la casa que hay en el camino que lleva a El Sadar decidió hace un tiempo quitarse de en medio. Dejó una nota escrita: no hay nada más deprimente que una ciudad bonita y de mentira. Que os den. Se desconoce si también se colocarán jardines como los que nos quieren endosar en Sarasate, elevados y de acero Corten para que no podamos transitar por donde toda la vida lo hemos hecho. Ciudades para mirar y para que vengan los del Nuevo Estilo a sacar fotos. No es cuestión de que en esta ciudad no se pueda hacer nada, es que siempre se hace en el mismo sentido. Y a doblón.

12 junio 2010

Mel

Ayer me di cuenta, por fin, de quién me hubiera gustado ser en esta vida. No crean que le he dedicado mucho tiempo a esta cuestión, sólo a partir del 79. Me hubiera gustado ser Mel Collins tocando el saxofón en el Local Hero que sale en el Alchemy. Sólo esos tres minutos, apenas eso. Luego me hubiese tirado yo mismo a la tumba y que me cubrieran. Sin problema. Creo que al final tres minutos como ésos dan sentido a toda una vida, no tengo ninguna duda. Supongo que todos tenemos tres minutos que justifican nuestra existencia, a mi aún me faltan dos. El primero es un minuto que me pegué en un programa de la ETB de preguntas sobre deportes. Me hicieron 15 preguntas y acerté 14, a pregunta por cada cuatro segundos. Ni tan mal, mis amigos aún me piden que lleve el vídeo para echarse unas risas mientras se ponen ciegos a Heinekens. Hoy hace 17 años de eso. Me regalaron una pantaloneta. La usa mi rival. Es de buena calidad. Mi rival también. No sé qué tres minutos escogerían ustedes. No vale eso de cuando nació mi niño y la boda y el día que marcó el gol Aloisi o cuando me calcé a aquel australiano en los baños del Malkoa y se llamaba Scott y aún me manda postales desde Adelaida. No. Tiene que ser una cosa absolutamente individual. No piensen mal, me refiero a que no intervengan otras personas. En eso que estaban pensando intervienen otras personas, aunque sea subconscientemente. Algo para llevarse a la tumba, como se llevará Mel Collins su saxofón y esos tres minutos que separan el cielo de la tierra. Local Hero, pedazo de canción, el Alchemy, pedazo de disco, pedazo de músico Mark Knopfler, lo mejor de los 80, de lejos. Así que gracias Vassily por regalarme ese Alchemy que hace 20 años que no veía, cuando aún creía que quizá, algún día, podría ser Mel Collins.

11 junio 2010

París-Roubaix

Elena Torres avanza por el pasillo de adoquín como una rotavator. Los tacones que ha escogido son, a todas luces, mejores para layar que para andar. La cámara sigue al grupo y nuestra presidenta del Parlamento tira de brazos para impulsarse, toda vez que la tracción de sus extremidades inferiores es ínfima. Parece Txente García Acosta buscando las cunetas para evitar los boquetes del carrefour de l’Arbre de la París-Roubaix. La Le, mientras, ha cargado un tacón aún más alto, pero días y días de ensayos dan su fruto y pareciera como si flotara entre las trampas diseñadas por Mangado. La Le tiene un aire a Cancellara, en flaca, aunque habría que mirar bien si no tiene un motorcillo escondido en las costuras del vestido. A los lados, unos cuantos seres humanos –si no fallan las informaciones- asisten al paseíllo. No se ve a nadie lanzando cacahuetes. Segundos antes, nuestra presidenta del Parlamento ha metido codo como hay que meter a la entrada de los pavés de la París-Roubaix y ha dejado a la Ministra de Vivienda a su espalda. La Ministra le ha tomado el rebufo y contempla desde atrás, protegida del viento, su triste devenir. Corredor, acostumbrada a estas juladas de pueblo, no da importancia a que por obra y gracia de Torres sea la única de los siete miembros del grupo que está tapada. El espectáculo de ver a Torres delante suya tirando de riñones bien merece la pena. Cuando, finalmente, Torres y el resto llegan a la loseta que precede a la entrada de Baluarte, creo escuchar unas palabras salir de la boca de nuestra alegre y risueña presidenta: ¡libre por mí y por todos mis compañeros! Entran y los servicios de protocolo de la Casa Real retiran a los extras, los meten en trailers y los envían al próximo destino. Al día siguiente, Torres amanece con agujetas.

10 junio 2010

‘Tío’ Félix

La conversación por teléfono fue exactamente así. Jorge. Dime tío Félix. La periodista que hace las columnas de la última página lo deja. ¿Tú crees que podrías hacer algo parecido? No. ¿Y eso? Ella es extrovertida, simpática, habla con mucha gente cada día, puede hacer esa clase de columnas llenas de nombres y negritas. Pero eso es lo que quiere el director. Dile que yo podría escribir de otras cosas. ¿De qué? De lo que me diera la gana. Perfecto, ¿puedes bajar esta tarde al periódico? Bajé, le hice una performance al anterior director –hasta creo recordar que me peiné con las manos- y hasta hoy. 1.000 textitos ya. Joder, si esto fuese una columna mensual estaríamos en el 2088, qué suerte tenemos todos, todavía tenemos pensiones y aún están sin construir la Avenida Sayas y el Boulevard Benedicto XVI. Sobra decir que sin la confianza tanto del anterior director como del actual y la de, obviamente, el gran Félix Monreal, no andaría por aquí cacharreando. Y, aunque ya sé que muchos de ustedes quizá no se lo crean, sin una sola llamada en cinco años. Ni una sola. No voy a decir que eso no se paga con dinero, porque esto lo lee el gerente y se crece cuando negociamos la cartilla de racionamiento, pero más o menos se podría decir así. Estando los tiempos como están –bueno, de hecho yo nunca he conocido buenos tiempos para el periodismo- que desde el primer día no te digan ni Pamplona es o un milagro o que eran todos unos inconscientes. En serio, mérito tienen. Pues eso, que como ya no pienso celebrar ni los 1.500 ni los 2.000 ni los 3.000 ni ninguna cifra tonta más por lo menos hasta los 5.000 y eso cae allá por el 2027, que muchas gracias tío Félix, prometo portarme bien, comerme todos los Crispis y seguir igual o peor que hasta ahora. Un placer.

09 junio 2010

Pelmas sois

Entró a mi blog un ectoplasma de los que se dedican a darte borra sin identificarse ni con más argumentos que su manía personal, la letanía del “normal que no fueras ni escribieras del homenaje a Alfredo Aguirre viendo quién te paga y tu alergia a las víctimas cercanas” y esas cosas. Escribía desde un ordenador de la Universidad de Navarra. La policía puede que sea tonta, pero no ciega. Pues bien, no debería, pero le voy a contestar, para ver si dedica sus onanismos intelectuales a otros: fui al homenaje. También fui en 1985. Iría aunque lo convocaras tú, fíjate. Una mañana de 1984 explotó una bomba justo por donde yo pasaba para ir al colegio a la hora justa en la que pasaba yo –y otros-. Iba destinada a los escoltas de Asiáin. Me retrase en casa cinco minutos leyendo la clasificación de la Liga y no volé. Ese verano, mientras Nicolás inventaba una antena para que pudiéramos ver el Tour en el pueblo, me enseñó el primer mando a distancia que vi en mi vida para arrancar un coche. Lo había hecho él y la verdad es que funcionaba. Nicolás era guardia civil, canario, rubio y sonriente. Dos años antes, mientras él se retrasaba por comprar tabaco en el Biltoki, su mejor amigo voló por los aires al arrancar el coche. No sé, la verdad, por qué le tendría que explicar esto a un anónimo al que no le tengo por qué explicar qué actitud hemos tomado cada uno ante esta inmensa mierda, ni de dónde caían los tornillos y los insultos en la plaza del Ayuntamiento cuando nos juntábamos para manifestar nuestro profundo asco. No sé por qué hay que hacerlo, pero, como me hinchó un rato las pelotas, lo hago, a ver si se calma y dejan él y otros de expender carnets de anti-terrorismo, por que dais mucho asco. Mucho. También recuerdo todos los años a Mikel Zabalza, por si te apetece saberlo.

06 junio 2010

Salta conmigo

El tal Diges tendría que pagarle a Jimmy Jump la multa que le impusieron por saltar al escenario con la barretina. La multa, el viaje y dietas por día. Sin Jimmy Jump, el tal Diges hubiese quedado el 13º o el 14º -creo que quedó el 15º- y se hubiese hablado de él un par de días a lo sumo, mientras que con la chorrada del Jump llevamos toda la semana. Toda una semana en boca de medio país no es un asunto cualquiera, hay empresas y discográficas y productoras que invierten millones de euros a mansalva y no logran eso. A Diges le va a salir gratis, por que los 1.800 euros de nada además los paga Jump y encima ya casi nadie habla de la basura de canción que cantó, un atentado en toda regla a un país en el que nacieron Quevedo, Valle Inclán y Alberti, todo para que un tipo salte a un escenario y diga algo chiquitito, algo pequeñito. Definitivamente, no es ya que la gente no tenga vergüenza de cantar algo así, es que además defienden que la letra es buena. No tengo palabras. Y no es una cuestión que afecte sólo a Eurovisión, que al fin y al cabo es un trasbordo de votos entre fronteras, si no que es apenas un ejemplo del nivel que impera en según que espectros musicales: música –por llamarla de algún modo- hueca y con letras –por llamarlas de alguna manera- huecas. El Aserejé al lado de estos que intentan crear un ritmo o un estribillo que se quede más de un mes es una obra maestra en toda regla. Pues el bueno de Diges no ha logrado ni lo uno ni lo otro y se ha visto herido en su condición de artista. Y lo peor de todo es que gracias a Jump lo tendremos en todas las salsas al menos este verano y no será capaz de darle las gracias a Jump por mantenerle en un candelabro en el que por sí solito no hubiese durado lo que tarda otro descerebrao en componer un nuevo ñordo.

05 junio 2010

Profundo

Estoy feliz. Corpas ha encontrado unos restos –bueno, los arqueólogos, que Corpas estaría en San Donato- de no sé qué puñetero rey o alférez o algún matarife de ésos de los que tantos dio la historia y ya está más contento que Mariló Montero escribiendo artículos sobre el Olentzero. Le vi a Corpas en la televisión explicándole al micrófono –id inmediatamente a Estella, que Corpas ha llamado que han encontrado no sé qué cojones de unos huesos y nos va en ello la subvención- en plan sir Richard Attenborough quién era el palomo en cuestión y no sé qué de la sacristía y no sé qué de era un gran día para Navarra y los navarros y, una vez más, pensé: de todos los tarugos que en el mundo son, nos tenía que caer justo éste. Pero en seguida se me pasó, por que, la verdad, a Corpas le brillaba la barba, parecía como si le hubiese atravesado un haz de luz de ésos que dicen que entran en según qué catedrales por las vidrieras para no sé qué de la iluminación espiritual, vamos, una versión antigua de lo que ahora hacen en Marengo. Estaba menos taciturno de lo habitual, cierto, aguanté sin dormirme al menos un minuto. Luego esa misma tarde lo vi de lejos en un acto de homenaje a las victimas del terrorismo –había más políticos que ciudadanos, lo que suele pasar cuando hay mucha publicidad- y vi cómo se acercaba a susurrarle algo al presidente Sanz y como éste asentía: Miguel. Dime. Vamos a tener que hacer otro museo. Y una hostia vamos a hacer. Es que es en Estella, jó. Ni harto de Brugal. Luego ya empezó el acto, se dieron de codazos la gran mayoría para estar en primera fila y su barba se me fue del campo visual. No sé cómo habría acabado la cosa, pero les aseguro que la cara de Sanz cuando se acercó Corpas era de un profundo aburrimiento, pero profundo profundo. Ya somos dos.

04 junio 2010

Agujero

Hoy el periódico viene sin agujero, una lástima. Es lo que tiene Urmeneta, que es más vago que la chaqueta un guardia y con un agujero al año le basta. Supongo que se habría quedado agotado. A mí me llamó el jefe de diseño y me dijo: Jorge, lo mismo tu columna del viernes 28 se queda en 1.500 caracteres, por que va a hacer Urmeneta un agujero. Yo, como del periodismo ya me creo cualquier cosa, le contesté: dile que haga más grande el agujero y así sólo tengo que poner el titular. Nada, al final el agujero de los huevos no me afectó, desgraciadamente, y tuve que escribir mis 1.800 caracteres de rigor. ¿Que qué me pareció el agujero de Urmeneta? Pues una chorrada de mil pares, qué me va a parecer, me pareció lo que es: una memez. Si al menos hubiesen hecho una estrella de siete puntas o algo más currado, pero un puto agujero es un puto agujero, da igual que lo tengas en el cerebro que en el periódico. Urmeneta, obviamente, en el cerebro no tiene ningún agujero, de ahí que pese a hacer semejante boinada le dejen. Yo voy mañana al periódico y les digo que pienso dejar la semana que viene todas las columnas en blanco y les explico que el blanco simboliza la paz y la reflexión y que es un punto de fuga o como ostias se diga y el gerente me dice que muy bien y que muy bonito y acto seguido coge la calculadora y calcula que me paga cinco columnas menos y tan bien. Tendría razón. Urmeneta hace un agujero y se lo permiten. Es lo que tiene la genialidad, que ante la duda de si estás ante un genio o ante un farsante eliges al genio y así tú también pareces algo. No sé, Urmeneta, la próxima estírate algo más, ponle unas chorreras a las páginas o unos visillos o unas asas para que no se nos caiga mientras estamos en la taza. Bueno, tú mismo, que el agujero es tuyo.

03 junio 2010

Comando

Hará ya casi un mes o más que habita entre nosotros el Comando Acordeón. Son cuatro, creo, ya que en cuanto oigo sonar ese trasto del infierno se me nubla la vista y pierdo pie. Yo contra los espectáculos callejeros no tengo nada, ni muchísimo menos contra la mendicidad de la clase que sea, siempre y cuando la protagonicen personas adultas, ya sean nacionales, comunitarias, extranjeras o trabajen en un banco o caja. Bastante trago tiene que ser pedir. Pero a los elementos que aprendieron a tocar el acordeón mientras venían a Pamplona en tren y que tocan única y exclusivamente tres canciones –Bésame Mucho, Clavelitos y Los Pajaritos- perfectamente les metía un Consejo de Guerra o en su defecto los enviaba debajo del portal de la alcaldesa, para que se alegrasen la vida mutuamente. Una mañana le cronometré al que se aposta con su arma en la esquina de San Nicolás con San Miguel: estuvo 43 minutos de reloj –esto es verdad, lo juro por Richard Manuel- alargando el Bésame Mucho. Lo que no llego a entender es cómo los de la tienda de vinos y licores de la esquina no salieron en masa a la acera a hacerse el harakiri con una botella de Las Cadenas. Yo esto no sé cómo se puede solucionar, la verdad, porque estoy por la libertad total de movimiento y actuación, pero el asunto empieza a ser francamente alarmante, ya que son infinitamente más pelmas que un pleno de Parlamento o que José Luis Úriz solidarizándose con todo lo que se mueve (no es nada personal, José Luis). No sé, mal apaño le veo, sinceramente. Menos mal que ya estamos en junio, el mes en el que la totalidad toda de bandas, fanfarrias, peñas y grupos en general deciden que es el momento de invadir su parque temático preferido, lo Viejo. Prepárense en Iturrama, que irá el Comando. Que os aproveche, ju-jaaaaaa.

02 junio 2010

Se puede

La vida es paciencia. Ya les he dicho que desde 1985 mis camisas de cuadros han estado de moda ya tres o cuatro veces. Mi mochila verde, que ya ha cumplido 25 años de servicio diario, cualquier día la veo en el Yo Dona o en El País Semanal, esos suplementos para millonarios. Si esperas, triunfas. Si aguantas, un día te puedes morir de risa. Sin aspavientos, con tranquilidad, entornando los ojos, una cosa personal, exclusivamente. El otro día fue uno de esos días, una de esas mañanas en las que la realidad supera a la ficción y tienes la certeza de que, aunque sólo sea por esos ratos, la vida merece la pena vivirla: ver a Pachi Mangado entre los impulsores de la iniciativa No digas que no se puede, una cosa que conforman entre otros Félix Taberna, Ancízar, Garatea y tal y tal, vamos, mucha cara nueva, ja-ja. Sólo falta Iturbe. Pues bien, entre los adosados –valga la redundancia- estaba Mangado, el de los 120.000 euros de subvención a su fundación –le han recortado 40.000, habrá que comer menos pinchos en la inauguración del congreso que ha montado para julio-. Uno de los objetivos de dicha apuesta es que no gobierne UPN a partir de 2012. Se conoce que Mangado había tenido alguna enganchada con Herr Yolanda o vete a saber con quién de por aquellos pagos y aquellos cobros. Digo que Mangado estaba en esta iniciativa por que hace 48 horas puntualizó que, visto el panorama, se descolgaba de la misma, vamos, que la idea global le encajaba pero que ese concretísimo objetivo le chirriaba un poco. Lógico, si entre pitos y flautas uno de sus juguetes depende de las líneas presupuestarias que hacen ex profeso para él. Fue bonito mientras duró. Lo importante es que Pachi volvió por unas horas a la casa del padre. Cualquier tarde reaparece su amigo Urralburu. Se puede.