27 febrero 2011

Humanismo

“Personas afines a Nieves Ciprés registran un nuevo partido en Interior”. Ya me veo la mañana del 22 de mayo en el biombo de las papeletas con la misma cantidad de dudas que la primera vez que cogí una película porno en el videoclub. Menos mal que fui con mi mejor amigo. Salimos cada uno en una dirección. No lo he vuelto a ver. Su película debía ser mejor que la mía. El caso es que esas personas afines con los mismos fines que la sombra alargada declararon que su partido se fundamentaba en la ideología del “humanismo cristiano”, que al parecer es un humanismo diferente al del humanismo no cristiano pero similar al cristianismo con Cristo, que se contrapone al cristianismo sin Cristo, que tiene menos gastos de mantenimiento. Yo soy de Osasuna, eso lo tengo claro, porque desde pequeño me di cuenta de que hay que tener alguna clase de fe, por muy compleja que sea. Sin fe vas por la vida como deambulando, olisqueando las cunetas, sumando un día detrás de otro como una inacabable cuenta atrás de la que no se obtiene nada. Por eso está muy bien que los afines nos remarquen que ellos sí creen en algo y que son humanistas, un humanismo que no encontraron al parecer ni en UPN ni en el PPN, de donde salieron escopeteados en cuanto unos cuantos cristianos poco humanistas les hicieron el vacío vital. Es que ser humanista es agotador, no tiene más que inconvenientes, porque enseguida te juntas con unos cuantos humanistas más, se creen más humanos que tú, comienzan a darte de lado –por la propia naturaleza humana- y te acaban tratando como a un perro. Me alegro entonces de que ellos sí vayan encontrando su propio espacio en este inmenso cosmos a menudo tan banal en el que hace mucho tiempo que perdimos los guías y los faros. ¿Qué película habría cogido ese cabrón?

26 febrero 2011

Primicia

Estoy aburrido de tener que ser siempre yo el que destape todas las informaciones importantes que el resto de compañeros ni siquiera huelen o rechazan, por el esfuerzo que supone tener que rastrearlas, contrastarlas y verificarlas, pero como hemos venido a esta vida a sufrir no me queda más remedio que hacerlo. Ahí va, no se sorprendan: el miércoles se cumplieron 30 años del 23-F. Ya supongo que ustedes no se enteraron, cuando estarían ávidos de volver a conocer aquellos hechos y saber qué hacía quién en cada instante y cómo se lo tomaron nuestros primeros espadas actuales y si estaban en la mili, en el colegio o dónde. Lo siento, pero el periodismo de este país esta así, inerte ante nuestro pasado más reciente. Yo no se lo pude contar el mismo miércoles porque me están haciendo un implante –dental- y me aconsejó el médico que tomase sólo líquidos durante un par de días y, como soy muy bien mandao con los temas médicos, no he hecho otra cosa desde entonces que tomar líquidos y me acabo de despertar como quien dice hace una hora. Pero juro que me hubiese gustado ver en nuestras televisiones y oído en nuestras radios y leído en nuestros periódicos qué pasó entonces. Pero ya me han dicho que nada, que pasó sin pena ni gloria. Supongo que a la juventud de hoy en día le aburriría un montón la brasa, pero que se jodan, que nosotros también nos chupamos decenas de aniversarios de la coronación del Borbón y no abrimos la boca. Es que me hubiese encantando volver a leer aquello que dijo Antonio Gades cuando le preguntaron hace unos años qué hacía en el momento del golpe: estaba follando. Lo mismo se lo inventó –las seis y media de la tarde es una hora de bastante pereza-, pero rompía la uniformidad campante, una uniformidad que, a lo que veo, dura hasta nuestros días.

25 febrero 2011

Rostro pálido

La gente de por aquí mueve el culo con Shakira, lee a García Márquez, a Vargas Llosa, bebe vodka ruso, debería leer a Dovlatov –un genio-, adora a Horia Colibasanu, canta El Cóndor Pasa cuando está tajada hasta las cejas y ve a unos flautistas bolivianos en San Fermín, se va de vacaciones a México y le ponen una pulsera naranja en la muñeca y se cree Hernán Cortés, hace que sus hijos se lean bien leídas las tareas del cole en las que se habla de la multiculturalidad, pero a la hora de la verdad la multiculturalidad se la mete por el ojete, porque entre los niños que van a la escuela donde no van a enviar a sus hijos hay muchas shakiras, muchos gabrieles, muchos marios, muchos sergeys y muchos horias. Y una cosa es una cosa y otra bien distinta que mi Javier o mi Leyre tengan que compartir pupitre con una niña que vete a saber tú qué come en casa y a qué se dedica su padre si lo tiene y no vaya a ser que esta niña no absorba bien lo que le enseñan en clase y suponga un retraso para todos los demás. Admitiremos como mucho dos o tres por aula para que ésta tenga un toque de color rollo Benetton, pero no más. Eso sí, queremos seguir siendo una escuela privada concertada, porque son nuestros impuestos, tenemos los mismos derechos que los demás a elegir dónde estudian nuestros hijos y tenemos derecho a decirle al colegio que eso de repartirse la multiculturalidad equitativamente está muy bien para el día de la colecta del Domund y para los buenos deseos del niño el día de la Primera Comunión pero que la vida real es otra cosa y no vamos a pasar por el aro, porque a nosotros nos gustaba el mundo como era cuando nosotros estudiamos y nuestros hijos no tienen la culpa de que haya cambiado. Así que, señor Catalán, siga mirando para otra parte, que lo hace usted muy bien.

24 febrero 2011

Clase turista

Es una pena que la consultora que ha realizado el estudio económico del impacto del Circuito de Los Arcos ande tan liada contando millones y más millones de euros –no entiendo cómo no lo construimos antes. Habría que poner uno en cada pueblo- y no nos pueda hacer uno igual de amable y luminoso acerca del impacto económico que han tenido los 600.000 euritos que se ha dejado Sodena para que Sanz y cía se den un garbeo por los Yuesei –se habrán subido al Empire State a tirar fajos a puñaos, digo yo-. Una lástima porque, tal y como aseguró Alberto Catalán –al que el Defensor del Pueblo ha lanzado un envido a la grande con el tema de los alumnos inmigrantes que Catalán dejará pasar para pegar a chica: chica ganar partidas perder-, “si hiciese falta visitar la Casa Blanca para generar empleo, el gobierno acudiría”. Ya la visitaron el año pasado, Alberto, ya, pero por fuera. Al menos la foto nos la enviaron apalancaos al lado de la verja, foto viaje de novios. Tenemos 2.000 parados más. Ayer nos enviaron otra, abriendo la sesión del Nasdaq. Sanz, que tanto critica a Cervera por su gusto por las nuevas tecnologías, en el Nasdaq. A la vejez, viruelas. Confío en que llevara al menos una navaja multiusos para abrirse la lata de atún, que allá serán todo maquinicas. El caso es que han ido para allá tanta gente que ya notaba yo estos días las calles como más espaciosas, algo que por solo 600.000 euritos y unido a que nos va a reportar miles de puestos de trabajo y por supuesto muchos más que los 21 millones de impacto del Circuito de Los Arcos bien merece la pena el esfuerzo. Lo raro es que no haya ido Barcina a sacarse la foto junto al cartel de entrada a Nueva York, que de tantas veces como van ya parece un pueblo nuestro más. Se habrá desorientao. Tanto sitio nuevo…

23 febrero 2011

Abrazos

Me acordé ayer de Warren Zevon. Al bueno de Warren le diagnosticaron un cáncer incurable en otoño de 2002 y decidió que lo mejor en estos casos era marcharse por la puerta grande. Compuso un puñado de canciones fantásticas, las grabó con algunos de sus mejores amigos –Bruce Springsteen, Jackson Browne, Tom Petty, Roger McGuinn, etc-, vio salir el disco a la calle, nacer a sus dos nietos y se murió. Tenía solo 56 años. Una de esas canciones, Keep me in your heart for a while (Tenme en tu corazón por un tiempo), es de ésas escogidas que cuando ves el vídeo te pueden arrancar el alma de cuajo. Es buena cosa arrancarse el alma de vez en cuando. Para saber que aún está ahí, entre otras cosas. Me acordé ayer de él viendo la manera tan extraña que están teniendo los dictadores de irse por la puerta de atrás, incapaces de asumir que ya está, que ya se ha acabado, que todo lo que hicieron o dejaron de hacer ya no se puede hacer o dejar de hacer, que viene gente por detrás a la que hay que dejar paso y que lo tienen más que merecido. Viendo cómo los amigos de Warren le abrazaban durante la grabación, conocedores de que quizá iba a ser la última vez que le vieran, me imagino a nuestros respectivos gobernantes y reyes y residuos varios abrazando uno a uno a los que durante décadas y décadas han sido colegas de decisiones, encuentros e intercambios y no puedo dejar de pensar que la política de alto rango está poblada por una increíble cantidad de víboras que, a la vista está, no dudan en ametrallar a los suyos desde aviones si es necesario para que nada cambie. Cada uno es responsable de a quién ha abrazado en la vida y, jugando a aquel juego de cuántas personas hay entre tú y alguien famoso, me da que estamos a dos o tres abrazos de Gadafi. Voy a ducharme.

20 febrero 2011

Carta

Tengo unas cajas de zapatos en las que no sé muy bien por qué guardo un montón de tonterías: entradas, cartas, mecheros, cajetillas raras de cigarros y decenas de zaborras varias. A ver si las quemo algún día. Hace mucho que no las abro para mirar qué hay dentro, sólo para seguir echando cosas, pero sé que está ahí. Es una carta que me envío José María Ruiz Mateos hará lo menos 18 años. Bueno, a mí y a cualquiera que lo entrevistara aunque fuera –como en mi caso- a todo correr en el descanso de un partido de fútbol. La carta tenía un texto general y Ruiz Mateos le añadía de su puño y letra las dos primeras fases y la firma. La guardo porque hay que guardar cualquier cosa que te envíe alguien que al menos una vez en la vida le haya dao una hostia a Boyer. Y también porque a mi padre le hacía mucha gracia imaginarse al pájaro en cuestión con el bolígrafo, encorvado sobre un escritorio, firmando cientos de cartas para cientos de periodistas que le entrevistarían cuando viajaba por los campos con el Rayo Vallecano. A mí, en cambio, aquella carta me produjo una cierta sensación de pena. El papel era como una especie de pergamino de librería de viejo de la Viena de los años 20 y rezumaba tanta cordialidad y un intento tan claro de ir lavando una imagen presidida por la citada hostia y sus disfraces varios que en el fondo lo que transmitía era desesperación, no tengo ni idea de si bien ganada a pulso o no. O eso me pareció a mi. También recuerdo que su rostro era como de cera y que los dientes parecían recién comprados en unos grandes almacenes junto con una caja de rulos y unos pantys de diez usos. Verle otra vez, con casi 80 años, pasando por un trance similar y aún más recauchutao, no hace sino confirmar que algunas cruces no se quitan así pasen mil vidas.

19 febrero 2011

Cuadro

Llevo horas contemplando el cuadro que compró el Ayuntamiento de Pamplona en Arco. Me he puesto de fondo los dos discos en solitario de Syd Barrett antes de que la mente le cruzara a la otra orilla y me estoy fumando las pelusas de la alfombra y las hojas de una planta que teníamos por casa y que ya estaba la pobre bastante pocha. Se me acercan y se me alejan las paredes y he visto esferas luminiscentes saltar del bidé a la bañera y las palomas del tejadillo van vestidas de corbata y piden el voto para el PSN y ha venido Mendilibar a revisar el contador del agua disfrazado de conejo hablando con la voz de Gracita Morales. Los vecinos meten sus brazos por los tabiques y me quieren atrapar, pero yo no me dejo porque tengo promesas que cumplir y miles de millas que andar antes de poder dormir y camino en círculos besando una foto de Luis Aguilé. El cuadro me habla, me dice cosas, cosas privadas entre nosotros, como las que se dicen las parejas y solo entienden ellos. Es bonito. Le sobran 117 trazos o le faltan 432, pero emana. Por 16.000 euros es lo menos que podía hacer, emanar. Ahora la pintura se está como derritiendo por un lateral y caen los aceites por fuera del marco y el goteo ha formado una estalactita. Me fumo la estalactita y pongo a Hendrix (¡Hey, Joe, ¿a dónde vas con esa pistola en la mano?). Todo es placentero, los fumadores que salen de los bares a la calle lanzan aros de humo que forman las palabras paz y prieto y las chicas guapas llevan flores en el pelo y los chicos guapos bailan con el torso desnudo y sandalias de cuero marroquí y se miran y sonríen. Yo me arrodillo y beso las llaves de los radiadores agradecido por contar con unos representantes públicos que invierten el dinero en lo único realmente importante. Ahí va una mosca. ¡Espera que subo!

18 febrero 2011

Programada

He llamado a mi primo Miguel, que sabe de esto, ha llamado al electricista, el electricista ha venido a casa en 10 minutos, ha hecho lo que hacen los electricistas con un montón de destornilladores y ganzúas y cosas de ésas acabadas en punta y se ha apagado la luz del portal y de la escalera, que llevaba un día entero encendida, como aquella bombilla famosa que hay en un parque de bomberos de Estados Unidos funcionando desde antes de que se inventara la obsolescencia programada. Como la habitación tiene una ventanita a la escalera habíamos dormido mediano, sobre todo yo, que soy un pelma para la luz –vaale, para todo-. Pero asunto arreglado. Parecía esto Munich. ¡Qué eficacia! Yo cuando me pasan cosas así vuelvo a creer en el ser humano y en todas sus virtudes y bondades y no le he estampao un beso en la calva porque estábamos en la escalera y a ver si iba a haber algún vecino mirando por la mirilla y se suma a la fiesta. No tengo nada contra mis vecinos, pero no me resultan atractivos, qué se le va a hacer. Me pasa como a María Kutz, que juntarme con ellos para lo que sea, pues bien, pero de ahí a cruzar el umbral hay un paso. Y se empieza así a lo tonto y se acaba metiendo a la UPNA en la cama con la UN. Y eso no. La carne es carne, el pescao es pescao y dónde se habrá visto que una responsable pública dé carrete a una entidad pública en un campo en el que aunque no tenga una trayectoria excepcional sí que está presente y con espíritu de progresión. Vosotros ahí quietos a seguir haciendo vuestras puñeticas, en esa mesa baja tenéis unos fritos y unas naranjadas, dejadnos a los mayores comer en paz. Por eso me parece mal que Yolandamari haya afeado la decisión de Kutz. Creo que es un caso claro de que ya tiene en mente alguna obsolescencia programada.

17 febrero 2011

Señor Roth

¿Philip? Soy yo. Soy Bert, de Houghton Mifflin. ¿Y Nat? Nat ha muerto. ¿Tú sabes borrar un número del móvil? Señor Roth… Seguro que ha muerto de infarto. Le han disparado. Seguro que le pidieron tabaco. Era una rata pedigüeña. Señor Roth… ¿Matt, me has dicho que te llamas? Bert, señor Roth. Soy su nuevo agente. ¿El que se lleva el 50%? Correcto. ¿Y qué huevo te pica? Señor Roth, este año está usted nominado para el Nobel, el Pulitzer, el National Book Award, el … Mándales una carta y que se metan el premio por donde el perineo. También está nominado al Príncipe de Viana. A ese voy. Eso no me lo pierdo yo. ¿Sabe usted dónde esta Viana? Me es indisoluble, que diría aquel, pero sí, lo sé. Yo a ese señor lo quiero conocer. ¿A quién? Al que se cuela en las fotos. ¿No lo ha visto nunca? No. Impagable. Tiene una con Woody impresionante. ¿Qué Woody? ¡Harrelson, no te jode! ¡Woody Allen! ¿Se la enseño Woody? Sí, guarda un archivo específico en casa. Se llama ‘Lo peor son los alcaldes’. ¿Es el alcalde de Viana? No, hombre, no, el alcalde es Gregorio. Anda y que no lleva años Gregorio y que no nos hemos echao vinos en una finca que tienen unos amigos en Los Arcos, ahí debajo la morera, espanzurraos al sol. Él es ministro de Cultura o algo así. ¿Ha estado usted en Los Arcos? Claro, soy novelista, tengo que moverme. Entonces, ¿les llamo y les digo que aceptaría? Por supuesto. Ese pierde el culo por darle el premio que se ha inventao a cualquiera del que hayan oído hablar en Nueva York. Hasta las cartolas me puse la última vez. ¿Cuándo, qué? Vienen todos los años a hacer el manga y a dar unas charletas por aquí. Me pongo una peluca y no dejo espárrago en pie. Además, pienso regalarle uno de mis libros. ¿Cuál? ‘Me casé con un comunista’. ¿Llamo? Tú mismo. Nat no lo hizo

16 febrero 2011

Normas

Espero que si algún día tengo intención de correr el Tour –por hacer algo en julio- y no me dejan –tengo la tasa de hematocrito entre el 47% y el 51% por naturaleza- el presidente del gobierno mande un mensajito en mi descargo: es buen chaval, no se ha metido. Y que luego la Federación Española de Ciclismo haga caso al presidente y dictamine algo similar: es buen chaval, no se ha metido. Esto es lo que ha pasado en el país de la tolerancia cero frente al dopaje en el caso de Alberto Contador, del que desconozco si se ha dopado pero que ha dado positivo, y al que se ha exculpado por la presencia de clenbuterol en su organismo, según él tras la ingesta de un solomillo contaminado. Comido el solomillo, enterrada la prueba. ¿Cómo se puede llegar a demostrar la culpabilidad? Imposible. ¿Y la inocencia? Imposible. ¿Para que están pues las putas normas, que diría Walter Sobchak? En España, para hacer con ellas lo que te venga en gana. A día de hoy aún no sabemos si Marta Domínguez es la Virgen María o Nancy Spungen, como tampoco sabemos nada sobre qué había en la Operación Puerto, más allá de que muchos se quedaron en el camino y otros, en cambio, siguieron como si tal cosa. Cuando aquella marea informativa con el tema de las vacas locas, no había televisión, radio o periódico que no quisiese contar con la opinión de Juan José Badiola, al que convirtieron en una especie de Punset de las vacas. Preguntado sobre el caso Contador, ha dicho: su defensa es muy débil. Si se hubiese comido un filete de hígado de ternera, aún. Obviamente, no se ha mojado más, pero ha dejado bien claro que es casi del género paranormal que dicha sustancia viniese de donde Contador decía que venía. Un recuerdo para los que recalcan que Contador nunca ha dado positivo: Marion Jones, tampoco.

13 febrero 2011

Reciclaje

A Javier Torrens al ir a echar la basura en San Nicolás se le escurrió una lata de callos de entre las manos –no confundir con los callos de las manos-, se fue un poco hacia delante por un movimiento brusco, se le cayeron las gafas, fue a cogerlas y le succionó la recogida neumática, que funciona a las mil maravillas aunque los buzones sean tan estrechos como la ranura de la celda por la que le pasaban las cosas a Hannibal Lecter. En lugar de acabar en Trinitarios, en dos minutos Torrens estaba en Zizur. Pequeños desajustes lógicos de los primeros días. Llegó un poco despeinado y con un pimiento del piquillo en la oreja derecha –todavía tenemos que aprender a reciclar-, pero sano como una manzana. Se levantó, miró así como en lontananza y pensó: ¡joder qué pueblo más bonito, voy a presentarme a concejal! Y eso va a hacer, porque los independientes es lo que tienen, que se pueden presentar con el partido que les dé la gana y en el sitio que les dé la gana. Es la suerte que tienen, una suerte que te da la vida, como ser alto o guapo o listo o prejubilao de CAN. Pues ser independiente es lo mismo: todo ventajas. Los han encerrado a él y a Moscoso en una cuartito pequeño y Javier le pregunta a Juan cosas sobre Pamplona y Juan le pregunta a Javier cosas sobre Zizur. ¿Pamplona tiene mar? Que yo sepa, no. Y Juan le dice: ¿qué hay después de Zizur? Y Torrens contesta: ¿la presidencia de la Mancomunidad? ¡No, hombre, no, Gazolaz, es Gazolaz. Te veo obsesionao! De aquí a las elecciones, como son dos muchachos aplicaos y cosmopolitas, seguro que se aprenden la lección al dedillo y luego en los plenos se ganan hasta el quesito marrón del Trivial, que es el más puñetero de sacar para los de ciencias. Voy a tirar un par de cartones. A ver si aparezco en Bali.

12 febrero 2011

Cromos

Soy fan de la Duquesa de Alba. Desde chiquito. La tenía en cromos. Como soy el pequeño de los hermanos y mis padres ya se habían cansado de comprar álbumes de cromos y mi padre no era de los de comprarse el Don Balón sino libros sobre montes y guías del Pirineo, yo cogía las revistas de mi madre, unas tijeras y unas cartulinas y me hacía mis propias colecciones. Una vez me hice uno de la jet-set marbellí acojonante, con Jaime de Mora y Raymond Nakachian y por supuesto la Duquesa y su segundo marido que en gloria esté y la duquesita, que se ponía ciega de Fanta en las fiestas. El único cromo que me faltó era uno en el que salía el exmarido de Gunilla Von Bismarck sereno. Era dificilísimo de encontrar. Luego perdí el interés, pero lo volví a recuperar muchos años después, cuando ví que a la Duquesa le había arreglao la boca el mismo cirujano máxilofacial que al Pato Donald. Me encanta el Pato Donald. Y desde entonces la sigo allá donde va y tengo todas mis esperanzas puestas en que se casé por tercera vez. Primero porque ella se lo merece todo y segundo porque no habría mayor placer que ver la cara de tontos que se les quedaría a los arpías de sus hijos, que llevan agarraos a sus tobillos desde que salieron de Maternidad y miran con muy mala cara al valiente de Alfonso Díez, porque hay que reconocerle que arrestos tiene. Es que, incluso más que la jet set, a mi lo que me impactaba de crío era el mundo del braguetazo. Y éste hay que reconocer que sería de los verdaderamente espectaculares, en todos los sentidos: económicos, sociales y estomacales. Observar el rechinar de dientes de sus vástagos mientras peligra el pastel de la herencia la verdad es que supone todo un placer que espero que culmine como al pueblo nos gusta que culminen estas cosas. A hostia limpia.

11 febrero 2011

Fiu-fiu

Yo con un café por la mañana, un cigarrito pal pecho –me estoy quitando, leré- y unas declaraciones del Señor Cangrejo soy feliz dentro de un orden. Le doy un beso a mi rival, que se va a currar como las personas serias, y me quedo en casa escuchando a Puturrú de Fuá y leyendo lo que ha dicho nuestro estadista y perfectamente me pueden dar las dos de la tarde ensimismado y la comida sin hacer. Ayer, atentos, dijo: “quiero hacer un gobierno en solitario y en ese gobierno no estarán los nacionalistas –se refiere a los de un lao- ni la derecha –se refiere a la de un lao-”. Con eso tienes aseguradas 12 o 14 carcajadas, un par de pataleos al aire revolcado en la alfombra y una hartada de llorar que te dejan como nuevo, que volvió mi rival, me vio la cara y preguntó: ¿nos ha tocao la lotería o qué? Casi, casi -le contesté-, porque es una suerte, no me digan, tener a un político así, que te suelta unos monólogos que ya los hubiese pillado Woody Allen cuando empezaba en los 60. Es como leer los cuentos de Cortázar, que te quedas como en trance. En solitario. Espeluznante. Vamos, en solitario ya sabemos que se pueden hacer cosas de todo punto satisfactorias, pero nos da que al PSN no le va a dar para gobernarnos en solitario, nos da que no. A no ser que esta boina de polución que ahora se ha puesto de moda –de estas modas que duran tres días- mute en boina de LSD y empecemos a ver elefantes rosas volando y abrigos de mermelada y el 22 de mayo vayamos todos en tropel a la urna con la papeleta de estos fenómenos, los que el otro día se reunían con ex concejales del CDN para montar su lista en Zizur. Dijo una vez Cortázar: yo parezco haber nacido para no aceptar las cosas tal como me son dadas. Igual que el Señor Cangrejo. Artistas, creadores. Gente de otro mundo, fiu-fiu.

10 febrero 2011

Hucha

Arrebuscando en el bolsillo interior del Barbour se encontró Álvaro Glup Glup Miranda 111 millones de euros y como no tenía un circuito de coches en el que dilapidarlos o un pabellón para que nos traigan a Shakira a darnos el turre y aún no se ha pensado bien si aceptar aquello que dijo el Señor Cangrejo de dar 200 euros mensuales a los estudiantes –lo mismo me pongo a estudiar Criminología- pensó que lo mejor sería convocar una ruedita de prensa para que sepamos lo ahorradorico que es. Pues, ¡ala!, ya lo sabemos, Álvaro, ya, ya puedes estar tranquilo. Recuerda que tienes otros 180 millones por ahí despistaos en esa eléctrica que nos está dando por el ojal con una subida del 10%. Ya sabes, en bolsa, ese sitio que tanto os gusta a algunos. Ya nos entiendes: dinero público en manos privadas para que unos cuantos jueguen con él, como con Caja Navarra. Estaría bien que jugarais con vuestro propio dinero, pero si por el motivo que sea resulta que no os alcanza y lo que os apetece es que os llegue a casa de vez en cuando una cartica del Consejo de Administración y un puro con vitola porque eso os erotiza, nosotros por vosotros pasamos por eso y mucho más, que el erotismo intelectual es muy importante en esta vida. No se te olvide para el año que viene que unos cuantos millones del Impuesto del Patrimonio tan bien te caerían si lo vuelves a poner de donde nunca debió salir, aunque lo mismo entonces ya no te llegaban carticas de tus amigos que están en los consejos de administración y te ponías triste. No queremos que estés triste. Eso nunca. Si hace falta que implantéis el copago –o que aceptéis felices cuando lo implante el liberal de Madrid- por nosotros que no quede. Nosotros sólo queremos veros bien y contentos. Como cuando gastabais a manos llenas.

09 febrero 2011

Registro

Buenas, que venía a presentar unos estatutos. ¿Club deportivo, secta, asociación de jóvenes castores, partido político? Partido político bai. Rellene este formulario. Necesito fotocopia del DNI y 12 euros en sellos. Lo traigo todo. ¿Nombre? ¿El mío o el del partido? Los dos. Yo me llamo Rufi y el partido se llama Sortu. ¿Qué quiere decir? Crear, en euskera. ¿Y Sortu? Ehh… Déjelo, déjelo. A ver, se ha dejado sin marcar la casilla de la condena de la violencia. El boli ya no pinta. Bueno, da igual, es un formalismo, a estas alturas a ver quién es el guapo que no condena la violencia, ¿verdad? Supongo. Veo que andan pelaos de pasta. Bueno… Menudo logotipo de los cojones, con lo que han sido ustedes en esto del marketing directo. No son buenos tiempos… Me hago cargo, me hago cargo. Álvarez Cascos aún nos debe los 12 euros de los sellos. ¿Me podría dar copia de que lo he entregado firmado? Es que lo tengo que colgar en Facebook, Twitter, Myspace, Flickr, Rapidshare... Como si lo quiere colgar usted del tendedero, que cada copia vale 6 euros. Los llevo, los llevo. Joder, para una vez que viene usted a Madrid y no le detienen no le va a quedar un clavo para tomarse una caña. Soy abstemio. Yo tampoco. ¿Esto ahora lo mandan a la Fiscalía? Así debía de ser, pero el Artemio está de baja con ciática y lo mismo hay que esperar a mañana al mensajero. Es que tenemos prisa. Lo que ha esperao 50 años puede esperar 24 horas. ¿Puedo hacer una foto con el iPhone. ¡Hostia qué bajo ha caído el marxismo! Haga, haga. Gracias. Click, click. Bueno, si no desea más. ¿Usted cree que nos legalizarán? ¡Y yo qué sé hijo, aquí ya he visto de todo, vete a saber! Gracias. No hay por donde. ¡Siguiente! Nombre. Frente Popular de Judea, perdón, Frente Judaico Popular. ¡Hostia, los de NaBai!

06 febrero 2011

Contrastes

El miércoles, mientras ardían en Internet y el resto de medios de comunicación las declaraciones de Pandiani, Cristiano Ronaldo y Mourinho acerca de las palabras de unos y otros tras el encuentro del domingo, tres tipos alcanzaban la cima del Gasherbrum II (8.035 metros), la decimotercera montaña más alta del planeta. En la cumbre, alrededor de 60 grados bajo cero. En el campo base, unos 35 grados bajo cero. Subieron sin oxígeno artificial, ni sherpas de altura, ni cuerdas fijas. Piernas y pulmones. Es el primero de los cinco ochomiles situados en el Karakorum –aunque muchas opiniones hablan del Nanga Parbat como un ochomil del Himalaya y no del Karakorum- que es ascendido en calendario invernal. Los otros cuatro –K2, Nanga Parbat, Gasherbrum I y Broad Peak- aún no han sido escalados en invierno. Simone Moro, Denis Urubko y Corey Richards, un italiano, un kazajo y un estadounidense, han vuelto a demostrar por si a alguien le cabía alguna duda que aún es posible la aventura en este mundo tan fotografiado, analizado y masificado. En el caso de Moro y Urubko, además, no es la primera vez, ya que Moro tiene tres ochomiles en invierno –Shisha Pangma, Makalu y ahora GII- y Urubko cuenta con dos –Makalu y GII-, lo que les convierte casi sin ningún género de dudas en la pareja de baile más destacada de los últimos años. Urubko, oficial del ejército kazajo, tiene un sueldo de aproximadamente 50 dólares mensuales, más o menos lo que gana Cristiano Ronaldo en el tiempo que le cuesta echarse la gomina. Entrena todos los días de la semana menos uno y cada dos semanas pasa tres días sin comer para acostumbrar su cuerpo a posibles penurias en altura. No estaría de más que cada dos semanas los futbolistas pasasen tres días sin abrir la boca. Por respeto al medio ambiente.

05 febrero 2011

Princesa

Como saben hasta los niños de Actimel, la canción Princesa de Joaquín Sabina es una buena copia adaptada al Madrid de los 80 del Like a Rolling Stone de El Maestro referido al Nueva York de los 60 (princesa en el pedestal, toda la gente guapa bebiendo y creyendo que lo tiene todo hecho). En los 80 parece que anda también, colgado de Dabadabadá y los vídeos de Parchís, nuestro consejero de Educación, que tuvo los santos gitanales de llevarse a una rueda de prensa la otra mañana bajo el brazo un vídeo de su departamento para la matriculación en las escuelas públicas en el que las niñas querían ser “princesas”. No contento con eso, tras el revuelo que se organizó al visionar las imágenes unas cuantas personas que lograron superar en los 80 el drama de la excesiva escucha de los temas de Duran Duran y a-ha y comprobaron que semejante afirmación principesca era un truño, Catalán manifestó posteriormente que el vídeo no era definitivo. Primera vez en la historia del mundo mundial en el que se presenta en rueda de prensa un vídeo que no es definitivo. Ayer ahondó aún más al asegurar que “no se ha emitido y no era el eje central de la campaña”. Hubiese sido de película de Manolo Gómez Bur en calzones y Teresa Gimpera en toalla saliendo del baño que semejante cosa fuese el eje central de nada, pero visto que alguna mente publicitaria intoxicada con el Hola y Corazón, Corazón fue capaz de incluir esa referencia, visto que nadie le dijo quieto ahí y visto que nuestro risueño consejero tuvo a bien llevar el vídeo a los ojos de los medios de comunicación, ¿quién nos dice que de no haber habido la sorpresa que hubo se hubiese recortado el vídeo? Si pasó tantos cortes, ¿por qué no iba a pasar uno más? Sabina tiene otra canción que dice: tan joven y tan viejo, like a rolling stone.

04 febrero 2011

Joven

No crean que no lamento tener este cerebro tan dañado, pero a mi que el presidente del Consejo de la Juventud valorase ayer “positivamente” la posible futura Ley de Juventud que ha diseñado el Departamento de Asuntos Sociales, Familia, Juventud y Deporte a estas alturas me dice lo mismo que si la valoración la hace mi abuela, que era joven cuando Lenin y Stalin aún eran amigos. Y es que el por supuesto muy respetable y seguro que muy brillante presidente del Consejo de la Juventud de Navarra es funcionario del Gobierno de Navarra, en concreto ocupa una plaza de Nivel A como periodista en ese independentísimo y necesarísimo órgano que es el Consejo Audiovisual de Navarra, sufragado al 100% por las arcas públicas. Por supuesto, cada uno trabaja donde le da la gana y puede y quiere, pero tener a un funcionario a la hipotética cabeza representativa de la juventud es como encargarle a Corpas que te organice el Festival de Benicassim, que te llenaría aquello de arpas, xilófonos y laúdes. No sé, no sé qué capacidad de presión ante un gobierno puede llegar a tener un funcionario de ese mismo gobierno que trabaja y cobra de un ente creado por el propio gobierno. Si yo fuese joven me gustaría que me representara alguien que no tuviera esa etiqueta. O ese problema, aunque quizá él lo vea como una ventaja. Si yo fuese joven tal vez me quejaría también de la existencia de determinados organismos que como el COAN no hacen más que chupar del bote con una relación coste-resultados ridícula. Claro, que ya no soy joven y por tanto a lo mejor no estoy en la onda de cómo es la juventud de ahora. Cuando yo era joven se calaba en seguida a los que hacían pasillos, ya fuera en los estudios o en el trabajo. Ahora ya no sé, ahora lo mismo quieren ser funcionarios revolucionarios.

03 febrero 2011

Remen

Aquel consejero que nos comentó que la gran mayoría de los navarros no se verían afectados por la crisis no suele salir mucho a la palestra los días que viene el tío del mazo, se queda en el despacho apretando una vaca de goma antiestrés. Álvaro Glup Glup Miranda Ya hemos doblado el Cabo de Hornos suele andar muy ligero en los primeros kilómetros, pero en cuanto llega el muro allá por el 37, en cuanto viene el amigo INEM y pone cifras a su discurso cargado de tópicos, se esfuma, se echa a un lado como Paula Radcliffe en Atenas. Tampoco sale Sanz –“la crisis ya ha pasado”-, ni Taberna –“la crisis ya ha tocado fondo”-, ni Sarriá –“la huelga es una locura”-, ni últimamente siquiera Goyen, que bastante tiene con despedir a unos cuantos de la UGT –es lo que tiene vivir de las subvenciones, que se acaban. Mira los concesionarios de coches-. Suele salir el consejero de Trabajo, armado hasta los dientes de estadísticas, comparativas, diagramas y gráficos, a intentar explicar como puede que “es el enero menos malo de la crisis” y cosas de éstas. No se ve mucho el pelo tampoco a los del PSN, que como impulsores de los presupuestos desde 2007 tienen mucho que ver en que la sangría real alcance ya a más de 45.000 personas, al margen de las muchísimas miles más que están con un pie en la calle o con sus pequeñas empresas o comercios al borde de la quiebra. Por eso quizá el ciudadano no se extraña de que haya navajazos para meter la cabeza en listas a parlamento, ayuntamientos, etc. Por muy desprestigiada que esté la política, un sueldito seguro durante cuatro años no es como para hacerle ascos. O eso piensan ellos, claro. Por cierto, el martes subió el pan. Ustedes remen, amigos, remen. Sean sensatos, sean buenos contribuyentes. ¿No ven que ya estamos saliendo, no lo ven?

02 febrero 2011

714

Hará ya 20 años y medio tenía yo en la antigua Caja de Ahorros Municipal de Pamplona 714 pesetas. Me acuerdo perfectamente de la cifra porque es la de las veces que más dinero junto he tenido. Al estar enmarcado dentro de la categoría de Clientes Preferentes, de ésos que entras en la oficina y llaman a los de seguridad, me avisaron de que iba a tomar parte en un sorteo. Me tocó. Un viaje a Egipto de una semana para dos personas con todos los gastos pagados. Total, que mi hermano me hizo una envolvente bastante larga de contar y muy avispada por su parte y no me pude negar a que se viniera conmigo a Egipto. Acabé de piedras, pedruscos, monumentos y polvo hasta el corazón, aunque, por supuesto, lo pasamos muy bien y vimos las pirámides, la tribuna donde dispararon a Sadat y todo eso que sale en las guías. Trajimos medio Egipto en las maletas y nos obligaron a pagar por exceso de equipaje una buena pasta –recuerden que yo contaba con un capital de 714 pesetas, que se dice pronto-, aunque el oficial de la aduana era de los que enseguida ves que tienen la moral algo distraída, porque por la mitad de la tarifa oficial rompía la multa y ahí no había pasado nada. Creo que pagamos la tarifa oficial, aunque no lo recuerdo bien. Lo que sí recuerdo es que era un país terriblemente pobre, de gente muy amable pero muy resignada. Los mendigos se morían en plena calle, los tapaban con una manta y lo mismo pasaban días allí, con el personal en el café de al lado fumando como si hubiera una competición. Los niños te pedían cosas constantemente. Vamos, el clásico viaje del que vuelves convencido de que eres un niño pijo sin derecho a la queja. Ahora los que se quejan son ellos, cansados de ser poco más que una atracción turística para occidentales con suerte y 714 pesetas.